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Acuse de recibo

Carlos Ornelas

Carlos Ornelas

El miércoles 25 asistí al seminario internacional Equidad y Justicia en la Nueva Escuela Mexicana. La Secretaría de Educación Pública y el Banco Interamericano de Desarrollo fueron los anfitriones.

Hubo presentaciones y discusiones interesantes —y provocadoras— de personalidades de varias partes del mundo. Académicos y funcionarios mexicanos no se quedaron atrás. Me agitaron el cerebro las intervenciones de Javier Murillo Torrecilla e Ivania de la Cruz Orozco.

Como en toda ceremonia oficial, las palabras de los jefes atraen más reflectores. Antes de la intervención del secretario de Educación Pública, Esteban Moctezuma, el subsecretario de Educación Básica, Marcos Bucio, planteó las perspectivas del seminario con el fin de aprender de otras experiencias. La educación mexicana no se encierra en sí misma, parece que quiso decir.

El secretario repitió consignas sobre el Acuerdo Educativo Nacional y la política del presidente López Obrador, aunque no escuché menciones a la Cuarta Transformación.

Pudiera decirse que la pieza de Moctezuma fue mesurada e informativa. Habló de los temas de la conferencia, equidad y justicia; también de interculturalidad y otros propósitos de la Nueva Escuela Mexicana, no de calidad, pero sí de excelencia educativa.

Aprovechó el pódium para cantar victoria por la aprobación de las leyes secundarias y debatió —sin aspavientos ni descalificaciones, hay que decirlo— con analistas que están en desacuerdo con la política educativa de este gobierno. Acuso recibo de un punto.

Según mis notas, dijo algo así: “Basta con leer las leyes para darse cuenta de que no se regresará a la venta de plazas… Habrá una caja transparente para el manejo de las plazas y los distintos trámites de las maestras y los maestros que, por distintos motivos, eran causa de extorsión, abuso y corrupción”.

La Ley General del Sistema para la Carrera de las Maestras y los Maestros (artículo 34, fracción IV) establece: “La Secretaría celebrará un proceso público en el que pondrá a disposición de las autoridades educativas de las entidades federativas y las representaciones sindicales, en una mesa tripartita en cada uno de los estados y la Ciudad de México, para su participación…”.

No basta con leer la ley. También hay que examinar la historia. La representación sindical ya tiene una rendija, pronto abrirá la puerta para recolonizar la política de admisión, promoción y recompensa de los maestros. Lo tripartito es temporal. Esas y otras letras de la ley vaticinan que, de nuevo, las facciones del SNTE serán rectoras en la educación básica.

Y no hay que esperar tanto. La senadora Guadalupe Murguía Gutiérrez leyó en la tribuna una convocatoria de la sección 22 de Oaxaca para puestos de supervisión. En Michoacán, la venta de plazas está en crecimiento y va de 150 mil a 300 mil pesos (ContraRéplica 27/09/2019). Aquí están la extorsión, el abuso y corrupción.

En la rectoría de la educación se concentra la disputa. ¡La CNTE va a la vanguardia!

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