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Aislan a la pelirroja

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

La alianza con Alberto Esteva en Álvaro Obregón está llevando a la alcaldesa Layda Sansores no solamente a una crisis política en la demarcación, sino a una crisis de gobierno que se empieza a salir de control en el territorio.

Y es que Esteva, su director de Administración, ha aislado a la pelirroja, al grado de que ésta no recibe a nadie ni tiene la menor relación con sus propios diputados, quienes están más que molestos.

Luego de ganar las elecciones, Layda ignoró a los siete líderes territoriales que sostuvieron su campaña y dejó fuera del reparto de huesos a la mayoría de los dirigentes de Morena, privilegiando incluso a gente de otros partidos.

Tan luego llegó el 2 de julio, el oaxaqueño Esteva tomó el control y dinamitó cualquier puente con los diputados emanados del partido, y que, obviamente, tienen el control territorial de la alcaldía.

El problema de esta ruptura ya se ha visto en la clausura de obras que son del interés de la Jefatura de Gobierno, como la ampliación de la Línea 12 del Metro, por ejemplo, que molestaron a Claudia Sheinbaum.

A esto hay que sumar las protestas vecinales en Observatorio y Santa Lucía, por ejemplo, que no son otra cosa que el reflejo del pleito de la alcaldía con sus diputados; la crisis puede crecer hasta convertirse en una bomba.

Tras concretar su triunfo en 2018, la pelirroja dejó fuera del reparto a Valentina Batres, por ejemplo, quien sólo tiene un concejal en la persona de Sergio Sandoval; a la tabasqueña Isabel Rosales no le dio ni las gracias.

Por el mismo camino andan Lorena Villavicencio, quien sólo tuvo un puesto menor para su hermana Mónica; en lo que respecta al exdelegado Eduardo Santillán, lo dejó también a pie.

Cómo estarán las cosas que Rafael Luna, delegado de El Peje, para bajar los programas sociales del gobierno federal en Álvaro Obregón, dejó que su esposa, Maricela Silva, tomara la dirección de Cultura y Deporte y ya.

Esta ruptura es una bomba de tiempo y una pésima decisión del grupo que controla a Layda, porque, en lugar de haber sumado a los líderes y presumir que tiene diputados y control territorial, tiene a todos en contra.

Muchos se preguntan de dónde proviene la influencia de Esteva sobre la pelirroja, que le alcanza para impedir que reciba a alguien, y quienes los conocen dicen que se relacionaron cuando ambos coincidieron como diputados federales.

Además de esa coincidencia, en Álvaro Obregón comentan que el exsecretario de Seguridad Pública de Oaxaca es muy, pero muy amigo del esposo de la campechana, lo que refuerza su influencia en esa alcaldía.

Otra que coincidió con la dupla Layda-Esteva en San Lázaro fue la exdelegada Leticia Robles, quien los apoyó en la campaña, incluso les cedió a su hermano Benito y su primo Julio Colín; y al final la dejaron fuera.

Ésa es otra historia que merece ser contada aparte...

CENTAVITOS… Donde está a punto de estallar otra bomba es en Donceles, pues todos los diputados —incluyendo a los de Morena— están más que enchilados con su colega José Luis Rodríguez, quien ya repartió 40 espacios en la Auditoría Superior del Congreso de la Ciudad de México sin consultar a nadie. No sólo la oposición ha amenazado con detonar un escándalo, sino que al interior de la propia granja pejista afilan cuchillos, por lo que no hay que perder de vista el tema… Y mientras todo esto pasa, Ricardito Ruiz sigue dejando pasar la bola, pues dicen que “no se quiere desgastar”. Vaya chiste, de los mejores de la temporada, como si el micifuz de Alejandro Encinas tuviera prestigio alguno que cuidar.

 

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