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Dan respiro a Claudia

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

Gran peso de encima le quitó Andrés Manuel López Obrador tanto a Claudia Sheinbaum como a Mario Delgado, entre muchos otros morenos, al echarse para atrás en la construcción de condominios fifís en los terrenos del Campo Militar Número Uno.

A su llegada al gobierno, López Obrador anunció que los valiosos terrenos en los que se asientan instalaciones de la Secretaría de la Defensa Nacional serían utilizados para construir y vender millonarios condominios a quienes pudieran pagarlos.

Que la construcción de esas costosas viviendas estaría a cargo del Ejército Mexicano y con ello se financiaría la construcción de cuarteles para la Guardia Nacional; era una decisión tomada.

El proyecto presidencial había metido en serios aprietos a Delgado, líder de los diputados de Morena en San Lázaro, quien incluso en sus épocas de senador subió fotos a su Twitter rechazando el proyecto, propuesto originalmente por Miguel Ángel Mancera.

Antes de llegar a la Jefatura de Gobierno, la propia Sheinbaum se había pronunciado en contra de esa idea, porque urbanizar esos terrenos colapsaría la zona, de por sí ya saturada y con problemas de vialidad y de servicios.

La crítica de Morena hacia el proyecto mancerista fue tal, que incluso lo catalogaron como el cabecilla del cártel inmobiliario en la Ciudad de México.

Por eso, cuando López Obrador anunció que el proyecto iba, todos se preocuparon, pues no podrían sostener ante la ciudadanía su realización, cuando todo el mundo lo rechazaba, ya que era perjudicial no sólo para Cuajimalpa, sino para toda la capital.

En su conferencia de ayer, el tabasqueño dijo que los condominios ya no se harían y que en ese lugar se construiría una extensión del Bosque de Chapultepec, que serviría para ayudar a la recarga de acuíferos y la generación de oxígeno para la ciudad.

Aunque el oxígeno fue en realidad para Sheinbaum; falta que López Obrador aclare si ya le avisó a los militares que siempre no harán ese negocio para financiar sus cuarteles en el interior del país.

Otro asunto en el que se retractó el tabasqueño, y que quita algo de presión a los morenos, es en la idea de desaparecer los centros de atención a mujeres violentadas, que tanto malestar había causado en varios grupos que amenazaban con escalar el tema.

Aunque no ha quedado claro cómo será la repartición de los recursos a estos centros, al menos ya se anunció que no desaparecerán.

Caso contrario es el de las estancias infantiles, donde el de Macuspana se aferra a no seguir apoyándolas, aunque las protestas se han generalizado y ya hay líderes sociales, ONG y legisladores, incluso de Morena, que están protestado por su desaparición.

Esos anuncios se dieron 24 horas antes de que se celebre el Día Internacional de la Mujer, en un intento por calmar las agitadas aguas.

CENTAVITOS… Ya que Florencia Serranía se aventó el miércoles la puntada de salir a decir que no es que sea inepta para el cargo, sino que las anteriores administraciones le dejaron un cochinero en el Metro, debería dar nombres, porque también hay algunos pejistas embarrados. Serranía se tendría que enfocar en ver cómo va a cumplir la promesa de campaña de su jefa de bajar el costo del boleto del Metro, porque ni modo que ya se les haya olvidado. Y si el problema es que no hay dinero suficiente para mejorar el servicio, bien haría en reclamar a los diputados capitalinos de Morena, que este año le quitaron más de dos mil millones de pesos al presupuesto para el Metro.

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