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La flacidez de Morena en la CDMX

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

A una semana de haber desbordado el Zócalo capitalino, según ellos con 500 mil simpatizantes durante la conmemoración de la Expropiación Petrolera, las dirigencias nacional y local de Morena no pudieron juntar el fin de semana más de 500 personas en Iztacalco.

Lo que se publicitó como la toma de protesta a los comités morenistas en esa alcaldía, con la presencia del presidente nacional, Mario Delgado, y el de la CDMX, Sebastián Ramírez, llamó poderosamente la atención, pues también estaría el alcalde Armando Quintero.

Se dispuso de la Sala de Armas de La Magdalena Mixhuca, recinto público que, en teoría, no podría ser utilizado para proselitismo político, a menos que se pague a la alcaldía una renta; seguro habrá un contrato.

Delgado, El Sebas y Quintero sí estuvieron, los que no llegaron fueron los militantes. A la hora del evento, en la duela había no más de cien personas, por lo que se acarreó de emergencia a niños, amas de casa y adultos mayores.

Aun así, tuvieron que cerrar toda el área de las gradas, pues con trabajos juntaron unas 500 personas; el evento fue totalmente desangelado. Ni porque el alcalde jugaba de local y Mario ha sido diputado por Iztacalco jaló la gente; el pobre Sebas ni siquiera cuenta.

La mala suerte alcanzó también a la diputada Lourdes Paz, quien había esperado con ansias su destape como taparrosca en esa demarcación y debía mostrar músculo; al final, se vio tan flácida como sus jefes.

Ni con el acarreo de supuestos líderes de colonias de Iztacalco y de otras alcaldías evitaron las tribunas vacías. Bueno, ni con la presencia del cuñado del alcalde, Paco Sánchez, inhabilitado 10 años por corrupción.

Todavía falta saber cuánto se cobró al partido por usar las instalaciones de la alcaldía, pues esos ingresos bien podrían servir para atender los problemas urgentes de falta de agua y la creciente inseguridad en Iztacalco, por ejemplo.

Porque no estaría bien que mientras la demarcación muere de sed, los recursos se desviaran para movilizar gente a un evento partidista.

Ahora se entiende por qué esa alcaldía es la peor evaluada de la capital del país, y que si Morena no la perdió también en 2021 fue porque Los Chuchos se negaron a hacer alianza con el PAN en ese territorio, por pleitos personales con el candidato propuesto.

Está claro que Quintero quiere dejar a alguien como Paz, diputada con la que no sólo sus espaldas quedarían cubiertas, sino que podría seguir haciendo negocios con ella al frente de la demarcación.

 

CENTAVITOS

Y mientras los morenos carecen de brújula en la capital, los aliancistas no cantan mal las rancheras, pues las diligencias nacionales del PRI y del PRD quieren repartirse el pastel antes de tiempo. Dicen que Jesús Zambrano ofreció a Alejandro Moreno la alcaldía Cuauhtémoc para el tricolor, a cambio de que le dejen conservar Tlalpan. Qué descaro de Zambrano y de Alito, dos sujetos que dejaron perder la fuerza nacional de sus respectivos partidos y que ahora se quieren mendigar alcaldías como si fueran suyas. Ahora se ve por qué Los Chuchos pelean con uñas y dientes el control del PRD capitalino, pues, como no tienen nada fuera de la ciudad, quieren sentarse a la mesa de la alianza a negociar con lo poco que el partido conservó en la capital. Nada más deberían de ver que, en Tlalpan, Alfa González va en picada y, en Cuauhtémoc, Sandra Cuevas ha crecido como la espuma, para darse cuenta de los disparatado de su propuesta. Pero como Tlalpan mantiene a La Chuchiza

 

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