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Sin Maquillaje / arlamont@msn.com

Alfredo La Mont III

Alfredo La Mont III

Sin Maquillaje

 

 

CREMATORIOS/JOSÉ MOLINA

En estos tiempos de covid y debido a la mortandad que hay en nuestro país, respecto a las cremaciones quiero preguntarle: ¿lo que se despide al medio ambiente cuando es cremada una persona es perjudicial para la salud de las demás personas? El uso constante de los crematorios, ¿de qué manera nos afecta a la salud?, ¿sólo afecta a la gente que vive cerca de los crematorios?, ¿si vivimos lejos de los crematorios no tenemos ningún problema?

R. Don José, en mayo del año pasado, Hugo López-Gatell, subsecretario de Salud, dijo que “las operaciones de los crematorios no deben verse afectadas por los fallecidos a causa de coronavirus”, por lo tanto, el funcionario consideró que “no debe haber un incremento a los índices de contaminación derivado de una mayor demanda de servicios crematorios”.

Un amigo que sabe de este tema (es dueño de una funeraria) me compartió que, proporcionalmente al tamaño de nuestra ciudad, el número de cremaciones no tiene o no debe tener ningún efecto notable en el medio ambiente. Sin embargo, al momento de responder a su pregunta aún estoy en espera de una respuesta oficial de la licenciada Fanny Ruiz, directora de Comunicación Social de la Secretaría del Medio Ambiente: fruiz@sedema.cdmx.gob.mx.

 

DISFRACES/IVÁN GIRALDO

(En el tema del significado de los disfraces, Médico de la Peste) El bastón, de unos dos metros, era para medir la distancia que debían conservar entre sí las personas.

R. Don Iván, gracias por ampliar mi respuesta. Ya en aquella época entendían mejor la necesidad de conservar la distancia para beneficio de todos.

 

CONTRA NATURA/ANDRÉS CÁRDENAS

Con mucho interés leí tu interpretación de la acepción “contra natura”. Efectivamente, tu explicación es correcta, aunque creo que limitada a sólo un punto de vista, el de la religión. La natura está compuesta de todas las cosas y fuerzas del universo, que es opuesto a las leyes naturales o humanas. O sea, que no son las formas en que la mayoría de los seres humanos nos movemos. Como ser humano, “normal” e independientemente de las creencias religiosas, ¿cómo es nuestra manera de convivio que usualmente consideramos como aceptable?, ¿nos apetece aparearnos con alguien de nuestro mismo sexo? Creo que la respuesta es, obviamente, abrumadora. O sea que, aceptado o rechazado por las religiones, es nuestro propio gusto como humanos el que calificaría un acto como “natural o contra natura”.

 

R. Don Andrés, donde diferimos es que no es nuestra elección particular la que define lo que es o no es contra natura o, mejor dicho, lo que es natural o no. La definición es clara: todo aquello que el ser humano da hacer es, por origen, natural. Le planteo, cuando se imaginó el “primer hombre” que, eventualmente, su boca se usaría para besar a otro ser humano; que se usaría un tubo con agujeros para producir sonidos y, así, don Andrés, ad infinitum. Si se puede, es natural; ahora, que nos parezca o no, es otro tema de juicio personal.

 

RETRÓGRADO/JAVIER EMILIO HAMUE MEDINA

Soy retrógrada, soy tonto o qué soy, señor Lamont, le ruego su franca respuesta, ¿al pensar, primero, que los gays deben guardarse otra vez en el clóset y dejar de contraer sus ridículos, aberrantes y ofensivos matrimonios y, segundo, pensar que es falso que la mujer que aborta al hijo no planeado está disponiendo de su propio cuerpo?

 

R. Don Javier Emilio, todos tenemos derecho a nuestra opinión y a opinar, y tenemos derecho a vivir la vida que escojamos, sin temor. La gente con orientación sexual diferente a la suya tiene el derecho a vivir su vida como quiera. Las mujeres tienen el derecho de decidir qué hacer o no con su cuerpo, y la decisión del aborto es entre ellas y su médico.

 

 

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