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Acaparan 200 mil vacunas los Siervos de la Nación

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Cuando la pandemia está en todo lo alto y las vacunas escasean, resulta que el único grupo vacunado contra el covid-19 es el de los Siervos de la Nación, que llevarán las inexistentes vacunas y los programas sociales de la 4-T hasta el domicilio de los beneficiarios.

Desde que se anunció la integración de 10 mil brigadas gubernamentales que vacunarán a millones de personas con base en el padrón oficial de beneficiarios de la Secretaría del Bienestar, más de uno levantó la ceja.

Y más porque esas brigadas reportan directamente a Gabriel García, coordinador de los superdelegados federales que bajan los programas en cada estado, y que apenas en 2018 era el encargado de la promoción del voto para los candidatos de Morena en el país.

Para los que dudaban que el gobierno usaría las vacunas para favorecer su proyecto político, ahora hace sentido aquello de que “la pandemia nos cayó como anillo al dedo”.

Basta escuchar los spots de Morena diciendo que gracias a ellos todos los mexicanos serán vacunados contra covid-19 de una forma pareja, “sin influyentismos”.

Aunque lo primero que hicieron funcionarios y legisladores de la 4-T fue precisamente usar sus influencias para que les pusieran las primeras vacunas llegadas al país, aunque no pertenecieran al sector salud o no estuvieron en la primera línea de atención.

Pero de todo esto, quizá lo más terrible es que 40 mil Siervos de la Nación, más 20 mil “voluntarios” (que quién sabe quiénes son y cómo fueron escogidos) y 40 mil militares fueron vacunados porque integran las brigadas que llevarán las vacunas a los más necesitados.

O sea, ahí nomás se van a ir 200 mil vacunas para esas personas, que de paso aprovecharán la visita para entregar dinero en efectivo a los adultos mayores y a los beneficiarios de los otros programas sociales del gobierno.

La maniobra electorera es tan burda que hasta el chairo más radical la puede ver, pero el gobierno y su partido defienden la estrategia, pues obvio que se trata de una descarada campaña para influir en las votaciones de junio próximo.

Amén de utilizar los recursos públicos para sus fines políticos, es una verdadera bajeza que se pretenda lucrar con una tragedia que ha enlutado a miles de familias que han perdido no sólo a sus seres queridos, sino en muchos casos su patrimonio.

No es la primera vez que un gobierno lucra políticamente con los dineros del pueblo; desgraciadamente es una práctica común de todos los partidos, pero agarrarse de una tragedia como la actual es dejar de lado el más mínimo escrúpulo.

Ahora sí hay que creerles a los morenos cuando dicen que “no somos iguales”. Efectivamente, no son iguales… son mucho peores.

Hoy tienen miles de cuadrillas vacunadas para hacer proselitismo en favor de Morena, aunque a estas alturas la 4-T haya pasado —como dicen los memes en las redes— “de la rifa del avión sin avión… a la campaña de vacunación sin vacunas”.

 

 CENTAVITOS

Ante tanta afectación por la pandemia, una buena idea surge del PAN capitalino, cuyo líder, Andrés Atayde, propone crear una Comisión para la Reconstrucción Económica de la Ciudad de México. El dirigente afirma que la pandemia ha dejado más pérdidas humanas y económicas que los terremotos, y eso que esta vez no se cayó un solo edificio. No suena nada descabellada esa idea y Claudia Sheinbaum la debería analizar seriamente, porque es obvio que el gobierno no podrá solo con el paquete.

 

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