Coronavirus pone en alerta a mexicanos radicados en China

CIUDAD DE MÉXICO.

La aparición de un nuevo coronavirus mantiene en alerta a mexicanos radicados en China. Además de un posible contagio, una de sus mayores preocupaciones es que el gobierno de la nación asiática mantenga ocultas las cifras reales de infecciones y decesos.

Eduardo Rivero, quien vive desde hace 14 años en China, afirma que el tema del coronavirus de Wuhan no se había conocido este año a nivel público o nacional, sino había permanecido oculto a un nivel hospitalario, hasta que pareciera que se salió de control.

“Cuando ya se les va de las manos el control sobre este tipo de enfermedad aquí en China, naturalmente empiezan a salir los reportes… es cuando se empieza a informar, más o menos como por el 10 de enero”, narra a Excélsior.

“Hasta hace una hora, las noticias reportaban 17 muertos… son infecciones que están dando noticia, pero también se puede pensar que hay información que se está ocultando, puede ser que sean cifras que no sean las correctas, porque eso puede generar mucho miedo en la sociedad. Finalmente, se trata de no alarmarla”, señala.

De acuerdo con Antonio, quien radica en Beijing con su esposa, la versión principal sobre el origen del virus es que salió de un mercado de la ciudad de Wuhan, capital de la provincia de Hubei, en el centro de China, donde también se vende carne de animales salvajes.

En un video del periódico South China Morning Post se puede observar a trabajadores que usan cascos, guantes y cubrebocas efectuando limpieza en el Mercado Mayorista de Mariscos de Wuhan, cuyos locales fueron cerrados totalmente.

Según datos del Asia Pacific Commercial TVNET, el pasado 1 de enero, tras el primer brote de coronavirus, los locales seguían operando normalmente.

Marisol, quien vivió en Wuhan, asegura que es común que en los mercados de la ciudad, y en China en general, se vendan animales vivos que en ese momento son sacrificados para su venta.

“Cerca de donde yo vivía, en el distrito de Wuchang, ibas al mercado, tú escogías tu animalito y lo mataban frente a ti. Aquí era de peces, había muchos mariscos, de hecho tú caminabas y te saltaban entre las piernas”, cuenta.

En un informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS), de diciembre de 2011, expertos alertaban sobre la práctica de vender animales salvajes vivos y despiezados en el mismo mercado, por el riesgo de que virus en animales salten fácilmente a los humanos.

Prevención

Eduardo narra que en Guangzhou, donde vive, la gente está tomando muchas precauciones para evitar una infección.

“Primero que nada, como suelen estar todo el tiempo afuera, es el cubrebocas. Frecuentemente lavarse las manos y tener un gel antibacterial para estarlo usando constantemente, porque aquí la gente toma el transporte público, y como es Año Nuevo Chino, la gente está moviéndose mucho”, dice.

Antonio, de Beijing, afirma que, en general, la gente está alarmada. En las calles de la ciudad, la gran mayoría usa cubrebocas.

Menciona que el problema es que, al estar de vacaciones por el Año Nuevo Chino, mucha gente viaja, y es justo en los aviones y trenes que el virus tiene mayor posibilidad de expandirse.

Pese a que el gobierno ha lanzado una campaña de prevención mediante la cual aconseja lavarse las manos frecuentemente, Antonio duda de la eficacia de las recomendaciones que se difunden en los medios y por redes sociales.

“Nosotros somos personas normales, hacemos lo mismo de siempre, lavarnos las manos, bañarnos, lavarnos los dientes y usamos cubrebocas, pero también aquí hay mucha gente que va al baño y se sale sin lavarse las manos… yo ayer entré tres veces aun baño público y vi lo mismo de siempre”, indica.

Desde el sur de China, Susana relata a Excélsior cómo en lugares concurridos, como aeropuertos, las autoridades han implementado puestos de control en los que toman la temperatura de las personas, pues uno de los principales síntomas de la infección por el virus de Wuhan es la fiebre.

“La gente está preocupada, usando protección en boca y nariz, también gel, en lugares muy congestionados con metro, camión o aeropuerto, y están checando la temperatura de todos con un aparato que ponen en la frente. También hay unas pantallas que cuando pasas detecta tu temperatura”, explica.

A ella también preocupa que el gobierno esté ocultando información “para no crear pánico entre la población”.

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