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Mis 100 días en México y más allá

Columnista invitado Global

Columnista invitado Global

Jeong-in Suh
Embajador de la República de Corea en México

 

Han transcurrido más de 100 días desde mi llegada a México, el 24 de marzo, y me tomé la libertad de compartir mi admiración por este gran país y en particular honrar la fortaleza que los mexicanos y los coreanos hemos mostrado para sobrellevar el desafío sin precedentes que presenta la pandemia global de covid-19. 

Personalmente, he sido testigo de cómo todos nos hemos adaptado a esta nueva normalidad mediante el uso de herramientas tecnológicas y mucho ingenio. Por ejemplo, la Dirección General de Protocolo de la Cancillería de México realizó una ceremonia virtual para la recepción de la copia de mis cartas credenciales. Fue algo inaudito en México, pero muy efectivo al mismo tiempo.

También llevé a cabo una videoconferencia con el presidente del Grupo de Amistad México-Corea de la Cámara de Diputados, el diputado David Bautista, mediante la cual pudimos compartir nuestras ideas para la promoción de la cooperación política y económica entre ambos países. El 25 de agosto participé en un seminario web sobre oportunidades comerciales en México, organizado por COMCE y KOTRA, y en compañía del embajador de México en Corea, Bruno Figueroa

Hoy es necesario reconocer que el mundo entero se está enfrentando a un desafío sin precedentes ante el coronavirus, el cual ha cambiado nuestra manera de vivir. Muchos países y expertos elogian al modelo coreano como uno de los más eficaces para contener la pandemia —la llamada estrategia 3T: Trazabilidad, Testeos, y Tratamiento—. Sin embargo, debemos recordar que la clave contra el flagelo del coronavirus requiere una respuesta global, ya que sólo somos tan fuertes como el sistema de salud más débil de nuestro mundo interconectado.

En ese sentido, el pasado 21 de agosto tuve el placer de asistir a la Cancillería, en apego a todos los protocolos de la sana distancia, a la ceremonia para entrega de un apoyo del gobierno de Corea de seis equipos de extracción de ácido nucleico y los kits fabricados en Corea necesarios para que los centros de salud de México puedan llevar a cabo más de 48 mil pruebas PCR para la detección del covid-19.

Una vez que logremos vencer al coronavirus, podremos hablar de la virtuosa sinergia económica que existe entre nuestros países. No es casualidad que la inversión coreana en México supera los $6.5 mil millones de dólares, contando con alrededor de 2,000 compañías de la talla de Samsung, LG, KIA, Hyundai y POSCO, y generando más de 150,000 empleos de calidad. México y Corea colaboran hoy en día en una dinámica de prosperidad mutua. 

Con la presente tensión comercial entre Estados Unidos y China, aunado a la entrada en vigor del T-MEC, se ha hecho más patente la importancia geográfica de México como una plataforma industrial regional. México deberá potencializar sus ventajas en América Latina para el “Nearshoring”, que ha de atraer inversión por parte de muchos países, pero, sobre todo, de Corea. 

Para que México y Corea cosechen un mayor beneficio de las presentes oportunidades, es necesario generar más sinergias mediante un Tratado de Libre Comercio entre Corea y México. Actualmente, Corea también está llevando a cabo esfuerzos para incrementar su integración comercial en la región al solicitar su adhesión al protocolo comercial como Estado Asociado de la Alianza del Pacífico. Cabe mencionar que, entre los miembros de la AP, Corea ya cuenta con acuerdos comerciales con Chile, Colombia y Perú, pero aún no con México.

En 2022 se celebrará el 60 aniversario del establecimiento de nuestras relaciones diplomáticas. Podemos plantear que también ese año se diera un hito histórico desde la declaración de la asociación estratégica de nuestros países en 2005: la concreción de un Tratado de Libre Comercio entre Corea y México. 

Por último, me gustaría compartir un proverbio al pueblo de México: “Si quieres ir más rápido, ve solo. Pero si quieres llegar muy lejos, siempre ve acompañado”. Y es así como Corea y México superaremos todas las dificultades que encontremos en nuestros caminos, y así compartir un futuro más brillante.

 

¡Viva México! ¡Viva Corea!

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