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5 de Mayo en Estados Unidos: el origen de la fiesta

En EU está abierta la discusión sobre la importancia real y el arraigo del festejo entre la comunidad mexico-americana

José Carreño Figueras/ Especial | 04-05-2012

CIUDAD DE MÉXICO, 4 de mayo.- El Cinco de Mayo es una celebración mexicana, de una batalla que se libró en México y de una victoria mexicana contra el invasor ejército francés.

Pero por su simbolismo, se ha tornado en una expresión de orgullo y de unidad para los mexico-americanos y los migrantes mexicanos en Estados Unidos. Y la combinación de significado, impacto demográfico y conveniencias de mercado lleva ahora al Cinco de Mayo a ser una fiesta cada vez más estadunidense, y hasta internacional...

Cuando este año ocurra el desfile conmemorativo del Cinco de Mayo en Puebla, habrá un contingente tan simbólico como importante: los 16 elementos de la Orden Militar de la Legión de la Lealtad estadunidense, descendientes de combatientes federales que con uniformes de la Guerra Civil escoltarán a un imitador de Abraham Lincoln, el presidente que preservó la Unión americana y que, aunque oficialmente neutral, apoyó la lucha de Benito Juárez.

La presencia del grupo fundado tras el asesinato de Lincoln servirá por un lado para subrayar el impacto que algunos dicen tuvo la victoria del Cinco de Mayo en la Guerra Civil estadunidense (1860-64) y por otro, en el carácter de aglutinación que la fecha tiene para los mexico-estadunidenses.

La presencia del grupo de veteranos estadounidenses, al mando del coronel retirado Eric Rojo, un mexico-estadunidense, pondrá el acento de una celebración mexicana que se ha convertido en una fiesta tradicional estadunidense.

Después de todo, dice el historiador David Hayes Bautista, para los latinos en Estados Unidos, la Guerra Civil y la Intervención Francesa fueron luchas paralelas en las que estaban en juego los ideales democráticos y antirracistas.

Según el catedrático de la Universidad de California, durante los 1860, en plena Guerra Civil estadunidense, los hispanos en 122 locaciones californianas crearon Juntas Patrióticas que celebraban el Cinco de Mayo y trataban de ayudar a mexicanos por un lado y apoyar a las fuerzas antiesclavistas por otro. Algunos viajaron a México para sumarse a las fuerzas juaristas. Al final de la Guerra Civil, unos tres mil soldados “unionistas” se convirtieron en la “legión americana” de Juárez.

Concluidos ambos conflictos, los veteranos de ambas guerras en el noreste de México y en California, sobre todo, hacían festejos cívicos para recordar el porqué de sus luchas...

Y al paso de los años, el Cinco de Mayo se convirtió en un día de orgullo étnico, de fiesta cívica, de expresión comunitaria, de celebración antiintervencionista... en Estados Unidos.

A lo largo y lo ancho de los Estados Unidos, la fecha que conmemora la derrota de un ejército francés por fuerzas mexicanas es una celebración que según historiadores y prensa, está cada vez mas generalizada que incluso en México, donde según esas mismas fuentes es un festejo relativamente menor, a excepción por supuesto de Puebla.

Más aún, el Cinco de Mayo es y ha sido una tradición estadunidense, considera el catedrático Hayes Bautista.

De acuerdo con la tesis de Hayes Bautista, el Cinco de Mayo es una fiesta creada por los latinos en California, a mediados del siglo XIX, con un significado que ha cambiado con el tiempo y que pasó de una fecha que simbolizaba nostalgia en los 1930, a una expresión de patriotismo en los cuarenta y el nacimiento del chicano power en los sesenta, para evolucionar luego en una fiesta comercial.

“Hoy –señala un comentario de su libro El Cinco de Mayo, una Tradición Estadounidense– sigue siendo un reflejo de una comunidad involucrada, empoderada y creciente”.

