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El gabinetazo de Claudia

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Igual a lo que hizo Miguel Ángel Mancera hace seis años, Claudia Sheinbaum dio a conocer ayer que en su gabinete al frente de la Jefatura de Gobierno de la CDMX no habrá representantes de tribus de su partido.

La futura gobernante tampoco incluyó —hasta el momento— a ningún enviado de Andrés Manuel López Obrador, lo que se puede leer como que tendrá libertad para la toma de decisiones o que no hay suficientes pejistas para llegar al gobierno.

Al hacer públicos los nombres para las principales carteras en su administración —a excepción de las de Salud, Seguridad y Procuración de Justicia, se aprecian buenas, regulares y malas decisiones.

Entre las buenas está el nombramiento de Rosa Icela Rodríguez como secretaria de Gobierno —o sea, la número dos de la CDMX—, por su perfil conciliador y su efectividad para el trabajo.

La futura secretaria ha trabajado con los gobiernos de Cuauhtémoc Cárdenas, Rosario Robles, López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera, por lo que puede tener interlocución con todos los grupos, cosa importante por aquello de la reconciliación.

Además, conoce a la perfección temas como seguridad pública, participación ciudadana, desarrollo social y atención a las zonas rurales de la capital, lo que la convierte en una de las propuestas más completas de Sheinbaum para coordinar las áreas del gobierno.

Otro nombramiento que no deja ninguna duda es el de José Alfonso Suárez del Real en Cultura, pues, además de su honestidad y pasión por el trabajo, fue el único diputado local de Morena que no sólo emana la cultura, sino que la promueve entre sus compañeros.

Donde se tendrán que despejar dudas es en puestos como Movilidad, Medio Ambiente, Protección Civil, Finanzas, Desarrollo Social, Desarrollo Urbano, Educación y la nueva  Secretaría de las Mujeres.

Los titulares propuestos para esas áreas tienen mucho currículum académico, pero poca experiencia administrativa y política. Son sus amigos, su núcleo cerrado, pero el tránsito de las aulas a la calle no es fácil, les va a costar, y ojalá aprendan rápido.

Pronto van a entender que la ciudad está compuesta por grupos con muchos intereses que no pueden ignorar. Mucho trabajo tendrá la Secretaría de Gobierno para apoyarlos.

Donde no hay duda que se tomó una pésima decisión es en el nombramiento de César Cravioto como comisionado para la Reconstrucción, pues, además de su mala fama, es especialista en crear grupos corporativos y eso intentará hacer con los damnificados.

Y es que Cravioto se dedicó tres años a boicotear a la ALDF, no trabajó ni permitió que su bancada lo hiciera —excepto Suárez del Real, que se le salió del huacal—; lo que sí permitió fue que su bancada llenara de aviadores su nómina en Donceles.

Aún tiene pendiente el tema de Casitas del Sur, el albergue donde, bajo su responsabilidad, desaparecieron varios niños que jamás fueron encontrados.

Vaya cinismo de los morenos: el INE los multa por malversar recursos para damnificados y ponen en la CDMX a uno de los sospechosos en manejar los dineros.

CENTAVITOS… Apenas fue nombrado oficialmente como secretario de Seguridad Pública de la CDMX y la mano de Raymundo Collins se dejó sentir con operativos de revisión y patrullajes que no se habían visto. Eso no es sorpresa, lo que sí llamó la atención es el mensaje de José Ramón Amieva, y no por las flores que le echó a Collins, sino por la cantidad de recomendaciones que le dio, como acabar con los moches, las cuotas, las faltas y los “desvíos de la función policial”. ¿Tan mal andaba la Policía con Hiram Almeida y aun así lo aguantaron tanto tiempo?

 

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