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Nacional

Alexia desafía a la muerte; voz que trasciende fronteras

La niña que le cantó al Pontífice en su visita al Hospital Infantil de México tiene un tumor en el fémur; pese a una recaída en su salud, afronta con actitud y valentía su situación y confía en poder regresar a la escuela

CLAUDIA SOLERA Y LAURA TORIBIO | 16-02-2016
El domingo pasado, Francisco recibió un regalo que lo conmovió, el Ave María en la voz de Alexia, una niña con cáncer, que próximamente será operada en Houston, Texas.

CIUDAD DE MÉXICO.

Uno de los instantes en los que el papa Francisco se mostró más conmovido en esta visita por México fue cuando escuchó a la niña Alexia Garduño Aladro, de 15 años, cantándole el Ave María en el Hospital Infantil. Un día después de este momento, que trascendió fronteras, en una revisión médica, unos estudios sanguíneos reportaron que la salud de la niña había sido afectada por una disminución en su sistema inmunológico.

Desde ayer por la mañana, Alex, como sus familiares la llaman, está internada en un hospital de Santa Fe, por órdenes médicas, con el objetivo de poder vigilar a la niña ante estos resultados que eran esperados, contó a Excélsior su papá, Gabriel Garduño.

Hace apenas tres meses, Alex supo que ese dolor intenso que sentía en su rodilla desde octubre pasado era un osteosarcoma, el cáncer óseo más común entre los niños.

Los papás de Alexia han hecho hasta lo imposible por encontrar una cura para su hija. No sólo lograron que ella tuviera un lugar en el hospital pediátrico Federico Gómez para recibir la bendición del Papa, a pesar de no ser paciente de esa institución, tampoco perdieron tiempo en México, donde llevaban varias semanas sin respuestas ante el dolor de Alexia, y lograron que la atendieran en uno de los hospitales más prestigiosos del mundo para el tratamiento de cáncer, en Houston, Texas.

Al notar que pasaban los días sin un diagnóstico certero, Gabriel Garduño decidió viajar con su hija a Estados Unidos al Hospital Methodits, donde por fin lo encontró.

“Tengo un osteosarcoma, tengo un tumor en el fémur. Me lo diagnosticaron en noviembre. Llevo cuatro ciclos de quimioterapia y en dos semanas me van a operar. Me van a poner una prótesis, van a cortar mi hueso y lo van a remplazar con un pedazo de titanio”, explicó Alexia, con esa manera tan propia y educada que tiene de expresarse.

El próximo 25 de febrero está programada la cirugía de Alex en Houston, por eso, la única petición que ella le hizo a Jorge Mario Bergoglio fue que la recordara en sus oraciones para que su tratamiento fuera exitoso.

Se lo pidió justo después de darle uno de los regalos más significativos de su primera visita al país.

Este sorpresivo regalo hizo llorar al Papa. La niña le cantó a capela el Ave María, en la versión de Franz Schubert.  “Se le salió una lágrima, y yo también lloré”, comentó Alexia.

En entrevista para Excélsior TV con Pascal Beltrán del Río, Alexia relató que la idea de cantarle al Papa surgió un día antes del encuentro, cuando a Gabriel Garduño le confirmaron que su hija sí tendría un lugar para recibir la bendición.

“Platicando y pensando cómo iba a funcionar la dinámica, se nos ocurrió a mi familia y a mí que podríamos hacer un buen regalo, una buena manera de agradecerle al Papa su bendición”, comentó Alexia. Y entonces le regaló su voz.

El obsequio provocó uno de los instantes más emotivos en la visita del papa Francisco a México. En menos de un minuto, la niña mexicana lo conmovió, en medio de una sala que enmudeció al escucharla cantar.

“Le pregunté al Papa: ‘¿le puedo hacer un regalo, por favor? Y me respondió: ‘sí, claro, ¿qué?’.  Entonces le dije: ‘¿le puedo cantar?”, y dijo ´sí, sólo ponte cómoda’”, narró.

Si el papa Francisco le pidió a Alexia que se pusiera cómoda fue porque, a pesar del tumor, se levantó de su silla de ruedas para hacerle la petición.

