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IMSS salva a paciente que sufría un soplo 'que se le quitaría con el tiempo'

En el Servicio de Cardiopatías Congénitas se detectó que padecía una anomalía de la válvula tricúspide en grado severo, la cual provocaba que su corazón no funcionara correctamente

Patricia Rodríguez Calva | 27-09-2020
Especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social salvaron la vida de un paciente de 32 años que sufría una rara cardiopatía congénita conocida como anomalía de Ebstein. Foto: Especial
Especialistas del IMSS salvaron la vida de un paciente de 32 años que sufría una rara cardiopatía congénita conocida como anomalía de Ebstein. Foto: Especial

CIUDAD DE MÉXICO.

Para salvar la vida de un paciente de 32 años que sufría una rara cardiopatía congénita conocida como anomalía de Ebstein, en menos de 24 horas, especialistas del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) realizaron tres procedimientos de alta especialidad:  una cirugía, una terapia innovadora y un tratamiento de hemodiálisis.

Luego de nacer con un soplo en el corazón, que los médicos le dijeron que con el tiempo se quitaría,  Arturo Pineda empezó con dificultades para realizar sus actividades hasta que fue canalizado al Hospital de Cardiología del Centro Médico Nacional (CMN) Siglo XXI, donde la jefa del Servicio de Cardiopatías Congénitas, Lucelli Yáñez Gutiérrez, detectó que padecía  una anomalía de la válvula tricúspide en un grado severo, la cual provocaba que su corazón no funcionara correctamente, deteriorándose con rapidez.

Indicó que tras una operación innovadora y  exitosa para resolver la anomalía en el corazón de Arturo, en el periodo de recuperación postquirúrgico, tuvo complicaciones en riñón e hígado que comprometían la función de estos órganos y la vida, por lo que fue necesario realizar un segundo procedimiento.

“Esta situación requirió el uso de una tecnología novedosa que es la membrana de circulación extracorpórea o ECMO. Al darle este apoyo al paciente, permitió que saliera de la terapia y para sustituir la función renal que estaba fallando, se  dio un tercer tratamiento, una hemodiálisis con la máquina Prisma y así se recuperó su riñón, el corazón, toleró la cirugía y pasó a terapia intensiva”, detalló.

Arturo despertó 20 días después de entrar a quirófano. Su esposa y hermano le contaron todo el proceso, en el que participaron 90 trabajadores del IMSS para salvar su vida.

 

 

jcp

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