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Los autodesignados del PAN

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

Desde hace varios meses, Damián Zepeda y Mauricio Tabe, entonces presidentes del PAN nacional y en la CDMX, respectivamente, tenían claro que querían ser los líderes de sus respectivas fracciones, uno en el Senado y otro en el Congreso de la capital.

Ambos estaban claros de que el nombramiento de los coordinadores legislativos es facultad de los presidentes del partido en cada ámbito de influencia, y que se vería muy mal que, siendo los dirigentes, se autonombraran para el cargo.

Una salida fácil fue la que utilizó primero Zepeda, quien cedió la presidencia nacional del PAN a su títere, Marcelo Torres, para que éste lo designara líder de la bancada azul en el Senado, lo cual fue un escándalo.

Por supuesto, quedó en evidencia la burda jugada de Damián para salirse con la suya, lo que ocasionó una guerra interna, de la cual aún no se pueden contabilizar las bajas, pues hay varios frentes abiertos, uno de ellos, la dirección nacional del partido.

Al más puro estilo de Zepeda, en la CDXM Tabe aplicó la misma fórmula y dejó como encargado del partido a Christian Lujano Nicolás, para representar el papel de patiño y nombrar a Mauricio coordinador legislativo en Donceles.

El problema de los panistas capitalinos es el mismo que el de sus hermanos mayores, pues, en breve, tendrán que elegir a un nuevo presidente azul y están muy divididos, aunque, a todas luces, es claro qué grupo tiene la ventaja para ganar las elecciones.

No será difícil que los candidatos del grupo dominante se impongan, eso se da por descontado. El verdadero asunto es la batalla interna que seguirá y que desgastará al partido, sobre todo ahora que está a la baja.

Si bien es cierto que Tabe ya fue diputado local, también lo es que su llegada como congresista de la capital no se la ganó precisamente en las urnas, sino porque fue anotado como número uno en la lista plurinominal para diputados.

Quienes sí ganaron en las urnas y que también reclamaban el puesto, quizá con mayores méritos porque fueron los únicos dos diputados que vencieron a Morena en la CDMX, son Federico Döring y Christian von Roehrich.

Es público que Mauricio y Christian le reportan a Jorge Romero, su líder moral, pero que Döring es enemigo acérrimo del hoy diputado federal, que, de última hora, fue bajado, primero de la coordinación y después de la vice-coordinación azul en San Lázaro.

Los exgobernadores Juan Carlos Romero Hicks y Marco Adame, de Guanajuato y Morelos, respectivamente, le comieron el mandado.

El asunto quedó saldado en Donceles con la designación de Tabe, pero ahora habrá que ver qué va a hacer el partido y la bancada con el ego herido de Von Roehrich y Döring, que, por una parte, se ganaron el derecho en territorio y, por otro, siempre les ha gustado ser el centro de atención.

O sea, los muñecos de la rosca.

CENTAVITOS… Quien se dejó ver por la avenida Juárez acompañando al futuro canciller, Marcelo Ebrard, fue su exsecretaria de Medio Ambiente, Martha Delgado, que había bajado su perfil los últimos años. Delgado no era gente de Marcelo, se conocieron en la administración del exjefe de Gobierno, pero tan buenos resultados dio que, desde entonces, se convirtió en una colaboradora cercana y pieza importante, sobre todo en su relación con los grupos ambientalistas del país, que, por cierto, no son pocos. Al menos doña Martha habla perfecto inglés, por si se ofrece algún consulado o algo así.

 

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