Se resquebraja la Academia Barroca

CIUDAD DE MÉXICO.

Integrantes de la Academia de Música Antigua de la UNAM (AMA-UNAM) suspendieron su asistencia a ensayos y conciertos, desde el pasado viernes, en protesta para exigir la destitución de su director, Jorge Cózatl, debido a irregularidades y malos manejos en la conducción de la única orquesta barroca de México, creada en 2017, y apoyada por el flautista Horacio Franco.

Los músicos, quienes cuentan con trayectoria e instrucción internacional, forman parte del conjunto de becarios dirigido por Cózatl, quien carece de especialidad en el campo de la música antigua, expresaron a Excélsior algunos de los inconformes que ya formalizaron sus denuncias ante el coordinador de Difusión Cultural de la UNAM, Jorge Volpi, quien hasta hoy no les ha dado respuesta pese a que la agrupación tendrá sus dos conciertos finales este sábado, a las 13:30 horas, en el Anfiteatro Simón Bolívar, y el domingo en el Munal.

En dichas misivas, elaboradas de forma individual, los músicos y becarios revelan las irregularidades en las que ha caído Cózatl, así como sus constantes ataques de ira, el acoso y el cobro
injustificado de clases.

También señalan falta de seriedad de solistas y músicos invitados por Cózatl, uso de lenguaje ofensivo, discriminatorio y ridiculizante contra alumnos y el desprestigio hacia artistas como Yuyiria Fanjul, Rafael Palacios y Horacio Franco, así como la implementación de un sistema punitivo de descuentos injustificados.

Tres de las misivas, obtenidas por este diario, fueron suscritas por el clavecinista Arturo Jiménez, la soprano Odette Sarabia y el contrabajista Carlos Javier Vázquez, acompañadas por otras misivas de exbecarios que respaldan sus denuncias.

En una de ellas se describe el “olvido y la desatención a la sección del bajo continuo —integrada por clavecín, órgano y tiorba—, exponiendo deficiencias musicales que se han gestado por la mala administración de la AMA”, lo que ha provocado que esta sección “sea la más frágil y desarticulada”.

Detalla que esta área no cuenta con un profesor titular, por lo que las ideas y consejos musicales de distintos músicos han propiciado la desarticulación del conjunto; y revela la falta de un esquema pedagógico para la sección, la deficiente preparación previa de los artistas invitados y del trabajo previo del académico Ramsés Juárez, tal como sí lo hacen otros académicos como Raquel Masmano y Roberto Rivadeneyra.

La misiva describe la falta de profesionalismo e incapacidad de Ramsés Juárez para mostrar ejemplos al teclado en el ámbito técnico y teórico, aunado a una conducta “dictatorial, autoritaria y antipedagógica y la displicencia” de Cózatl, a quien define como “persona violenta”, pues a menudo insiste en que el secreto del éxito musical “es estar enojado”.

Y concluye: “Para mí es muy frustrante enfrentarme a los desafíos que mi querida AMA exige de esta manera. Es evidente la fragilidad de la sección y mi frustración se potencializa ante la pasividad de la administración en la que la responsabilidad está solamente en el becario”.

Y lamenta que las autoridades universitarias le hayan encargado el proyecto durante los próximos cuatro años, ya que “un proyecto de tal envergadura debería estar en manos, en primer término, de un especialista y lejos de las manos de una persona violenta que un proyecto tan maravilloso como la AMA lo hace un proyecto personal”.

QUIEREN OTRA CABEZA

Otra misiva refiere detalles de cómo Cózatl ha adoptado actitudes misóginas y de acoso, como cuando la soprano Odette Sarabia llegó afónica a la clase y el director artístico le dijo: “¿Ya ves?, me contagiaste por andarnos besando”.

La primera vez, relata la artista en su escrito, “no supe qué decir, tengo mis reservas con los maestros y directores por historias que he escuchado; aparte es sumamente impactante recibir ese tipo de comentario por parte de un superior; pero la segunda vez pensé que, si yo no daba una respuesta, él tal vez seguiría ejerciendo este tipo de violencia de género con bromas pesadas y de mal gusto a lo cual le respondí: ‘sí, Jorge, eso te pasa por andar besando siendo casado’”.

También lamenta la sobreexplotación a la que ha sido sometida su voz, lo cual podría derivar en una lesión vocal, entre otros factores que enlistan su actitud agresiva con los alumnos, y cierra de la siguiente manera:

Quiero solicitar que se evalúe si realmente el señor Cózatl ha hecho las cosas correcta y pedagógicamente en todo sentido. Quiero pedir de la manera más atenta que se evalúe a los maestros que dirigen los seccionales y que se asegure usted de que no están impartiendo clases en la Academia por amiguismos”, apunta la soprano.

Y añade: “Creo fielmente que la AMA necesita otra cabeza que esté enterada de todas las cuestiones de estilo, que conozca de fuentes referentes al repertorio barroco… La AMA necesita un especialista, pues es una institución en la que los becarios buscamos tener estudios de especialidad en este repertorio”.

Finalmente, el contrabajista Carlos Javier Vázquez detalla que los académicos de la orquesta lo obligaron a adquirir un arco barroco por sus propios medios, a efecto de tocar dentro del estilo históricamente informado.

Sin embargo, meses después le fue asignada la profesora Carla Alejandra Torres, quien no contaba con dicho tipo de arco, “lo que me parece incongruente; no comprendo cómo pretenden obligarme a tomar asesorías con una persona que no tiene un arco de la época y (que) no toma el instrumento durante mi asesoría para darme un ejemplo de una ejecución correcta de la música en proceso de preparación”.