Aprueban venta de playas a extranjeros

CIUDAD DE MÉXICO, 24 de abril.- Con la oposición de algunos diputados del PRD y de las bancadas de Movimiento Ciudadano y Partido del Trabajo, el pleno aprobó ayer la reforma impulsada por PRI y PRD para que los extranjeros puedan adquirir tierras cuando éstas sean exclusivamente para uso de vivienda sin fines comerciales, en una faja de cien kilómetros a lo largo de las fronteras y de 50 en las playas.

Para revirar a los señalamientos de los legisladores de izquierda radical que consideraron el cambio como una aberración, el panismo alegó en voz de Ricardo Villarreal García que en el país hay más de 50 mil fideicomisos con los cuales los extranjeros poseen bienes en los litorales.

“Tenemos que legislar por el bien de los mexicanos. No podemos seguir legislando solamente por el bien de unos cuantos abogados, gestores y de los bancos que generan estos fideicomisos”, planteó el diputado blanquiazul.

Presentada hace un mes, con la firma del coordinador de los priistas, Manlio Fabio Beltrones, entre los diputados proponentes, la reforma al artículo 27 constitucional fue aprobada por 356 votos a favor, 119 en contra y dos abstenciones.

La minuta enviada al Senado para continuar con el proceso legislativo prevé que las adquisiciones de los extranjeros deberán convenirse ante la Secretaría de Relaciones Exteriores (SRE).

En la exposición de motivos se afirma que en la actualidad la suscripción de tratados internacionales y la pertenencia de México a organismos como del Consejo de Seguridad de la ONU, dan al país las garantías de que la inversión extranjera en las zonas referidas no representará un riesgo para la soberanía nacional.

Para documentar la importancia del cambio, en el dictamen se detalla que de 2000 a 2012 fueron autorizados 48 mil 559 permisos para constituir fideicomisos en zona restringida.

El presidente de la Comisión de Puntos Constitucionales, diputado perredista Julio César Moreno Rivera, expuso que era necesario actualizar a la realidad social el texto de la Constitución, porque han sido superadas las circunstancias históricas que llevaron a limitar que los extranjeros adquieran tierras y aguas en las fronteras y playas.

Aclaró, sin embargo, que habría cuatro condicionamientos: “1) Que el uso de las tierras sea destinado para vivienda única y exclusivamente; 2) Que no tenga un uso comercial, industrial, agrícola o cualquier otro que implique explotación económica directa o indirecta, que derive en un uso distinto a la vivienda o casa habitación; 3) El extranjero deberá convenir con la Secretaría de Relaciones Exteriores, en los términos de la fracción I, del párrafo noveno, del artículo 27 constitucional, y 4) En caso de que las tierras sean destinadas a un uso distinto a la vivienda, la ley establecerá los procedimientos para que el extranjero pierda los bienes adquiridos en beneficio de la nación”.