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Siembra 4-T bomba de tiempo a Claudia

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Seguramente sin querer, pero el Presidente le sembró este fin de semana una bomba a Claudia Sheinbaum, al invitar al Frente Nacional AntiAMLO (FRENA) a mantener en forma indefinida su plantón iniciado en la avenida Juárez del Centro Histórico.

El sábado pasado, la agrupación intentó llegar al Zócalo para protestar contra las políticas de la administración federal, pero el gobierno capitalino desplegó vallas metálicas y policías para frenar la marcha, e incluso decomisarles tiendas de campaña.

Ante esta acción, los manifestantes decidieron instalar un campamento provisional sobre avenida Juárez, frente a la Alameda Central, obligando a cerrar la circulación de esa importante avenida, donde confluyen hoteles, restaurantes y diversos negocios.

El gobierno capitalino dijo que no permitiría el cierre de avenidas, pero desde Zacatecas el Presidente anunció que el Zócalo sería abierto, aunque después retó a los organizadores a quedarse en plantón permanente, como él lo hizo en 2006 tras perder las elecciones.

Incluso, les dio garantía de que no serían molestados y retó a los dirigentes de ese movimiento a quedarse en las tiendas de campaña, en lugar de instalarse en hoteles mientras los manifestantes están en el piso.

Esta arenga presidencial prendió las alertas en el equipo de Sheinbaum, pues no se pueden dar el lujo de permitir el bloqueo de esa importante vía —que ayer se empezaba a extender hasta Reforma—, debido al daño económico que generaría.

Sí ya de por sí con la pandemia hay graves problemas, nadie quisiera imaginar lo que pasaría si los manifestantes aceptan la invitación presidencial de quedarse en forma indefinida a dormir en las calles, con la garantía de que nadie los molestará.

Ante ello salió ayer el secretario de Gobierno, José Alfonso Suárez del Real, a anunciar que la administración capitalina abrirá los accesos al Zócalo, pero resguardará el derecho “de quienes quieran asistir a los servicios religiosos”.

En otras palabras, les está diciendo que se pueden instalar en la plancha, pero con el pretexto de mantener libre el acceso a La Catedral, evitar que vayan a instalarse sobre las vialidades e impidan la entrada a Palacio Nacional y a la sede del gobierno capitalino.

A ver si los organizadores del plantón no deciden aprovechar la invitación presidencial de que hagan lo que él hizo hace 14 años, y se queden acampando sobre Reforma en forma indefinida, causando pérdidas millonarias a la ciudad y molestia entre sus habitantes.

Porque los capitalinos exigirán el retiro del plantón, y si el gobierno no lo hace la ciudadanía se lo cobrará en las urnas; si lo hace, se convertiría en el gobierno represor que no quiere ser.

La gran diferencia es que los manifestantes del plantón de 2006 y el gobierno capitalino, que entonces encabezaba Alejandro Encinas, eran del mismo equipo; hoy son del bando contrario.

Vaya bombita que tendrá que desactivar Claudia Sheinbaum.

 

CENTAVITOS

Ya que la fiscal “autónoma” de la Ciudad de México, Ernestina Godoy, anda tan preocupada abriendo investigaciones judiciales que, según ella, estuvieron mal hechas en el pasado, aprovechando el tercer aniversario del sismo de 2017 bien haría en reabrir la del Colegio Rébsamen, donde murieron niños y profesores al derrumbarse el edificio, ampliado mediante corruptelas.

Para tranquilidad de todos debería revisar con lupa la actuación de las autoridades que autorizaron las obras y que pertenecían a la delegación Tlalpan, entonces gobernada por Claudia Sheinbaum. Nomás para estar todos tranquilos. 

 

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