Se agudiza crisis migrante; buscan cómo alimentarlos

McALLEN, Tex.

En los últimos días, los centros de detención de la Patrulla Fronteriza en el valle del río Grande en Texas han rebasado por mucho su capacidad y eso ha causado la liberación masiva de migrantes a las calles mientras los líderes locales luchan para poder albergar y alimentar a los cientos de personas que llegan cada día.

“Están tan estresados como nosotros”, dijo Jim Darling, alcalde de la ciudad fronteriza de McAllen, sobre los funcionarios de la Patrulla Fronteriza.

Desde el 18 de marzo, han liberado a más de dos mil 200 personas de las instalaciones de procesamiento del gobierno en el valle del río Grande, con lo que una vez más no cumplen con la promesa del presidente estadunidense Donald Trump de terminar con lo que él califica como la práctica de “capturar y liberar” a aquellos que cruzan la frontera sin autorización.

“Intentamos determinar cuántos lugares debemos tener. Lo último que queremos es personas caminando por nuestras calles y que tengan que dormir afuera de las casas”, dijo Darling.

La instalación de servicios primarios para migrantes en la región, un antiguo asilo que ahora es usado por las caridades católicas como un centro de descanso para migrantes, está llegando a su capacidad máxima puesto que casi cada centímetro de ese edificio de ladrillos rojos está ocupado.

El olor del sudor se sentía en la mañana del martes, cuando decenas de personas esperaban ser atendidas en la parte frontal del edificio. Además, dos autobuses del gobierno trajeron más personas: 54 en un autobús y 57 en el segundo. El 20 de marzo, los migrantes durmieron en colchonetas azules en pequeñas habitaciones atestadas mientras esperaban a ser trasladados a la estación de autobuses del centro.

En El Paso, la liberación repentina de alrededor de 150 migrantes el 19 de marzo desató un frenesí para encontrar lugares donde alojarlos. Una red de refugios operada por la organización sin fines de lucro Annunciation House ya no tenía espacio, así que los funcionarios de la ciudad convirtieron un parque público en un área de procesamiento, hasta que consiguieron espacio en los hoteles locales.

Los cruces fronterizos no autorizados han aumentado en los últimos meses. Más de 76 mil migrantes fueron aprehendidos en la frontera suroeste en febrero, la cifra más alta en 11 años, según autoridades.

NUEVO LAREDO. Tams.— Las casas del migrante y alberges municipales han sido sobre pasados en su capacidad ante el incremento de personas de diferentes nacionalidades que arriban a la frontera con la intención de cruzar a  Estados Unidos.

El presidente municipal Enrique Rivas Cuéllar, en reunión en la Secretaría de Gobernación en la Ciudad de México, manifestó la necesidad de los municipios fronterizos de un apoyo adicional: “No nos pueden tratar a Nuevo Laredo, presupuestalmente igual, que el resto de las ciudades, del interior del país, ya que, en el interior del país, cuando llegan estas caravanas del migrante, lo que hacen los mismos gobiernos, es la facilitación del transporte para acercarlos a las fronteras”.

Lo complicado de dicha acción es lo que enfrentan las fronteras, al no tener a donde mandarlos, quedándose varados por tiempo indefinido, teniendo que absorber la responsabilidad, el gobierno municipal, el distraer recursos, que no están contemplados para dichos eventos; “Aquí los recibimos, realizan sus trámites, esperando a que la autoridad le pueda resolver, la petición de la solicitud de asilo ente el gobierno de los Estados Unidos, lo cual puede durar años, por eso el llamado y la solicitud al gobierno federal para que se apoye”, aseveró.

CHIHUAHUA.— La presencia de más de tres mil 500 migrantes en Ciudad Juárez, tan sólo en albergues parroquiales, enfrentaron al Estado y a la Iglesia católica, luego que el Consejo Estatal de Población exigió llevar el control de la lista del número de personas que han pedido asilo y son deportadas por autoridades de los Estados Unidos.

La crisis y enfrentamiento surgió tras una declaración del secretario de Desarrollo Social, Víctor Quintana, quien dijo que al momento no hay más de 600 migrantes en Juárez.

Ante ello, el director de la Casa del Migrante en Ciudad Juárez, Javier Calvillo, ofreció una rueda de prensa, donde anunció que será el Consejo quien ahora lleve el control de la lista de migrantes que piden asilo en los puentes internacionales, mientras que las parroquias solamente ofrecerán alojamiento, comida y ropa.

Hasta el momento, hay una lista de mil 211 migrantes que han solicitado asilo en EU, en la frontera de Ciudad Juárez con El Paso.