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Nacional

Se dedican a la trata 47 grupos criminales

Denuncias y testimonios de las víctimas permiten conocer cómo operan en varios corredores; extienden sus redes en 17 estados

Raúl Flores | 30-07-2014
A mediados de julio, un operativo en la Ciudad de México permitió ubicar un sitio donde fueron detenidas varias personas por el delito de trata de personas.

CIUDAD DE MÉXICO, 30 de julio.- La trata de personas deja anualmente una ganancia ilícita de más de 32 mil millones de dólares al crimen organizado multinacional. Tan sólo en México, la cifra alcanza 42 millones de dólares con la explotación de 70 mil víctimas de 47 grupos criminales, entre ellos Los Zetas, Los Rojos, La Familia Michoacana, Guerreros Unidos, Los Templarios y el cártel del Golfo, que han tejido alianzas con familias dedicadas a ese delito en Tlaxcala.

Las conexiones de esas familias tlaxcaltecas están en 17 estados, pues Sonora, Guerrero, Chiapas, Baja California, Chihuahua, Tamaulipas, Quintana Roo, Jalisco, Puebla, Estado de México, Morelos, Guanajuato, Veracruz, Querétaro, Zacatecas, Nuevo León y el Distrito Federal son un nicho para el robo de personas.

Algunos grupos criminales que se consideran desaparecidos, pero que aún delinquen como La Familia y Los Rojos, han encontrado en la línea férrea que parte de Tenosique, Tabasco, a Nuevo Laredo, Tamaulipas, una opción para captar  víctimas.

Esas alianzas han originado nuevos corredores dedicados al traslado de menores de edad y jóvenes mujeres para explotación sexual, además de trabajo forzado en plantíos de estupefacientes, halconeo y narcomenudeo.

De acuerdo con información que se desprende de denuncias dentro de la Subprocuraduría Especializada en Investigación de Delincuencia Organizada (SEIDO), de la Procuraduría General de la República (PGR), se han ubicado  organizaciones criminales como La Familia Michoacana en alianza con Los Zetas para el robo de mujeres centroamericanas que han llegado a los estados del norte, mientras Los Rojos en pacto con Los Zetas han utilizado la parte sur, desde Tabasco, Chiapas y Veracruz hasta zonas de Guerrero.

En el caso de Guerreros Unidos y Templarios, en su alianza con el cártel del Golfo se han centrado en el Estado de México, Morelos, Guerrero, Querétaro e Hidalgo.

Las investigaciones que se llevan a cabo han trazado un mapa donde los nuevos corredores de traslado de víctimas se concentran en la parte central del país, que abarcan conexiones entre Guerrero, Morelos, Estado de México y el Distrito Federal. Otro está conformado por Tlaxcala, Morelos, Hidalgo, Puebla y Querétaro, los dos con destino al norte y Estados Unidos.

Uno de los corredores más importantes y poco conocido por las autoridades lo integran los municipios de Acapulco, Chilpancingo y Taxco, en Guerrero, hacia Jojutla, Xochitepec, Temixco, Jiutepec, Cuernavaca y Totolapan, en Morelos, para conectar al llamado corredor oriente del Estado de México, desde Amecameca hasta Ecatepec, o Tlaxcala y Puebla.

Acusan complicidad

Al respecto, la presidenta de la Comisión de Turismo en el Congreso de Morelos, Érika Cortés, enfatizó que desde 2012 se tiene conocimiento sobre este nuevo corredor utilizado por el crimen organizado.

“Es la franja de nuestro estado que delimita con otros estados, que es la entrada y salida muy fáciles hacia al Estado de México, Puebla, Guerrero, por supuesto hacia el Distrito Federal y de alguna manera es parte de la forma en la que opera esta delincuencia organizada en cuanto a la trata de personas.”

Por su parte, la presidenta de la Comisión de Derechos Humanos de Morelos, Lucero Benítez Villaseñor, destacó que es una realidad que los grupos del crimen organizado se han apoderado del estado en complicidad con las autoridades locales y que utilizan los usos y costumbres de las poblaciones para delinquir.

“También hay muchos municipios aquí que se basan en usos y costumbres y el permitir esa situación y la venta de sus hijos para la explotación sexual o para el trabajo, pues ha permitido que en muchos lugares los presidentes municipales den autorización para lugares en donde se ve la situación de trata de personas”.

Enfatizó que se ha detectado una franja que conecta Guerrero con el Estado de México, pasando por municipios de Morelos, con protección de autoridades.

“Hay una zona de tolerancia en varios municipios, en donde lógicamente, pues a lo que se dedican varias jovencitas es a la prostitución y se ven menores de edad, se ven situaciones en donde lógicamente han sido sacadas de sus domicilios”, sostuvo Benítez Villaseñor.

Escasa vigilancia

Otro de los corredores en el Estado de México se ubica en la zona oriente, en Chalco, Ixtapaluca, Los Reyes La Paz, Nezahualcóyotl, Ecatepec y Tecámac, con conexiones a Puebla, Tlaxcala, Veracruz, a través del  circuito mexiquense, Arco Norte, calzada Ignacio Zaragoza y avenida Texcoco, que no tiene una vigilancia estricta en kilómetros.