Esa opinión, en buena medida, tiene eco en otros foros. “El mensaje inequívoco del Cinco de Mayo es que la gente que ha sido empujada a un lado puede reafirmarse y subir a la cumbre. Es un mensaje valioso, uno importante para ser recordado por la comunidad mexico-estadunidense y no importa si es transmitido por literatura, arte o comerciales cerveceros. Nos alegra que se nos recuerde la verdad y celebrarla... Ahora agradecemos escuchar ese mensaje de cualquier fuente”, comentó el doctor Robert Con-Davis, catedrático de Estudios Chicanos en la Universidad de Oklahoma-Norman.

El hecho es que de una espectacular fiesta en la Casa Blanca hasta incontables cantinas de barrio y cafés de vecindad, en Estados Unidos hay desfiles, fiestas, picnics, celebraciones municipales y por supuesto, un festejo nacional de la cerveza, tal vez el factor más importante en la celebración de una fecha que según algunos, va en camino de ser más popular que el Dia de San Patricio, el día de los irlandeses.

Cierto, el crecimiento de la población hispana y la creencia de que el Cinco de Mayo conmemora la Independencia de México ha tenido un impacto, pero su incorporación al calendario de festejos estadunidenses –y otra vez, gracias al entusiasta apoyo de los cerveceros– le ha dado una proyección que no sólo trasciende las fronteras mexicanas, sino las estadunidenses, por más que cada año haya que explicar el sentido de la fiesta.

Y por supuesto no es accidente que por ejemplo, el encargado de dar explicaciones en la Isla de Malta sea el importador de cierta cerveza coronada de origen mexicano...

Al mismo tiempo, sin embargo, hay algo más, mucho más.

Cinco de Mayo –escribió Susan Breslow Sardone, autora de una guía turística estadunidense– es uno de esos momentos especiales cuando todos podemos sentirnos un poco mexicanos en el alma”. Tal vez debido a que se celebra una victoria de los pequeños frente a los grandes... 

El hecho es que al margen de cualquier consideración, en 2011 hubo festejos del Cinco de Mayo en más de 200 ciudades de los Estados Unidos, en forma más o menos oficial, pero los anuncios y las invitaciones a celebrar el Cinco de Mayo en bares y restaurantes eran ya de costa a costa, de punta a punta de los Estados Unidos y aún más allá.

Las explicaciones del porqué la fecha tiene tanta popularidad varían, y mucho.

Desde la solemne interpretación de algunos historiadores, que ven en la victoria mexicana del Cinco de Mayo un factor que ayudó al triunfo de las fuerzas federales contra los estados esclavistas del sur en la Guerra Civil estadunidense, a los más vulgares –pero no del todo erradas– opiniones de que es una fecha favorecida por los fabricantes de cerveza, el análisis estadunidense del creciente impacto del Cinco de Mayo toca los ángulos más diversos.

La idea de que la derrota pospuso la ocupación francesa de México y evitó que Napoleón III pudiera ayudar a las tropas de la “Confederación” en un periodo clave de la Guerra Civil es sostenida por historiadores como Donald W. Miles que, al igual que el coronel Rojo, afirma que el impacto de la victoria mexicana en Puebla en 1862 y luego el sitio en esa ciudad en 1863 se hicieron sentir en la batalla de Gettysburg, en julio de 1863, donde la victoria de las fuerzas federales marcó el principio del fin para la Confederación.

“Si los confederados hubieran estado equipados con artillería y municiones francesas modernas y de alta calidad, las muy compactas líneas de la Unión hubieran sido severamente golpeadas y debilitadas, y hubieran dado una real oportunidad de éxito a la carga (confederada) y un diferente resultado de la Batalla de Gettysburg”, escribió Rojo en un artículo, al explicar que con los puertos confederados bloqueados por la Armada del Norte, México se hubiera convertido en un punto de abastecimiento para los ejércitos sureños.

Al mismo tiempo algunos consideran la celebración estadunidense como “ridícula” (Daniel Hernández, Los Angeles Times, 5/5/2010), aunque el autor no pareció darse cuenta que citaba a Gustavo Arellano, un humorista y provocador mexico-estadunidense.

