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Expresiones

Retrato incisivo del ser de Emmanuel Carrère

El escritor francés, quien se alzó ayer con el Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021, dice que busca ser más libre

Virginia Bautista | 10-06-2021
Foto: Cortesía Anagrama/ María Teresa Slanzi
Foto: Cortesía Anagrama/ María Teresa Slanzi

CIUDAD DE MÉXICO.

Pensar fuera de la caja, ver las cosas desde más arriba, “intentar librarse del determinismo social y cultural de la época”, de lo preestablecido. Ése es el hilo que une los libros del escritor francés Emmanuel Carrère (1957), una secuencia, admite, que no sabe a dónde conduce.

Es como la vida misma, uno avanza un poco a oscuras y después, con la perspectiva del tiempo, tienes la sensación de que hay un camino, una trayectoria que se ha dibujado”, comentó ayer el ganador del Premio Princesa de Asturias de las Letras 2021.

Ser un poco más libre, más inteligente, comprender mejor lo que me rodea  a mí mismo es el objetivo de mi trabajo. Escribir libros es el medio para llegar a ese propósito. El vehículo puede estropearse o no estar en buen estado, pero es el que se utiliza”, afirmó en rueda de prensa.

Tras conocer el fallo del galardón que otorga la Fundación Princesa de Asturias, dotado con 50 mil euros y una escultura de Joan Miró, que este año llega a su edición XLI, el también guionista y realizador indicó que escribir es el centro de su vida.

La realidad de mi vida está muy estrechamente vinculada a lo que puedo contar. Tal vez haya un compromiso más visible, más manifiesto; pero un buen escritor, aunque escriba ficción o una epopeya, siempre está comprometido con su trabajo”, agregó.

En el acta, el jurado integrado por 19 personas, que preside Santiago Muñoz Machado y entre quienes destacan los escritores Leonardo Padura y Gonzalo Celorio, explica que se concede el galardón a Carrère porque “sus libros contribuyen al desenmascaramiento de la condición humana y diseccionan la realidad de manera implacable.

Carrère dibuja un retrato incisivo de la sociedad actual y ha ejercido una notable influencia en la literatura de nuestro tiempo, además de mostrar un fuerte compromiso con la escritura como vocación inseparable de la propia vida”, se apunta.

El autor confiesa que sí ha tenido que sacrificar algo de su intimidad al usarla como material literario. “Es una opción, una lección. Lo que puedo contar sobre mí adopta formas distintas para cada uno. Está bien poder decir cosas que no son muy honorables sobre mí mismo. No me molesta”.

Quien recibió el Premio FIL de Literatura en Lenguas Romances en 2017 señala que, para él, los personajes son la clave. “Lo que más me atrae en los museos son los retratos, la representación del rostro humano. Y, como escritor, tengo la impresión de que soy un poco un retratista”.

Ante la pregunta sobre su fascinación por el lado oscuro del ser humano, el narrador que recrea temas como la mentira, la violencia, el tráfico de órganos o la locura agrega que ha escrito cosas que hablan de la capacidad del hombre de hacer el bien, que es mucho más misterioso que hacer el mal.

Es decir, parece que el mal fuera algo extraordinario, vertiginoso; pero creo que el bien lo es más. Escuchamos decir que ambos son ambiguos; pero no es verdad, sabemos siempre dónde está cada uno, lo complicado es que hacemos el mal en lugar de hacer el bien”, dice.

Para Gonzalo Celorio, Carrère “es un escritor extraordinario que ha tocado temas muy fuertes y vigentes; tiene preocupaciones de carácter filosófico y religioso. Yo lo valoro mucho”.

En entrevista, el escritor mexicano añade que “he sido muy aficionado a su obra, me ha deslumbrado. Me gustan más sus novelas de referencias sociales: la violencia, temas atroces, tortura sicológica, el tráfico de órganos en el mundo infantil. Pone el dedo en la llaga, desnuda la realidad, la enfrenta, la reta.

Más que abolir las fronteras entre realidad y ficción, amplía las escalas y categorías de la realidad. Tan real es lo que se imagina, se sueña, inventa, se recuerda, aquello en lo que se cree, que la presunta objetividad real”, concluye.

Seleccionado de entre 33 candidaturas de 20 nacionalidades, el narrador galo, quien lamentó no hablar español pero se despidió sonriente con un “hasta luego”, recibirá el Princesa de
Asturias de manos de la heredera al trono español, en octubre próximo.

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