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Se agita Álvaro Obregón

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Luego de que el canciller Marcelo Ebrard diera a conocer el fin de semana la lista de 21 nominados para embajadores y cónsules de México en los países de América Latina y El Caribe, las aguas se agitaron en Álvaro Obregón.

La publicación de la citada lista levantó una ola de especulaciones en esa alcaldía, que de por sí no ha estado nada tranquila desde que Layda Sansores inició su administración en octubre pasado.

Y es que la cancillería propuso como nuevo embajador en Guatemala a Romeo Ruiz Armento, viejo profesor priista de origen chiapaneco, sin ninguna experiencia en el tema de la diplomacia, pero que, para más señas, es esposo de la alcaldesa Layda.

Todo el mundo sabe que don Romeo es el gran consejero de su pelirroja esposa, y más de uno tiene duda en lo que pudiera ocurrir si es ratificado como embajador, pues se tendría que ir a radicar a Guatemala y dejar a su pareja… o llevársela.

Desde hace semanas se ha venido especulando que la pelirroja no duraría mucho en el cargo, pues buscaría moverse a la administración pública federal, pero el nombramiento de su esposo ya puso a varios grillos a estudiar el tablero político.

La alcaldía de Álvaro Obregón lleva ya un tiempo moviéndose en la grilla entre el equipo cercano de Layda, donde se ve con claridad un juego de poderes en los que ya ha habido dos víctimas de primer nivel.

El primero en la lista fue Antonio del Castillo, quien apenas en enero fue cepillado del área Jurídica y de Gobierno en Álvaro Obregón, dejando su lugar a Erik Reyes —de dudosa reputación— quien, dicen, llegó de la mano de Alberto Esteva, director de Administración.

Con Del Castillo fuera de combate, el siguiente objetivo de Esteva era el expriista Fernando Trejo, quien llegó como jefe de la Oficina de la alcaldesa, desde donde quiso jugar a las vencidas y perdió.

Apenas la semana pasada, Trejo dejó de trabajar para la alcaldía y ahora el esposo de Layda va como embajador a Guatemala; el grupo que quiere apoderarse de Álvaro Obregón se frota las manos, incluyendo a varios diputados.

Porque todo el mundo tiene claro que desde que inició la actual administración se estableció un co-gobierno entre Sansores y Esteva, con intermediación del marido de la alcaldesa, quien hoy se va y deja la cancha libre para que el oaxaqueño opere a sus anchas.

Claro, eso si lo dejan desde el Zócalo, pues es perfectamente sabido que Esteva no es de las simpatías de Claudia Sheinbaum ni de su primer círculo, por lo que las aguas se agitarán en los próximos días.

 

CENTAVITOS

Por cierto, quién sabe si será karma, pero el hecho de que el esposo de Layda —y en una de esas ella misma— vaya a la embajada de México en Guatemala debió caerle al menos en gracia a Leonel Luna, excacique obregonense que anda agazapado y cuyas raíces son precisamente guatemaltecas.

 

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