La ignorada crisis del agua; ayer se conmemoró el día mundial del líquido

CIUDAD DE MÉXICO.

La crisis del agua es una realidad en nuestro país y forma parte del conjunto de crisis que enfrentamos en materia medioambiental: cambio climático, pérdida de la biodiversidad, desertización de los suelos, agotamiento y contaminación de los acuíferos, desecación de cuerpos superficiales de agua, entre otros no menos relevantes.

El 22 de marzo, es decir, ayer, se conmemoró el Día Mundial del Agua como una fecha para llamar a las autoridades de todos los países y a todas sus ciudadanías a cobrar conciencia sobre la relevancia de su cuidado y de lo impostergable de considerarla como una agenda prioritaria para el país.

De acuerdo con los datos de la Comisión Nacional del Agua (Conagua), puede afirmarse que nuestro país enfrenta una severa crisis de contaminación del agua en prácticamente todos los espacios en que se almacena o se distribuye. En efecto, de acuerdo con el organismo, en 2019 sólo 42.5% de la red nacional de agua superficial, conformada por dos mil 764 sitios, presentó un nivel de calidad excelente a la disponibilidad de oxígeno a cinco días; pero sólo 15.8% considerando el indicador de la demanda química de oxígeno. En contraste, prácticamente 10% de los sitios de esta red mostraron toxicidad, es decir, son sitios con agua fuertemente contaminada y no apta para ningún uso humano.

Debe señalarse que, a través del uso de ocho indicadores, la Conagua cuenta con un “semáforo” (con los colores verde, amarillo y rojo), de calidad del agua en la red de cuerpos superficiales de agua; destaca, en ese sentido, que 31% de los cuerpos de agua del país están en amarillo, con una fuerte presencia de la bacteria E. coli y de coliformes fecales; mientras que 38.5% se encuentra en color rojo, con una presencia creciente de partículas dañinas, como los enterococos.

De acuerdo con los datos de la Conagua, en 2019 sólo 76.1% de los mil 292 sitios que conforman la red subterránea en el país presentaron el cumplimiento mínimo aceptable respecto de la presencia de arsénico. Asimismo, utilizando el mismo semáforo que para las aguas superficiales se determinó que en 16.3% de los sitios están en semáforo amarillo, considerando 14 indicadores, los más sobresalientes en este grupo son alcalinidad, conductividad, dureza, sólidos disueltos totales, manganeso y hierro total.

Por su parte, 44.7% de los cuerpos de agua subterráneos están catalogados en color rojo, con alta presencia de fluoruros, coliformes fecales, arsénico, nitrógeno de nitratos, cadmio, cromo, mercurio y plomo.

De acuerdo con los datos del Instituto nacional de Estadística y Geografía (Inegi), únicamente 94.9 millones de los 126.14 millones de habitantes de viviendas particulares en el país tienen agua en el interior de sus viviendas (80.5%); hay, además, 25.55 millones que tienen agua en el patio o terreno, pero no en el edificio de la vivienda, y 4.58 millones que no tienen agua dentro del terreno y sólo disponen de ella a través de fuentes externas.

En este indicador, las desigualdades son muy amplias entre las entidades de la República, pues mientras que en Nuevo León 2.6% de las personas están en la mencionada condición, en Oaxaca el porcentaje es de 60.3%, en Guerrero es de 52.5% y en Chiapas de 50.4 por ciento.