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Sin Maquillaje / arlamont@msn.com

Alfredo La Mont III

Alfredo La Mont III

Sin Maquillaje

 

SAL/DESMIN B

¿Por qué se considera de mala suerte tirar sal?

R: La sal es esencial para la vida humana y alguna vez fue un bien extremadamente valioso, tanto así que la palabra salario deriva de ella.  El mineral cristalino se usó en antiguos sacrificios judíos, griegos y romanos, y fue el medio principal para conservar los alimentos antes de que llegara la refrigeración.  Con el paso de los años, la sal se asoció con la pureza, la incorruptibilidad y la santidad, lo cual es bueno, tanto para evitar la podredumbre, como para los espíritus malignos.  Entonces, era lógico que derramar sal fuera malo tanto para el presupuesto, como para el alma, igual que ahora.

 

TOCAR/BRENDAN MANUEL HERNÁNDEZ

No sé si le haya pasado o lo haya notado, pero en algunas ocasiones, en los restaurantes he tenido la experiencia de que la mesera me toca el hombro o el brazo suavemente, ¿tiene algún significado?, ¿me está coqueteando o qué?

R: Don Brendan, tocar es un aspecto importante del lenguaje corporal de las manos. Si alguien te toca con toda la mano, como una mano firme en el hombro, significa que le gustas más que si te tocan con la punta de los dedos. Ahora, un estudio de la Universidad de Cornell encontró que un mesero recibió propinas significativamente más grandes cuando tocó el hombro de la persona que pagaba la cuenta que cuando no tocó al cliente. Esto tuvo el mismo efecto si el cliente al que se tocaba era hombre o mujer, pero la edad del cliente sí tuvo un efecto: los clientes jóvenes respondieron más positivamente al toque que los comensales mayores.  Sin embargo, los comensales mayores que fueron tocados aumentaron sus propinas en comparación con los comensales de edad similar que no fueron tocados en absoluto.

 

COSAS EN LA VIDA/BECKY CÁRDENA

Siendo usted un hombre maduro, ¿me puede decir 10 cosas que haya dejado de hacer en su vida?

R: Doña Becky, aquí le comparto las siguientes, iniciando esta respuesta no sé si serán  10, más o menos. Dejé de:

Jugar futbol. Preocuparme por lo que la gente piensa de mi apariencia. De socializar como lo hacía antes.

No salgo a restaurantes con la frecuencia con la que lo hacía antes, pero cuando lo hago me propongo que sea un buen experimento culinario. Ahorro y no engordo.

Hago ejercicio en un horario fijo. Camino y hago resistencia la mayoría de los días, pero lo alterno.

Dejé de saltarme alimentos. Antes, a veces no almorzaba; ahora no se me va. Dejé de ingerir muchos lácteos, pero no puedo dejar los quesos.

Trabajar extra. Dar importancia a los lazos familiares. Me he dado cuenta que el título de tía, tío, abuela, etc., no vale tanto como los verdaderos amigos.

 

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