Enfermos terminales bien cuidados ante la muerte

CIUDAD DE MÉXICO.

Alguien como María José Errázuriz, quien se ha enfrentado a un cáncer, a heridas de bala, que ha sido enfermera en guerras, a través de Médicos Sin Fronteras, y que en la adolescencia vio morir a su papá por un cáncer, entiende a la perfección los cuidados que debe recibir un enfermo terminal o con un padecimiento crónico.

María José viajó desde Santiago de Chile, donde vive, hasta el auditorio del hospital Ángeles del Pedregal, para inaugurar una de las cuatro conferencias que se ofrecieron en el cuarto Simposium Internacional Saber Servir y Sonreír, dedicado a Cuidados Paliativos y Voluntad Anticipada llamada: Evaluación del dolor.

Cada vez que María José dicta una conferencia, como esta vez que se dirigió a asistentes del departamento de Enfermería de todas las áreas:  quirúrgica, urgencias, terapias intensivas, pediatría de los 25 hospitales Ángeles, que existen en el país, le repite a sus alumnos lo mismo:

Les diría que traten a ese paciente como si fuera la persona más querida de ellos en el mundo. Y cómo les gustaría que lo trataran. Cuando tu persona más querida esté ahí, tú no vas a estar atendiéndolo, así que ruégale a Dios que lo traten de buena forma”.

Este Simposium Internacional Saber, Servir y Sonreír se ha llevado a cabo cada año, desde 2015.