Pero con la glorificación en la Casa Blanca, los festejos alrededor del Cinco de Mayo han tomado vida propia, tal vez en gran medida porque el crecimiento demográfico de la minoría latina –que a su vez incluye una fuerte mayoría mexico-estadunidense– “ha ayudado a convertir la fiesta en un evento cultural”, comentó The National Geographic.

Claro, está también que el general vencedor, Ignacio Zaragoza, nació en el ahora puerto de Goliad (antes Bahía de Espíritu Santo cuando pertenecía a México) y su triunfo fue compartido por los mexico-americanos de la época.

De acuerdo con Hayes Bautista, muchos mineros mexicanos en California se identificaban con la lucha de los enemigos de la esclavitud y la noticia del triunfo mexicano en Puebla los alentó. Desde entonces comenzaron a celebrarlo y a partir de ahí, poco a poco, se extendió hasta ahora, que está virtualmente en todo el territorio estadunidense.

“Cuando la Revolución Mexicana envió casi medio millón de refugiados a California entre 1910 y 1930, se dieron cuenta de que los latinos tenían esta curiosa celebración cada Cinco de Mayo, pero como no había departamentos de Estudios Chicanos, ni publicación de memorias o historias, los recién llegados no conocían la historia de las celebraciones, pero entendieron rápidamente el “poder convocatorio” del evento y lo adoptaron rápidamente, para dar una nueva razón de la existencia de la celebración, que dejó completamente fuera los orígenes de la Guerra Civil”, aseguró el especialista en un correo a Excélsior.

Pero también se asegura que no fue sino hasta mediados del siglo pasado cuando parte por la influencia de los braceros, parte por la construcción del movimiento chicano, texanos y californianos comenzaron a festejar el día. “Y luego llegaron los fabricantes de cerveza...”

De hecho, el mensaje es tan “chicano” como universal. “Como comunidad, somos resistentes y comprometidos, y esa fue la actitud de las variopintas tropas mexicanas que enfrentaron y derrotaron a los franceses en Puebla ... Y los mexico-americanos, otros latinos y literalmente todos se pueden sentir orgullosos y motivados por ese mensaje”, dijo Con-Davis.

Para José Alamillo, de la Universidad de Washington State, el Cinco de Mayo es una festividad que no solo coadyuvó a fortalecer la identidad mexico-estadunidense sino que es un evento bicultural que permitió a muchos anglos acercarse a la cultura mexicana.

Para Oscar Casares, profesor de la Universidad de Texas en Austin, “la fiesta, que nunca ha sido realmente mucho en México, cruzó a este lado de la frontera en los 1950 y 1960, cuando activistas de derechos civiles trataban de construir armonía entre los dos países y las dos culturas (...) la fecha ganó mas atención en los 1980, cuando los mercadotécnicos, especialmente en las compañías cerveceras, la vieron como una oportunidad perfecta para capitalizar en la naturaleza celebratoria de la fiesta”.

Eric Lurio, un crítico de cine, señaló a su vez en el Huffington Post que la celebración ya es mexico-estadunidense “y a lo largo de los años se ha convertido en el día étnico oficial de los mexicanos (en Estados Unidos), como el Día de Colón es para los italianos... en otras palabras, es una fiesta inofensiva, y totalmente falsa”.

Tan entretenido como es, el debate en torno a la fiesta, parece a estas alturas una pérdida de tiempo: a querer o no, se ha convertido en una fecha semioficial del calendario de fiestas estadunidense.

Pero igual puede esperarse que los seguidores de Hayes, los alumnos de Casares y Con, al igual que los lectores de Lurio se encuentren cada Cinco de Mayo en un bar, cerveza en mano, para brindar por una fiesta que tal vez haga que algunos sientan orgullo étnico y tal vez vagamente les recuerde una fecha histórica en México.

Para cada vez más gente en el mundo, sin embargo, será simplemente un buen momento para decir ¡Salud!

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