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25 de noviembre

Clara Scherer

Clara Scherer

 

Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer, declarado por la ONU, en 1999, en conmemoración del asesinato, en 1960, de las hermanas Mirabal por órdenes del dictador Trujillo. Aunque no hay que olvidar que la convocatoria fue declarada e inició su difusión por el movimiento feminista latinoamericano desde 1981. Sin mujeres empujando, hubiera sido sólo un sueño.

La importancia de la misma es que ha hecho visible un grave problema mundial, que había permanecido en silencio al interior de las familias: violentar a las mujeres, hasta llegar a su asesinato. Desde entonces, ha sido evidente que, si no hay más mujeres en cargos de elección popular, los hombres no diseñarían políticas en favor de una vida libre de violencia, como no lo hicieron en más de 60 años (desde 1953, cuando las mujeres accedimos al derecho a votar. Antes, imposible de toda imposibilidad). Por eso, entre otras razones, la adopción de las cuotas obligatorias a los partidos políticos para que postularan a mujeres a dichos cargos, y después, legislar la paridad, elevada a rango constitucional. 

 

  • Fueron las legisladoras “de la cuota” quienes redactaron las leyes para mejorar la convivencia conyugal, comunal, social. También, las que establecieron la ley para la igualdad de derechos, que establece: “regular y garantizar la igualdad de oportunidades y de trato entre mujeres y hombres, proponer los lineamientos y mecanismos institucionales que orienten a la nación hacia el cumplimiento de la igualdad sustantiva en los ámbitos público y privado, promoviendo el empoderamiento de las mujeres y la lucha contra toda discriminación basada en el sexo. Sus disposiciones son de orden público e interés social y de observancia general en todo el territorio nacional”. 

Sorprende, por tanto, que aún hoy, y ante la excelente reglamentación del INE para que haya paridad en las candidaturas a los gobiernos de los estados, muchos hombres y algunas mujeres repliquen con esa decrépita y achacosa cantaleta “el género no importa, importan las capacidades”. Raro, rarísimo, que esos privilegiados por más de doscientos años de absoluta y total cuota masculina, no se percaten de que, para el avance civilizatorio, son absolutamente indispensables las mujeres. Más, cuando en México los feminicidios siguen al alza y los gobernadores no han hecho mayor cosa para que esto cambie.

Una noticia que alegra en el panorama actual, es la elección de Leticia Bonifaz como experta del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer (CEDAW) de Naciones Unidas. Alegra porque da una pequeña esperanza para que, en México, por presiones internacionales, se aplique alguna medida efectiva para disminuir la violencia contra niñas y mujeres. Si en el 2021 son nominadas y ganan por lo menos ocho mujeres, podemos asegurar que habrá políticas públicas que soporten y alienten el desarrollo de la necesaria igualdad.

Leticia ha expuesto la urgencia de revisar las alertas de violencia de género; tiene muy claro que la violencia no es igual en Cancún que en Ecatepec, aunque las consecuencias últimas sean las mismas. Las condiciones locales hacen una gran diferencia y la atención al terrible problema debe adecuarse a esa realidad local. Para ello, hay que actuar libre de prejuicios e ideas preconcebidas. Los refugios siguen siendo una estrategia indispensable para salvar las vidas de quienes han sido golpeadas y maltratadas; las campañas de comunicación para sensibilizar e informar, indispensables; la capacitación para dotar de herramientas a quienes están en la primera línea de actuación para atender, respetando su dignidad, a las víctimas.

El sistema judicial ha recibido recomendaciones desde la CEDAW: capacitar sistemática y obligatoriamente a todo el funcionariado para que cumpla con leyes en favor de los derechos de las niñas y las mujeres; juzgar con perspectiva de género; promover enfáticamente los derechos de las mujeres afromexicanas e indígenas (misión de Leticia), entre otras.

Las marchas son una herramienta adecuada para llamar la atención. Si asisten, cuídense del covid-19; si no, súmense en las redes sociales. Insistamos en poner alto a la violencia contra las mujeres.

 

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