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Siria: detener la guerra

Luis Gutiérrez Esparza

Luis Gutiérrez Esparza

Memorando

La maquinaria de agresión contra Siria ha iniciado una escalada final, cuyo éxito dependerá de la capacidad de resistencia del pueblo sirio y su gobierno y, en una medida importante, de los contrapesos internacionales. El sedicente Consejo Nacional Sirio, que agrupa a las diversas facciones, incluidos los numerosos mercenarios y combatientes yijadistas extranjeros que buscan derrocar al gobierno del presidente Bashar al-Assad, pidió el lunes a las potencias extranjeras occidentales que le entreguen más armamento pesado para incrementar su ofensiva.

En Alepo se libran enconados combates entre el ejército sirio, cuya principal misión es proteger a la población civil, a despecho de las versiones propagandísticas difundidas en Occidente; y las bandas armadas y financiadas desde el extranjero. La violencia también se ha hecho presente en Damasco, la capital del país, aunque principalmente por medio de atentados terroristas.

La Red Internacional No a la Guerra-No a la OTAN, representada en México y en América Latina por el Círculo Latinoamericano de Estudios Internacionales (CLAEI), dio a conocer una declaración que se difunde en todo el mundo, con el propósito de exigir que no haya intervención extranjera de ninguna índole en Siria, mucho menos armada, como la que promueven EU, la OTAN y su aliado en Oriente Medio, Israel.

El Consejo Coordinador Internacional (CCI), órgano ejecutivo de la Red, hace énfasis en que la amenaza “de una guerra inminente contra Siria” es cada vez más notoria. “Y todos tenemos una idea de cómo terminará probablemente la historia: miles de soldados y civiles muertos; ciudades y familias destruidas; y el presidente Al-Assad y su familia asesinados a golpes, en una zanja”.

El CCI suma su voz, que representa a más de 600 organizaciones de la sociedad civil de todo el mundo, a las de otras instancias de paz; y recoge la información no distorsionada, que por fortuna aún es posible encontrar en algunos medios, para subrayar lo que se ignora o se omite en las versiones de la propaganda imperialista: “La OTAN y la Unión Europea respaldan el apoyo turco a la oposición, junto con recursos millonarios y armas provenientes de Arabia Saudita y Qatar que desembocan en Siria por todas partes”. Señala el CCI que las sanciones impuestas a Siria “perjudican al pueblo y causan escasez de alimentos, cortes de energía y bloquean la distribución de bienes”. Además: “La intervención extranjera multilateral contribuye a la escalada de la violencia, a la posibilidad de una guerra civil y a la desestabilización total. Esto incluye cualquier intervención bajo el pretexto de ‘asegurar’ la no utilización de armas químicas”.

Están a la vista los resultados de las cínicamente llamadas “intervenciones humanitarias” de Estados Unidos y la OTAN en Afganistán e Irak, para citar solamente dos casos recientes. “Los objetivos de Washington y de la OTAN-UE en Siria son imponer su hegemonía y control en una región del mundo que cuenta con la mayor parte de las reservas conocidas de petróleo”, advierte el CCI; “así como obtener una ventaja estratégica en su intento por aislar y contener a competidores como Rusia y China. A Estados Unidos y la OTAN-UE no les interesan la democracia ni la justicia social o económica para los pueblos del mundo, especialmente en áreas donde las potencias occidentales tienen intereses económicos o estratégicos”.

No es posible llamarse a engaño ni justificar lo injustificable con el manido pretexto de arrojar del poder a un gobierno autoritario. Como también señala el CCI: “Podemos tener opiniones diferentes en lo que concierne al sistema político de Siria. Todos estamos de acuerdo en que los gobiernos occidentales y sus aliados carecen de todo derecho a imponer su voluntad sobre otros Estados, incluso si deciden adoptar diferentes formas de gobierno, adecuadas a su cultura y su idiosincrasia”.

Detener la intervención extranjera, derogar las sanciones, alejar el riesgo de la guerra y respetar el derecho del pueblo sirio a su libre autodeterminación, debieran ser los objetivos.

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