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'Se tuvo que dotar de armas a la policía en mítines y escándalos callejeros': Díaz Ordaz

Así se burlaba Díaz Ordaz de Heberto Castillo, a quien consideraba líder del movimiento estudiantil; le molestaba la autonomía universitaria y hablaba despectivamente del rector Javier Barros

Redacción | 03-08-2018
Así se burlaba Díaz Ordaz de Heberto Castillo, a quien consideraba líder del movimiento estudiantil; le molestaba la autonomía universitaria y hablaba despectivamente del rector Javier Barros Sierra / Foto: Especial
Así se burlaba Díaz Ordaz de Heberto Castillo, a quien consideraba líder del movimiento estudiantil; le molestaba la autonomía universitaria y hablaba despectivamente del rector Javier Barros Sierra / Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

En sus memorias inéditas, correspondientes al mes de septiembre de 1968, Gustavo Díaz Ordaz se refiere al incremento en los enfrentamientos entre los estudiantes y las fuerzas armadas y a la baja “moral” de la policía por su inferioridad numérica frente a núcleos de estudiantes que, según él, estaban “mucho mejor armados”.

Se tuvo que tomar la decisión de dotar de armas a los cuerpos de policías en mítines y escándalos callejeros”, “esto revitalizó, de la noche a la mañana, la mora de la policía…  Afortunadamente, de inmediato sus jefes se dieron cuenta de que a la policía ya armada había que controlarla porque se puso agresiva, revanchista…  Hubo necesidad de aplacarla nuevamente y luego irla usando muy cautamente y explicarles sus funciones… Educándolos…  Se logró”, escribió el expresidente de la República.

En el material presentado en Imagen Noticias con Ciro Gómez Leyva, Díaz Ordaz define las jerarquías durante el conflicto estudiantil, donde para él, Heberto Castillo era el líder máximo del Consejo Nacional de Huelga y el rector de la UNAM, Javier Barros Sierra, una autoridad “romántica” pero que, en los hechos, financiaba el movimiento.

Con fastidio, asegura que los dirigentes se sentían intocables y la universidad “se estaba llenando de delincuentes” amparados en la figura de la autonomía universitaria.

Creían que podrían constituir un 'Estadito' con su 'Presidentito' dentro del Estado…  Esto era inadmisible…  La soberanía radica en el pueblo que la ejerce por medio de sus representantes y abarca hasta el último centímetro del territorio patrio… No podemos ir formando 'islas' donde la Constitución y las leyes fundamentales del país no rijan”, sentenció.

Las fiestas patrias del 15 de septiembre, donde Heberto Castillo dio el grito en una ceremonia alterna en Ciudad Universitaria, se convirtieron en el pretexto simbólico para que Gustavo Díaz Ordaz aplicara un escarmiento mayor.

No quedaba después de tantos intentos, más que un recurso…  Darles una pequeña demostración y de hecho eso fue lo que hicimos…  Llegó el Ejército y entró a Ciudad Universitaria para demostrar que la Universidad seguía siendo un pedazo de México…  Entró el Ejército sin oposición y salieron casi todos los que estaban en el lugar, inclusive el 'Presidentito' y el rector”, detalló Díaz Ordaz en su manuscrito.

El exmandatario justificó la toma de CU, al rematar su relato con una “alegre anécdota”:

¡Escandalazo!...  Declaraciones y más declaraciones…  Pero se había terminado con una leyenda de impunidad…  A los dos o tres días, después de una buena limpieza, el Ejército regresó a sus cuarteles, no sin antes llevarse un importante y peligroso arsenal (de bombas molotov)”.

 

Aquí el reportaje completo:

 

 

AMU

 

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