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Venta de antidepresivos en México supera los 180 mdd anuales y el golpe a la PEA

Darío Celis

Darío Celis

No hace mucho la Organización Mundial de Médicos Familiares dio a conocer en Europa los resultados de la encuesta sobre Conexión Mente-Cuerpo.

El documento tomó a México como uno de los principales puntos de referencia para demostrar que el trastorno mental de la depresión afecta seriamente la productividad y competitividad de las empresas.

Basta con mencionar que en el mundo hay más de 121 millones de personas con este padecimiento, que provoca un elevado ausentismo de trabajadores y un decremento de la productividad en las compañías.

La Organización Mundial de la Salud, que preside Margaret Chan, indica que la depresión es causante de 13 por ciento de las discapacidades laborales a escala internacional, y se estima que en 2020 ocupará el segundo lugar en este rubro, únicamente superada por las enfermedades del corazón.

Tan sólo en Estados Unidos, se pierden anualmente más de 44 mil millones de dólares por bajas en productividad relacionadas con el trastorno de la depresión.

En México existen más de diez millones de personas con indicios de depresión ente los 18 y 65 años, lo cual significa que el problema afecta a casi el 50 por ciento de la Población Económicamente Activa (PEA).

Este grupo de trabajadores pierde en promedio 15 días laborales al año y reduce sus índices de productividad hasta en 55 por ciento, según el IMSS, que dirige Daniel Karam.

No obstante, la magnitud del problema no se ha abordado en las dimensiones adecuadas, puesto que la Secretaría de Salud, que capitanea Salomón Chertorivski, destina tan sólo 0.85 por ciento de su presupuesto para atender las enfermedades mentales, cuando la OMS recomienda que este porcentaje debe ser de diez por ciento.

La situación adquiere mayores agravantes si se toma en cuenta que en México hay 2.7 siquiatras por cada 100 mil habitantes, y que casi 40 por ciento de éstos atienden en la zona centro del país. Esto significa que la atención por discapacidad siquiátrica en México simplemente no existe y que el costo de estas omisiones podría elevarse hasta el incremento de muertes por suicidio, ya que 15 por ciento de las personas con depresión llega a este recurso.

Las enfermedades mentales, y en específico la depresión, representan también un mercado atractivo para la industria farmacéutica, quienes han batallado por eliminar el mito de que la terapia sicológica es el único tratamiento para estos padecimientos.

Entre los laboratorios que están en el mercado de medicamentos para la salud mental cuente a Lilly, de Carlos Baños, que lidera el sector con su medicamento Prozac; Lundbeck, que encabeza Herman Santoni, y Pfizer, que capitanea Francisco Rodríguez.

El mercado mexicano para estos tratamientos, aún con la renuencia de un buen grupo de sicólogos, alcanza cifras exponenciales, puesto que tan sólo las ventas de antidepresivos equivale a cerca de 180 millones de dólares al año.

Quintana Roo se sube

Ayer fue firmado en Quintana Roo un Acuerdo Nacional por el Turismo. Es la primera vez que una entidad federativa replica el esquema que hace aproximadamente un año la Secretaría de Turismo lanzó y que registra ya un avance de 45 por ciento.

El documento fue suscrito por la titular de esa cartera, Gloria Guevara, y el gobernador Roberto Borge.

La importancia de dicho estado en cuanto a su enorme vocación turística impulsó la incorporación a su agenda de los lineamientos que buscan fortalecer la actividad turística, incrementar la llegada de visitantes, generar empleos y mejorar la calidad de vida de las comunidades.

Dichos preceptos son fundamentales para que México logre la nada fácil meta que Felipe Calderón planteó al querer convertirnos en la quinta potencia turística a escala mundial en la próxima década.

El acuerdo es importante para Quinta Roo porque se trata de un destino clave para el desarrollo de la actividad turística.

En 2011, mediante el Convenio de Reasignación de Recursos, se invirtieron más de 200 millones de pesos para el desarrollo de proyectos turísticos de mejoramiento de imagen urbana en destinos como Cancún, Cozumel, Isla Mujeres, Holbox y la Riviera Maya, entre otros destinos de la entidad.

TMM, al Caribe

Transportación Marítima Mexicana (TMM) quiere incrementar de manera preponderante su participación en el negocio de la transportación entre Cozumel y Playa del Carmen.

El grupo de José Serrano Segovia se está asociando con empresarios locales, uno de los cuales es Francisco González, para crear una firma de gran calado para competir frontalmente con los prestadores del servicio que sentaron hace años sus reales en esa zona del Caribe mexicano.

TMM y compañía planea invertir entre 80 y 100 millones de dólares en varios ferrys y el equipamiento en general.

Quieren aprovechar la coyuntura de la multa que la Comisión Federal de Competencia, que preside Eduardo Pérez Motta, impuso a varios participantes de ese mercado.

La nueva empresa va a un mercado que hoy concentran firmas como Waterjets, de José Enrique Molina Casares,y Fidel Hernández; Ultramar, de Arturo Báez Vega, Germán Orozco Sarro y Enrique Alfonso Sarro Cortina, además de otras como RMC, AMC, RNIM y RNDC.

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