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‘Vacunas son innecesarias; no quiero ese veneno’, afirman antivacunas

En tanto, la Secretaría de Salud federal pidió no caer en temores o mitos y explicó que la vacuna es un producto que genera inmunidad o protección contra una enfermedad 

Juan Carlos Segundo | 25-09-2018
‘No quiero ese veneno en mi cuerpo; son innecesarias’, afirman antivacunas
Foto: Cuartoscuro

CIUDAD DE MÉXICO

El movimiento antivacunas tiene su origen en 1998, cuando el médico británico Andrew Wakfield publicó un estudio en la revista The Lancet en el que aseguraba que la vacuna triple viral estaba asociada a la aparición de autismo en los niños.

El estudio se convirtió en una de las bases para el movimiento antivacunas, padres en todo el mundo comenzaron a no vacunar a sus hijos.

No obstante, una investigación periodística realizada en 2007 reveló que el médico había manipulado los datos de los participantes para obtener resultados y poder demandar a las farmacéuticas que fabricaban vacunas. Posteriormente, Andrew Wakfield perdió su licencia médica.

Sin embargo, hay personas como el doctor estadounidense Lawrence Bakur, de 68 años, que apoyan el movimiento antivacunas.

Estas son personas que han despertado a los peligros de la vacunación y están liderando el camino para el resto de la población; están abriendo puertas a la verdad y eso es algo muy bueno”, afirmó.

El doctor cree que el cuerpo humano tiene la capacidad inherente de tratar con lo que venga en el camino y afirma que “las vacunas están llenas de toxinas dañinas y no quiero ese veneno en mi cuerpo”.

De hecho, aseguró, que el no vacunarse no ha mermado su salud, ni la ha disminuido en absoluto, dijo, en muchos sentidos ha mejorado.

Por supuesto, comer los alimentos correctos y cuidarme física, emocional y espiritualmente desempeña un papel importante en el mantenimiento de la salud”, aseveró.

Señaló que cada quien es responsable de su cuerpo y su bienestar, por lo que pidió informarse antes de tomar cualquier decisión, sin embargo, reiteró que la gente debería pensárselo dos veces antes de vacunarse, porque pueden dañar particularmente a los niños.

 

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La Secretaría de Salud pide no caer en temores o mitos

 

Sin embargo, la Secretaría de Salud federal explicó que la vacuna es un producto que genera inmunidad o protección contra una enfermedad y ayuda al cuerpo a prepararse para futuras exposiciones; pueden ser administradas mediante inyecciones, por vía oral o aerosol.

Por temor y ante ciertos mitos que aún hay sobre la vacunación, muchas personas eligen no aplicar las vacunas a los menores, pero definitivamente los beneficios superan por mucho los riesgos que son mínimos”, señaló en un comunicado la dependencia.

La dependencia consideró importante que sea el médico quien indique el mejor momento para que los menores reciban sus vacunas.

Los riesgos se presentan en ciertas condiciones, por ejemplo, cuando el sistema inmune de una persona se encuentre debilitado, que pudiera darse una reacción alérgica a algún componente de la vacuna o, y sólo en algunos casos, estar embarazada”, aseguró.

Durante unas semanas después del nacimiento, los bebés tienen alguna protección contra microorganismos que causan enfermedades, a través de la placenta, pero es por corto tiempo, de ahí, la importancia de las vacunas, especialmente, contra enfermedades que en el pasado eran mucho más comunes como tétanos, difteria, paperas, sarampión, tos ferina, meningitis y poliomielitis, agregó la Secretaría.

De contraer alguna de estas enfermedades se puede provocar discapacidad o la muerte”, resaltó la dependencia.

 

Liz de 39 años nunca se ha vacunado y su salud no se ha visto mermada

 

Para Liz Snajer el movimiento antivacunas podría forjarse como uno masivo y organizado, que pueda difundir información con bases sólidas para prevenir a las personas sobre la aplicación de vacunas y sus consecuencias.

Liz es una mujer de 39 años de la Ciudad de México y asegura que nunca se ha vacunado, ya que creció en una familia que prescinde de la medicación alópata.

Pensamos que el organismo humano, como el de todos los seres y en especial, mamíferos, por configuración genética y adaptación, no requerimos la intromisión de microorganismos que pudieran desatar alguna enfermedad en pequeña escala para fortalecer las defensas, ya que el cuerpo, por sí mismo, es un sistema inteligente y preparado para combatir todo ataque de virus y bacterias”, explicó.

Recibir vacunas es igual que aislar a una persona del contacto natural que debe tener con el medio ambiente por naturaleza, para desarrollarse y fortalecerse. Es como privar de todo supuesto peligro a lo que estamos dispuestos a afrontar en este mundo para sobrevivir, agregó Liz Snajer.

El no vacunarse no ha mermado su salud ni la de sus familiares y “los contados episodios de enfermedades comunes, como varicela y paperas, han sido salvados sin ningún tipo de medicación.

“Por mi parte, nunca he padecido ninguna de estas enfermedades epidémicas, a mis 39 años”, afirmó.

Sin embargo, señaló que es decisión de cada persona, pero para ella las vacunas son innecesarias y pidió informarse de lo que hay detrás del desarrollo de vacunas, como el abuso por experimentación con animales que no ha arrojado resultados concretos.

Si en el mundo existimos tantas personas sin vacunar, con excelente salud, también podemos asumir que es un gasto de recursos de prioridad insignificante, comparado con las necesidades reales de salud en todo el mundo”, finalizó.

 

Niños con cáncer y VIH son los más afectados por el movimiento antivacunas: especialista 

 

Los padres que rechazan las vacunas no solo ponen en riesgo la vida de sus hijos, sino también la de menores con cáncer o enfermedades como el VIH o lupus, cuyo sistema inmunológico es débil, afirmó María del Carmen Espinoza, médico del Hospital General de México.

Indirectamente se pone en riesgo a esos niños que no deberían vacunarse pero es porque no pueden debido a su condición, no porque no lo quieran hacer”, afirmó la especialista en una entrevista para la agencia EFE.

La tendencia de no vacunar a los menores que apoyan grupos de padres de todo el mundo está propiciando que aparezcan enfermedades que ya estaban superadas en Europa y América Latina como el sarampión, poliomielitis y la difteria, erradicada hace 30 años.

A inicios de 2018 fueron registrados en México cuatro casos de sarampión no endémico, es decir, que se infectaron en otro país pero desarrollaron la enfermedad a su llegada a territorio mexicano y los especialistas temen que se presenten casos propios en los próximos años, indicó.

La enfermedad de más riesgo en este momento es precisamente el sarampión.

Ya tenemos 11 países de América Latina que están afectados con sarampión ahora y en Europa se han reportado 41,000 casos, es el año en el que se han tenido más casos en los últimos 30 años de la enfermedad”, explicó.

Afirmó que Latinoamérica es una de las regiones del mundo con buenas tasas de vacunación y que ha permitido desaparecer enfermedades como la viruela.

En México se han erradicado enfermedades como el tétanos neonatal desde 2010; la rubéola congénita desde 2008 y el sarampión endémico desde 2006.

Si los papás no se informan de manera adecuada empieza a haber problemas y esto tiene que ver con lo que les llega de las redes sociales que han tenido un papel importante en la difusión de datos erróneos”, expresó.

La experta invitó a los padres de familia a acercarse a especialistas para conocer más acerca de las diferentes vacunas, que definió como “los medicamentos más vigilados de la industria farmacéutica”.

No hay estrategia en el mundo, ni siquiera los antibióticos, que haya salvado más vidas que las vacunas”, concluyó.

 

jcs

 

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