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Ni tres meses les duró su ley

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Menos de tres meses estuvo en el aire la Ley Constitucional de Derechos Humanos y, ayer, los diputados locales tuvieron que destazarla para corregir el Frankenstein que habían elaborado en diciembre, y que les valió una buena regañada.

La citada ley fue elaborada sobre las rodillas y aprobada precipitadamente en diciembre pasado, aun cuando, al interior y al exterior del Palacio de Donceles, les habían hecho varias observaciones que, por supuesto, no fueron atendidas.

Todavía está fresca la imagen del diputado moreno Temístocles Villanueva celebrando en el pleno la aprobación de ese bodrio, que de inmediato causó muchos dolores de cabeza en las altas esferas del gobierno capitalino.

Tan inconforme estaba Claudia Sheinbaum con el documento final, que se negó a publicarlo para que entrara en vigor, lo que incluso le valió una amonestación del Congreso de la Ciudad de México, que le ordenó publicarlo o lo harían los diputados.

El ordenamiento, que debió publicarse el 1 de abril pasado, se hizo hasta el día 7 en una edición especial de la gaceta de la ciudad, para evitar lo que hubiera sido una vergüenza histórica: que un Congreso publicara una ley en lugar del gobierno en turno.

Con todo y que se publicó, el coraje de Sheinbaum no bajó ni tantito, y tampoco el de Nashieli Ramírez, presidenta de la Comisión de Derechos Humanos en la Ciudad de México; ninguna de ellas ocultó su inconformidad.

Y es que antes de la aprobación de la citada ley, Nashieli y su equipo habían preparado un documento para darle sustento, e incluso se habló de la posibilidad de que la Comisión la presentara, pero los celos de los morenos de Donceles se impusieron.

Temístocles insistió en que los diputados elaborarían la ley y la dictaminarían, pero que tomarían en cuenta las recomendaciones de los especialistas, cosa que, por supuesto, no ocurrió.

Es vergonzoso que ayer, a menos de tres meses de haberse publicado, esa ley haya pasado a cuchillo y que 30 de sus 134 artículos hayan tenido que ser modificados en el fondo.

Los diputados de Morena, a través de Temístocles, dijeron que se trataba solamente de algunas correcciones de redacción y ortografía, como si fuera una gracia que los diputados no sepan redactar bien, pero el asunto fue de fondo.

Fue el perredista Jorge Gaviño quien, en tribuna, le pidió que fuera honesto y hablara con la verdad, pues, aunque Temístocles afirmó que los cambios se hicieron “para afianzar su aplicación”, le recomendó que reconociera que se había hecho al vapor y mal.

“No sé si a ustedes, pero a mí me da vergüenza, siendo parte de esta legislatura, no haberme dado cuenta de que tenía múltiples errores y que ahora los estamos corrigiendo”, dijo Gaviño.

Esa ley fue un asco.

 

CENTAVITOS

Aunque ya pasó la Semana Santa, al que crucificarán hoy en Donceles será a Manuel Negrete, que está citado para que informe cómo va el negocio… digo, la alcaldía de Coyoacán, que en medio año trae el récord de señalamientos de corrupción.

 

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