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Taiwán no puede faltar en la lucha contra el cibercrimen

Columnista invitado Global

Columnista invitado Global

 

Por Huang, Ming-chao
Comisionado del Buró de Investigación Criminal Agencia Nacional de Policía Ministerio del Interior

 

Mientras que el “mundo físico” está luchando contra el covid-19, el “mundo digital” también se ha visto enfrentando una gran amenaza. El informe “Cyber Attack Trends: 2020 Mid-Year Report”, publicado en agosto de 2020 por la prestigiosa compañía de seguridad informática Check Point, indica que en febrero se producían semanalmente menos de cinco mil ataques de malware y de suplantación de identidad a nivel mundial, sin embargo, a finales de abril esta cifra se disparó hasta más de 200 mil ataques en una sola semana.

Asimismo, los correos electrónicos fraudulentos y el virus de la extorsión han provocado fuertes pérdidas en las finanzas de las empresas a nivel mundial, y las monedas virtuales se han convertido en una nueva forma para los criminales de hacer transacciones y lavar dinero. Además, la divulgación de pornografía infantil es el enemigo público de todo el mundo; el infringimiento de los derechos de propiedad intelectual y el robo de secretos comerciales también son puntos importantes a los que todos los países se enfrentan.

El internet se extiende por todo el mundo, por lo que cualquier persona que lo utilice puede acceder a todos los dispositivos que estén conectados a la red en cualquier parte del mundo. Las organizaciones criminales se aprovechan del anonimato y la libertad del internet para cometer crímenes sin ser detectados.

Los ciberdelincuentes campan a sus anchas a nivel internacional, compartir inteligencia con Taiwán es necesario.

El Departamento de Seguridad Nacional, el Buró Federal de Investigaciones y el Departamento de Defensa de Estados Unidos publicaron en agosto de 2020 el informe de análisis de malware, en el que se indica que alguna organización cibercriminal ha estado utilizando una mutación de TAIDOOR, un malware de 2008, para llevar a cabo sus ataques.

En un pasado reciente, instituciones del gobierno y empresas de Taiwán sufrieron estos ataques. Trend Micro publicó un informe en 2012 sobre este malware en el que afirmaba que todos los afectados se encontraban en Taiwán y que la mayoría de ellos eran organizaciones gubernamentales. Es decir, el sector público de Taiwán sufre ataques cibernéticos cada mes y entre 20 y 40 millones de esas agresiones provienen del extranjero.

El gobierno de Taiwán, al ser el primero en recibir dichos ciberataques a nivel nacional, puede detectar y compartir el origen, los métodos y malware utilizados mediante la transmisión de inteligencia. Esto permite que los demás países se preparen para tales ataques con antelación y se establezca un mecanismo de defensa colectiva en la lucha contra el cibercrimen. Además, los cibercriminales establecen puntos de interrupción mediante el uso de servidores de mando y control, por lo que sólo mediante la cooperación internacional se puede reunir al completo las pistas del ataque.

 

TAIWÁN PUEDE AYUDAR EN LA LUCHA
CONTRA EL CIBERCRIMEN

En junio de 2016 sucedió una ciberintrusión nunca vista en un cajero automático de Taiwán. En dicho ataque se retiraron de forma ilegal 83.27 millones de dólares taiwaneses del banco First Bank. La policía, en una semana, no sólo recuperó 77.48 millones de dólares taiwaneses, sino, también, arrestó a tres cómplices de la organización cibercriminal: de nacionalidad lituana, rumana y moldava.

Este hecho atrajo la atención de la comunidad internacional. En septiembre del mismo año, ocurrió en Rumania otro caso similar de robo a un cajero automático, en el cual uno de los sospechosos lo era también del robo al First Bank de Taiwán. Por este motivo, la Europol invitó en tres ocasiones, de forma proactiva, al Buró de Investigación Criminal de Taiwán a acudir a su sede para intercambiar inteligencia y pruebas, y constituyeron conjuntamente la Operación TAIEX. Gracias a dicha cooperación, finalmente la Europol y la policía de España detuvieron al sospechoso y desarticularon esta organización cibercriminal. 

El cibercrimen no entiende de fronteras, la participación de Taiwán en la cooperación transfronteriza es esencial.

La policía de Taiwán dispone de una unidad con personal especializado dedicada a la investigación del cibercrimen. Por otro lado, estableció un laboratorio forense digital que cumple con los estándares internacionales de ISO 17025. Puesto que el cibercrimen no conoce fronteras, Taiwán desea poder cooperar mancomunadamente con la comunidad internacional para hacer frente al cibercrimen.

Taiwán entiende que la cooperación internacional es necesaria para luchar contra el cibercrimen y está dispuesto a ayudar y compartir con todo el mundo su experiencia para hacer del internet un lugar más seguro. En este sentido, pedimos que apoyen la participación de Taiwán como observador en la reunión anual de la Asamblea General de la Interpol y en otras reuniones, mecanismos y actividades de formación de la misma, así como de otras organizaciones internacionales.

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