Semana crucial para la Guardia Nacional

Aun cuando todavía no se aprueban las modificaciones de ley correspondientes ni se realiza la consulta pública anunciada sobre este asunto para el 21 de marzo del presente año, la semana pasada el Presidente de la República convocó a que los jóvenes ya se acerquen a inscribirse en los centros regionales militares para este propósito. El objetivo se ha dicho, conformar esta organización en un lapso de tres años, con 50 mil elementos.

En este contexto, los secretarios de la Defensa Nacional, Luis Crescencio Sandoval, y de Marina, José Rafael Ojeda Durán, señalaron que la conformación del personal que formará parte de esta institución se inició con la integración de las policías Naval, Militar y Federal, que ya iniciaron actividades en cuestión de capacitación técnica, policial y axiológica en cuanto a virtudes militares. Los funcionarios destacaron también que se hizo la invitación a que militares, marinos y policías en activo soliciten su incorporación a esta institución. Por último, se abrió la convocatoria para quienes busquen sumarse. De esta forma, se prevé que entre 2019 y 2021, alrededor de 21 mil 170 elementos, del total de jóvenes reclutados, queden bajo responsabilidad directa de la Sedena.

En materia de seguridad, el gobierno federal enfrenta su verdadera prueba de fuego. Aun cuando en delitos como el robo de hidrocarburos ha logrado disminuciones importantes, tan sólo en diciembre, según el diario Reforma, ocurrieron un total de 887 homicidios dolosos. Se requieren nuevas herramientas que sean eficaces, sin repetir errores del pasado.

Todo indica que sólo una semana es poco tiempo para lograr un debate profundo y consciente sobre los retos que la institución propuesta habrá de enfrentar. A manera de ejemplo, organizaciones como Amnistía Internacional (AI) han manifestado sus preocupaciones en documentos como “La Guardia Nacional del Presidente López Obrador: Cinco Realidades que hay que saber”.

AI señala que “el modelo de la Guardia Nacional y el Plan de Paz y Seguridad 2018-2024 es muy semejante a sexenios anteriores, sólo con otro nombre”. De igual forma, dicho estudio comenta que, “aunque el plan de AMLO dice que la Guardia Nacional tendrá una formación distinta, no hay certeza de que el entrenamiento será diferente a lo que ya han tenido militares antes”.

El debate de esta semana será fundamental para el futuro inmediato y mediato del país en el tema que más le preocupa a la sociedad. Por ello, más allá de generalidades, los foros deberían enfocarse a resolver preguntas concretas como: ¿en qué consiste la reformulación del enfoque de seguridad? ¿Qué delitos son los que se buscará disminuir prioritariamente? ¿Cuáles son las metas específicas? ¿En cuánto tiempo y cómo se harán las evaluaciones? ¿Cómo se capacitará a los elementos involucrados? ¿Cuántos recursos habrán de destinarse para esta tarea? ¿Cuáles serán los mecanismos de participación ciudadana para coadyuvar en este esfuerzo?

La complejidad del problema ha permitido entender que, en el corto plazo, es prácticamente imposible desarrollar una estrategia en materia de seguridad que no involucre a las fuerzas castrenses. Sin embargo, por el propio bien de las instituciones involucradas, como Sedena y Marina —las más prestigiadas en el país, por cierto—, debemos acotar los tiempos, aclarar responsabilidades y, sobre todo, definir la forma en que habrá de construirse una base institucional a nivel estatal y municipal que garantice que, en el mediano plazo, sea exclusivamente a los civiles y no a los militares a quienes la sociedad mexicana les demandemos en esta materia. Esta semana será crucial.