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La científica del gobierno

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

Cuando arrancó su campaña por la Jefatura de Gobierno de la Ciudad de México, el eslogan preferido que Claudia Sheinbaum presumió siempre estuvo basado en su formación dentro de la ciencia: “una científica para la ciudad”, repetía.

Si la gobernante es una buena científica y aplica las reglas, no pasará mucho tiempo en que realice sus primeros cambios en su gabinete, pues es claro que varios de ellos no están dando el ancho.

El método científico se basa en el ensayo y error… y como ensayo ya estuvo bueno, pues los errores han sido la característica de su administración.

Si bien es cierto que en todo proceso se debe pasar por una curva de aprendizaje, es claro que quienes están al frente no aprenderán y la oportunidad para dar resultados tiene un tiempo perentorio.

La gente de ciencia sabe que, si el método no funciona, hay que cambiarlo en busca de los resultados, pues no se puede mantener todo el tiempo el mismo camino mientras el tiempo apremia.

El sistema de ensayo y error muestra muy claramente dónde están las principales fallas, que son precisamente en los temas sensibles que prometió cambiar: seguridad pública, servicios públicos y movilidad.

La cosa es sencilla, no es cuestión de grillas sino de números y resultados; un verdadero científico ya sabría qué decisiones tomar ante las evidencias.

Hay temas en la capital que son muy complicados y que requieren medidas avaladas por conocimientos técnicos y científicos, pero jamás se puede dejar de lado la capacidad política.

Sheinbaum podría aprovechar su conocimiento para resolver problemas como el del agua, el tráfico y la inseguridad, pero si usa el método científico que tanto presumió tendría que empezar por despedir a quienes no le darán resultados.

Porque si bien es cierto que necesita tener cerca a gente de su confianza, también debería procurar hacerse de los más capaces y los que puedan tener mayores posibilidades de resolver los problemas.

La jefa de Gobierno debe saber que el gabinete es clave para dar resultados, y que la falta de un buen equipo le dificultará encontrar los resultados, porque las pruebas de ensayo y error ya tuvieron que arrojarle indicadores de quiénes no tendrían que estar.

Formar un buen gabinete es de vital importancia, pues el titular no tiene que ser especialista en integrar presupuestos, resolver crisis o prestar servicios; eso lo deben hacer sus funcionarios, que lo harán ser un buen o mal gobernante.

Claudia sigue inmersa en esa curva de aprendizaje natural; lo malo es que el resto de su administración está todavía más abajo, por lo que no hay una cabeza para llevar las riendas.

Por eso, si aplica el método científico del ensayo y error, Sheinbaum va a despachar pronto a medio gabinete.

CENTAVITOS

Hoy mismo empieza el desfile de alcaldes en Donceles, y a ver si los diputados se muestran tan valientes cuando los tengan enfrente, y no sólo hablen de ellos a sus espaldas o desde sus curules.

 

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