Llega a Gobierno exprotegido de Barrales

Apenas el miércoles se confirmó la salida de Arturo Medina como subsecretario de Gobierno de la Ciudad de México, y ayer Claudia Sheinbaum anunció la llegada a ese puesto del experredista Efraín Morales, mucho tiempo protegido de Alejandra Barrales. El movimiento está suscrito en el marco del proceso electoral de 2021, en el que Morena y la 4-T serán puestos a prueba en las urnas, tras ejercer, por primera vez, los gobiernos federal y local, así como la mayoría legislativa.

Era obvio que Sheinbaum necesitaba contar con un operador político para sacar del atolladero a Héctor Ulises García, su encargado del despacho del partido pejista en la capital, al que se le ha hecho bolas el engrudo con los caciques capitalinos. Hasta ahí está bien que buscara a alguien para las campañas, pero los que saben del tema tienen dudas sobre un punto muy importante en torno al nuevo funcionario, cuya familia hizo su ronchita en Iztapalapa: la lealtad.

Y es que Efraín, cuyo padre es actual diputado local de Morena y ya renegó políticamente de sus hijos —tiene otro llamado Carlos—, se formó bajo la tutela de René Arce, a quien abandonó apenas cayó de la gracia de Marcelo Ebrard cuando era jefe de Gobierno. Los Morales se plegaron en el PRD a la tribu de Nueva Izquierda, pero salieron de ahí y en el sexenio pasado se refugiaron bajo las faldas de Barrales.

La también experredista los cobijó en la nómina de la Secretaría de Educación del DF, que encabezó durante la administración de Miguel Ángel Mancera. Pero no sólo Efraín y Carlos fueron cobijados; en la nómina estaban el grueso de sus equipos políticos. Su esperanza era que Alejandra ganara las elecciones con la alianza PAN, PRD y Movimiento Ciudadano, pero la ganadora fue Claudia, con quien habían dejado una vela prendida, pues era la favorita, y Efraín agarró con ella un hueso menor en la Secretaría de Obras.

Ahora regresa a los primeros planos, pues, aunque va como segundo en la Secretaría de Gobierno, queda claro que tendrá una tarea importante en las próximas elecciones, toda vez que su jefe directo, Alfonso Suárez del Real, es buen operador político, pero no electoral. Otra cosa importante es que conoce a la perfección a las tribus perredistas, que, para el próximo año unirán fuerzas con el PAN y el PRI en busca de destronar a Morena y serán peligrosos. Si en la CDMX la oposición gana, sería la tumba política para Claudia rumbo a 2024.

Seguramente la llegada de Efraín no es la mejor noticia para René Bejarano, quien ya había agarrado de su chamaco a Héctor Ulises, que no ata ni desata, el pobre. Al parecer Sheinbaum ya se deshizo de la herencia que le había dejado Rosa Icela Rodríguez en su gobierno.

CENTAVITOS

Una auténtica bofetada reciben en pleno pico de pandemia los médicos mexicanos, luego de que el gobierno de la 4-T anunció la llegada de 500 médicos cubanos para el combate de la covid-19. La llegada de personal de la isla durante el primer semestre del año ya había causado indignación, sobre todo en la capital, pues los mexicanos decían que sus colegas no sabían ni usar los equipos, trabajaban sólo seis horas, les daban los mejores equipos y alimentación, y lo peor, Cuba cobró seis millones de euros —en esa moneda exigieron el pago—, por tres meses de visita…

*** Aviso parroquial: con motivo de las fiestas decembrinas, está columna dejará de aparecer a partir del próximo lunes y reaparecerá 4 de enero de 2021. Que haya salud, salud y más salud, ¡felicidades!