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Preocupación monrealista en Cuauhtémoc

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Para nadie era un secreto que el equipo de Ricardo Monreal no movería un dedo en favor de la candidata de Morena a la alcaldía de Cuauhtémoc, Dolores Padierna Luna, quien fue impuesta por Claudia Sheinbaum tras oscuras negociaciones con René Bejarano.

No es nuevo que las huestes del senador quedaron muy dolidas con esa imposición de la jefa de Gobierno, quien le quitó a Néstor Núñez la oportunidad de reelegirse como alcalde y de paso le arrebató a Monreal un territorio importante en la capital del país.

Pensaban hacerle la vida de cuadritos a la esposa de Bejarano para que no ganara —o al menos para que le costara trabajo—, pero al parecer ni falta ha hecho operar en su contra, pues la diputada no es bien vista por el grueso de la comunidad.

Los primeros en oponerse a su candidatura fueron los empresarios y comerciantes de esa alcaldía, quienes tienen muy malos recuerdos de lo que fue su primera administración, de 2000 a 2003, periodo en el cual afirman que sus bolsillos les fueron sangrados. La candidata de Morena, su esposo y los probables funcionarios, como Manuel El Maizoro Oropeza, tienen fama de corruptos entre la comunidad empresarial. Y no se diga de otros, como Roberto El Gordo López, que en eso de los dineros se cuece aparte.

Si a esto se le agrega la extraña detención y encarcelamiento de Diana Sánchez Barrios y la persecución en contra de su familia —entre ellas de la histórica lideresa de ambulantes Alejandra Barrios Richard—, pues la cosa se pone peor.

Y aquí es donde se les presenta un problema mayor a los monrealistas de la Cuauhtémoc que buscan otras posiciones, pues si su idea era llamar al voto diferenciado; es decir, en contra de Lola y a favor de los diputados de Morena, ya no podrán. La animadversión por Padierna es tal que los sectores que no la quieren agarrarán parejo: todo en contra de la 4T, se trate de quien se trate.

A quien más perjudica esto, por supuesto, es a los que hacen campaña por llegar o reelegirse para el Congreso de la Ciudad de México, como Temístocles Villanueva, por ejemplo, que a diario enfrenta reclamos por el encarcelamiento de Diana, aunque él nada haya tenido que ver.

O el actual vicecoordinador de Morena en Donceles, José Luis Rodríguez, quien también busca la reelección, pero se las ha visto negras en el distrito 12, que abarca la Roma y La Condesa, entre otras colonias, donde no quieren saber nada de la esposa de Bejarano.

Contra ello y contra el hartazgo de la gente por los malos gobiernos pejistas es contra lo que tienen que luchar los simpatizantes de Monreal que buscan un cargo público en la Cuauhtémoc, de donde en breve serían desplazados.

Porque si bien es cierto que hay rechazo en varias zonas hacia Padierna, la alcaldía es tan grande que probablemente le alcanzará para ganar, así sea apretadamente, compensando con los votos que obtenga de las zonas duras del morenismo. Así que la preocupación real es de los monrealistas.

 

CENTAVITOS... Para quienes tenían dudas si el accidente de la Línea 12 del Metro iba a afectar las simpatías por los candidatos de Morena en la CDMX, ya salieron los primeros resultados, que comprueban que sí habrá afectación. Se sabía que en Tláhuac e Iztapalapa los ciudadanos están más que encabritados, y los más recientes números indican que los morenos perdieron entre cinco y seis puntos porcentuales en Iztacalco y Venustiano Carranza. Aunque las cifras aún no ponen en riesgo el triunfo en ninguna de las dos alcaldías, quién sabe cómo les vaya en los distritos, pues esto todavía no acaba.

 

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