“Me dijo que tenía una muy hermosa voz”, presumió.

Pese al halago del propio Pontífice, Alexia no sabe aún si será una cantante profesional; por el momento, lo único que desea es vencer al cáncer para poder regresar al colegio a terminar su último año de secundaria.

“La actitud lo es todo; si tomas todo con una buena actitud, positiva y buena, todo puede salir adelante muy fácil y de la mejor manera posible”, apuntó.

La espera vale la pena

Los fieles católicos difícilmente se agotan cuando la presencia de su máximo jerarca en el mundo está cerca.

Ayer, tres horas antes de que el avión que traslada a Francisco aterrizara en la Ciudad de México, cientos de personas ya estaban reunidas en el camellón de Insurgentes a la altura de la calle Juan Pablo II en el sur de la Ciudad de México, ganándole poco a poco terreno al paso del Metrobús.

Alrededor de las 18:00 horas, la policía no podía contenerlos y ocupaban el carril del Metrobús que corre en dirección centro-sur. La gente tuvo que ser replegada dos veces antes de que los policías se dieran por vencidos y cedieran el terreno a los empecinados católicos que esperaban ver a Francisco.

Monjas y miembros de juventudes cristianas se alternaron las porras —“Papa, hermano, ya eres mexicano”— que continuaron hasta que la cercanía del auto que trasladaba al Pontífice fue inminente.

El trepidante paso de Francisco provocó una catarsis que hundió a Perla, una niña que estuvo haciendo su tarea de inglés sentada en un banco, en un estertor de llanto del que tardó varios minutos en salir. Los jóvenes se desgañitaron gritando “el Papa, el Papa” hasta quedar rendidos.

En los minutos siguientes pocos vieron desde la esquina al Papa salir a saludar a quienes están cerca de la puerta de la Nunciatura. Ninguno escuchó. Estaban demasiado lejos.

Hacia las 21:15 horas, un centenar de personas seguía gritando en el camellón de Insurgentes, en la oscuridad. El Papa ya no saldría más.

Morelia, lista para Francisco

En su penúltimo día de actividades en el país, el papa Francisco oficiará una misa con sacerdotes, religiosas, religiosos, consagrados y seminaristas en Michoacán, visitará la Catedral de Morelia y encabezará un encuentro con jóvenes en el estadio José María Morelos y Pavón.

El Pontífice será recibido por el gobernador de Michoacán, Silvano Aureoles Conejo, en el Aeropuerto Internacional de Morelia, donde estarán representantes de los tres Poderes estatales, funcionarios federales, como el secretario de Comunicaciones y Transportes, Gerardo Ruiz Esparza, así como representantes de la Iglesia, pobladores de municipios cercanos y artistas que cantarán y bailarán ante Francisco.

Se prevé que la misa inicie a las 10:00 horas, en el estadio Venustiano Carranza, después de un traslado de nueve kilómetros en coche cerrado y descubierto desde el Aeropuerto Internacional General Francisco J. Mújica.

Al finalizar la ceremonia, el Papa se trasladará en coche descubierto al Arzobispado, donde comerá en compañía del cardenal Alberto Suárez.

A las 15:00 horas, el Obispo de Roma efectuará una breve visita a la Catedral de Morelia, para que, posteriormente, efectúe un recorrido de cinco kilómetros en papamóvil hasta al estadio José María Morelos y Pavón, donde se realizará el encuentro con jóvenes.

De acuerdo con Leopoldo Sánchez Pérez, vocero oficial y coordinador de la visita del Papa a Morelia, Francisco se pronunciará sobre las víctimas de la violencia que ha tenido la Iglesia católica en Michoacán.

Durante la visita del Papa se contará con mil paramédicos y bomberos en todo el trayecto que recorrerá Francisco.

Además, se instalaron tres puestos de mando con 97 ambulancias, 26 puestos de socorro, 12 camiones de operaciones contra incendios, paramédicos y especialistas para la atención de contingencias.

Hoy, los planteles escolares de Morelia suspenderán actividades, y se mantendrá la ley seca en  la ciudad.

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