El modo de operar de los criminales es trasladar a las víctimas en una parte de las cajas de los tráileres, porque al ser detenidos únicamente son revisadas las áreas donde llevan productos.

Según testimonios de víctimas recabados por la Fundación Pozo de Vida, el robo de niñas lo realizan sujetos que traen consigo un trapo con cloroformo para someterlas y dormirlas.

Uno de los testimonios es el de Estrella, quien fue raptada en Ciudad Cuitláhuac, Veracruz, donde asegura que fue dormida y trasladada en un tráiler.

“En un abrir y cerrar de ojos; eran dos hombres que traían unas máscaras negras, como de gorro; no se les veía la cara, fue muy rapidísimo, nos pusieron algo, yo recuerdo que era un trapo con un olor muy fuerte, tan fuerte que yo recuerdo solamente haber gritado”, relató a esa fundación.

El modo de operar es enganchar o secuestrar a menores de edad de Oaxaca, Veracruz, Hidalgo y Chiapas y enviarlas a sus casas de seguridad  en el municipio de San Miguel Tenancingo, Tlaxcala, para después de un mes trasladarlas a la frontera de Tijuana o al Distrito Federal.

Así, el traslado de las menores es a través de una camioneta de tres y media toneladas que llega a Tlaxcala a la medianoche, la cual toma la ruta de la región del volcán La Malinche, donde los caminos pedregosos y las comunidades indígenas carecen de retenes y operativos de seguridad, por lo que se han convertido en la principal ruta para la trata de personas a la Ciudad de México.

Puebla o Hidalgo, en los límites con Tlaxcala, son los puntos de contacto con los demás miembros de la organización criminal, quienes deciden qué niñas o mujeres van a la frontera del norte del país o a la Ciudad de México.

El pago para cada delincuente va de cinco mil a diez mil pesos.

Testimonios de miembros de organizaciones no gubernamentales, prostitutas y de menores explotadas sexualmente aseguran que la familia de Los Güeros, originarios de Villa Victoria, en el Estado de México, cuenta con más de 150 personas que están a su servicio para “surtir a las madrotas”, en especial a la “La Doña” o “Caritina”, quien es la que controla la zona de San Pablo y el callejón de Carretones.

Otras de las redes son conocidas únicamente con el sobrenombre de Los Gatos, Los Tenancingo o Los Zitácuaros, quienes se reparten la zona de La Merced para el lenocinio, narcomenudeo y la trata de personas.

El riesgo de las redes sociales

También se ha modificado el modo de operar del crimen organizado nacional para tener más víctimas. Antes era el enamoramiento con falsas promesas, después el secuestro, ahora utilizan las redes sociales.

Uno de los casos, es el de Elizabeth, cuya hija fue engañada y sustraída. “Todo esto fue investigación de amigos, familiares, para localizarla, porque no teníamos ni idea, entonces empezamos a ver lo que fue su Face; por medio del Face fue que tenía las conversaciones y fue como se la llevaron”.

En la actualidad, hay  47 organizaciones dedicadas a denunciar el delito de trata de personas en México. Rosi Orozco, presidenta de la organización civil Comisión Unidos Contra la Trata, comenta:

“El delito desgraciadamente ha permeado a la sociedad, la sociedad ha sido indiferente en todos los niveles sociales, desde el más encumbrado de este país hasta la persona que pudiera tener menos posibilidades económicas, menos poder adquisitivo.”

En México desaparecen cada hora de tres a cuatro niños entre cuatro y 12 años, y dos terceras partes son del sexo femenino; la búsqueda de un menor de edad sustraído de su hogar suele ser realizada por los propios padres, que se convierten en investigadores dejando su empleo, llegan a perder su patrimonio y hasta se resquebraja la estructura familiar por las acusaciones mutuas ante la desaparición del menor.

Alerta en el mundo

La Organización de las Naciones Unidas quiere alertar especialmente hoy, 30 de julio, en el primer Día Mundial contra la Trata de Personas.

  • La trata de personas implica “el reclutamiento, transporte, traslado, acogida o recepción de una persona a través del uso de la fuerza, el engaño u otros medios con el fin de explotarla”, tal como la ha definido Naciones Unidas.
  • Aunque la forma más conocida es la que tiene por objetivo la explotación sexual, también son víctimas quienes terminan en un trabajo forzado, la servidumbre doméstica no remunerada, la mendicidad obligada o la extracción ilegal de órganos.
  • El Día Mundial contra la Trata de Personas, surgido a partir de una resolución de la Asamblea General de la ONU, nació con el objetivo de alertar de un crimen incesante y mostrar solidaridad con las víctimas, cuyo número exacto ni siquiera se conoce.
  • Sólo los niños forzados a trabajar ya suman más de 20 millones, según la Organización Internacional del Trabajo.

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