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Sordos superaron la barrera de la tecnología; se abrieron oportunidades en pandemia

Pese a que el panorama educativo para este sector es complicado, durante el confinamiento por covid-19 descubrieron las nuevas plataformas como Zoom para conectarse con sus maestros a distancia

ERNESTO MÉNDEZ | 17-05-2022
Adolescente mexicana desarrolla app para ayudar a su hermana sorda a comunicarse.
Foto: Reuters

El Instituto Pedagógico para Problemas del Lenguaje (IPPLIAP) es una institución de asistencia privada que atiende a niños sordos, desde preescolar hasta sexto de primaria, que durante la pandemia de covid-19 tuvo que enfrentar el reto de migrar hacia las plataformas digitales con el fin de sacar adelante a los alumnos. 

“Nuestros estudiantes son niños sordos, el término sordo-mudos, ya no se utiliza, porque en realidad, los menores no son mudos, ellos pueden producir voz”, explicó Mercedes Obregón Rodríguez, directora del IPPLIAP. 

 Para este sector de la población, que se calcula en 700 mil personas a nivel nacional entre niños y adultos, el panorama educativo es bastante complicado y se volvió más difícil durante la emergencia sanitaria. 

Con la asistencia de una intérprete de señas, Eliot, estudiante de sexto año primaria, comentó a Excélsior que al comenzar el brote del virus SARS-CoV-2, cerraron la escuela y todos los alumnos tuvieron que quedarse en sus casas. 

“Fue difícil, porque yo no conocía siquiera la plataforma de Zoom, los maestros siempre nos tenían que estar llamando la atención, porque nos distraemos mucho”, reconoció. 

 Al llegar covid-19 a México, empezó el confinamiento y los maestros iniciaron grabando un blog para que los 110 alumnos de educación básica pudieran realizar actividades a través de Youtube y Facebook. 

Cuando se prolongó la emergencia, el IPPLIAP lanzó una campaña para lograr que todos los estudiantes pudieran estar conectados de manera virtual en tiempo real, comentó Mercedes Obregón Rodríguez. 

“Hicimos una campaña de donación de celulares de segunda mano para que los niños que no tenían un dispositivo o las familias que contaban con un solo dispositivo para todos sus hijos, pudieran contar con otro equipo, y de esta forma logramos conectar a 95% de los niños”, indicó. 

Las personas sordas son muy visuales, ya que por su condición se les agudizan los otros sentidos, y el Zoom fue complicado, sobre todo por las fallas en la señal de internet. 

 “El internet, se me apagaba muchísimo, eso fue muy difícil y, también, por ejemplo, cuando llovía, se iba la luz y se caía el internet”, señaló Eliot. 

 Con todo y las dificultades, el menor cursó con clases virtuales el cuarto y quinto de primaria; ya para el sexto pudo regresar al salón de clases. 

La directora del IPPLIAP relató que la pandemia brindó a los profesores la oportunidad de compartir a través de redes sociales un variado programa de actividades recreativas, deportivas y culturales, incluidas clases de cocina, con transmisiones en vivo y la asistencia de invitados especiales. 

 Subrayó que, poco a poco se han abierto oportunidades en México, para que las personas sordas puedan cursar una carrera universitaria, por lo pronto, sólo en escuelas privadas en la Ciudad de México, Querétaro, Pachuca y Monterrey, por lo que falta mucho por hacer para lograr la inclusión y que no sean discriminados. 

 “Todavía el sistema educativo público no les garantiza una educación bilingüe o escuelas completamente con acceso a la lengua de señas, con maestros competentes en lengua de señas y desde ahí empieza la discriminación”, lamentó. 

 A la par de la educación formal, el Instituto Pedagógico para Problemas del Lenguaje atiende por las tardes a 70 jóvenes sordos con talleres para seguir aprendiendo sobre el mundo que los rodea, literatura y cine, lectoescritura, prevención de adicciones y educación sexual. 

 Por la emergencia sanitaria este programa también tuvo que saltar a la red y dado el éxito que tuvo al atraer a más estudiantes del interior de la República Mexicana, así se va a mantener. 

“Todo el programa de jóvenes sordos se quedó a distancia, ya vimos que la demanda vino mucho de fuera, y lo decidimos dejar a distancia, además son jóvenes que a lo mejor están estudiando secundaria o prepa, y lo mejor es ya no tener que desplazarse y se quedó así”, manifestó Mercedes Obregón Rodríguez. 

 Además, los talleres en línea para alumnos de primaria que viven fuera de la Ciudad de México llegaron para quedarse en el IPPLIAP. 

“Ahora que regresamos a la presencialidad, para no dejarlos solos abrimos talleres de apoyo extra-escolar por la tarde, ahorita tenemos dos, pero si la demanda lo requiere iremos abriendo más para darles apoyo extra-escolar a distancia”, precisó. 

Por lo pronto, Eliot como cualquier niño de sexto año de primaria sueña con seguir adelante y convertirse en alguien muy importante, por eso le echa muchas ganas a sus estudios.  

“A mí me gustaría estudiar, yo quiero algo de computación o ser presidente de México, es lo que yo quiero ser en el futuro”, aseguró. 

El Instituto Pedagógico para Problemas del Lenguaje tiene 55 años de fundación y 30 años como escuela para sordos con 17 generaciones de egresados, que se han destacado como diseñadores gráficos o artistas visuales. 

 

 

 

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