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A los morenos sí les gustó el modito

Adrián Rueda

Adrián Rueda

Capital político

 

Mientras que al gobierno de la 4-T le disgustó que los empresarios del país buscaran “sin consultar” el apoyo crediticio del Banco Interamericano de Desarrollo, los diputados morenos están felices de poder servir ciegamente al inquilino de Palacio Nacional.

Más disciplinados que en la época del PRI, donde la orden presidencial se cumplía casi a cabalidad, los legisladores pejistas se alistan para borrar una vez más la línea divisoria entre los poderes Ejecutivo y Legislativo, que en teoría deberían ser pares.

Argumentando interés superior por la pandemia de coronavirus que azota el país, el Presidente envió una iniciativa al Congreso de la Unión para que los diputados aprueben que desde Palacio Nacional se decida libremente cómo gastar el presupuesto 2020.

O sea, que la opinión que los propios legisladores expusieron en diciembre pasado para distribuir equitativamente el gasto gubernamental, como es su obligación, sea desconocida y desaparezcan las reglas, para que no se metan en cómo se gasta el dinero público.

A nadie sorprende que la fracción de Morena y sus rémoras del PT, PES, Verde Ecologista y algunos “independientes”, atiendan sin chistar las órdenes presidenciales para otorgarle poderes supremos al jefe del Ejecutivo.

Eso no se veía ni en las épocas del PRI, cuando la mayoría de la bancada era alineada, previa discusión con la dirigencia nacional de ese partido y con algunos integrantes del Congreso, que no siempre estaban de acuerdo.

Esa posición de tapetes que siempre adoptaron los priistas con sus gobiernos fue uno de los puntos más criticados por Morena cuando era oposición; hoy que son gobierno lo ven como una virtud y una obligación.

Ni siquiera organizan debates internos como para taparle el ojo al macho y que no parezca que San Lázaro es una oficialía de partes del Ejecutivo, que de antemano sabe que no tendrá ningún problema para que todo lo que envía sea aprobado.

Parece que a los morenos no les incomodan los moditos a la hora que se los piden o adoptar la figura de floreros a fin de satisfacer los caprichos presidenciales, sin detenerse a pensar si en realidad benefician a los mexicanos o sólo a su gobierno.

De un plumazo dejan que el Presidente les quite la facultad constitucional de decidir sobre el presupuesto anual del país.

La petición presidencial, con carácter de “la quiero para mañana”, sin tener que preguntar la opinión de los floreros legislativos, contrasta con el rechazo presidencial a los moditos empresariales de buscar apoyos externos para no morir en la crisis.

Parece que a los morenos sí les gustan esos moditos del patrón, y que a éste no le incomoda pasar por encima de ellos cada que le da la gana…. excepto Porfirio Muñoz Ledo, quien ayer dejó en claro que no se le debe dar el poder absoluto a un solo hombre.

Parece que a él sí se le salió Morena del corazón.

 

 CENTAVITOS

Ahora que sus hermanos mayores les dieron otra lección de servilismo hacia el gobierno, seguramente la bancada morena en Donceles no se va a quedar atrás y estará pendiente de los deseos de la Jefatura de Gobierno, para demostrar su compromiso absoluto con los designios de la 4-T. O sea, que estarán puestos para servir de tapete cuando se los pidan.

 

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