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Dice ser látigo de Claudia en Donceles

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

No compitió por ningún cargo, su nombre no estuvo en boleta electoral alguna ni rindió protesta en Donceles para una curul, pero Néstor Vargas se asume como el enviado de la jefa de Gobierno para azotar el látigo a todos en el Congreso de la Ciudad de México.

Fue alumno de René Bejarano, quien lo hizo consejero en el otrora Instituto Electoral del Distrito Federal, y de donde salió forrado luego de haberse autorizado un bono de retiro de más de dos millones de pesos, caso muy sonado en su momento.

Después de servir al señor de las ligas, Néstor aterrizó, en 2015, como asesor de la entonces jefa delegacional de Tlalpan, Claudia Sheinbaum, con quien, al parecer, hizo buenas migas, porque se lo llevó al gobierno central.

Su cargo oficial no es para apantallar a nadie, pues en la nómina gubernamental aparece como asesor de Programas y Proyectos Estratégicos D, dependiente de la Coordinación General de Asesores y Asuntos Internacionales.

Pero eso es lo de menos, en realidad la tarea de este bejaranista —según él mismo lo presume— es ser los ojos y oídos de Sheinbaum en varias áreas, pero, sobre todo, en el ámbito legislativo.

Y ante el vacío dejado por Luis Gustavo Vela, director general Jurídico y de Enlace Legislativo de la Secretaría de Gobierno, Vargas se ha asumido como una especie de superdiputado sin curul.

Las quejas de los legisladores de la granja morena van en aumento, pues el cuate tomó por su cuenta la nueva Ley de Seguridad Ciudadana, donde cambió el dictamen a discutir en comisiones y metió en aprietos a Leticia Varela, responsable de ese tema.

También metió su cuchara en lo referente a la Ley de Participación Ciudadana, donde se empecinó en implementar la tómbola como método para la elección de los integrantes de los Comités Ciudadanos, haciendo quedar en ridículo a todos los morenos.

Hoy dice estar a cargo de la prioridad número uno de Claudia y su partido en la agenda legislativa del segundo año del Congreso, que es la Ley de Planeación, en la que pretende dejar fuera las propuestas ciudadanas surgidas de las consultas que hicieron los diputados.

Y parece que Néstor tiene mucho tiempo libre, porque también asegura que la jefa le encargó la reforma constitucional para reducir al 50% el financiamiento a los partidos políticos.

El exconsejero bejaranista quiere espantar a la bancada dando órdenes a los diputados que se dejan y, eso sí, regaña a cuanto asesor legislativo se topa, porque, según él, va con la representación de la voluntad de la jefa de Gobierno.

Integrantes de la bancada exigen a Claudia aclarar el punto, pues, hasta donde tienen entendido, con la única que se coordinarían sería con Rosa Icela Rodríguez, secretaria de Gobierno.

 

 

 

CENTAVITOS

Y hablando de mujeres y de diputados, ayer, la Junta de Coordinación Política llegó a un acuerdo para que, dentro de una semana, la jefa de Gobierno presente en Donceles su Informe de Gobierno de su primer año. Hasta el momento, todo pinta para que cada fracción eche su rollo sin mancharse mucho con ella, pues la idea sería que la dejaran transitar sin muchos sobresaltos.

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