Logo de Excélsior                                                        
Expresiones

'La poesía como sitio de salvación': César Cañedo

El autor sinaloense charló con Excélsior acerca del poemario que lo hizo ganar el célebre Premio Aguascalientes

Virginia Bautista | 05-03-2019
Sigo escondiéndome detrás de mis ojos es el título del poemario ganador de César Cañedo. Foto: Cortesía Eriko Stark
Sigo escondiéndome detrás de mis ojos es el título del poemario ganador de César Cañedo. Foto: Cortesía Eriko Stark

CIUDAD DE MÉXICO.

Hurgar en los miedos y los silencios del ser humano es una de las obsesiones que, como poeta, tiene César Cañedo (1988), “quizá para tener cada vez menos silencios y menos miedos”, afirma en entrevista con Excélsior.

Buscamos en los silencios respuestas y, de alguna manera, el miedo siempre viaja más rápido. No son las únicas conexiones entre los humanos; sin embargo, son algunas de las que más me ha interesado explorar”, confiesa.

Para el sinaloense de 31 años, quien acaba de ganar el Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2019, con su libro Sigo escondiéndome detrás de mis ojos, este género “es un lugar de salvación y de sanación personal y colectiva, una manera de conectarnos y de compartirnos, y un sitio de mucho trabajo y disciplina”.

Narra que supo que quería dedicarse a la poesía desde niño, “porque tuve una necesidad orgánica e íntima de expresarme así, de compartir con poesía lo que escondía detrás de mis ojos”.

Feliz de haber obtenido uno de los galardones más prestigiosos del género, que en 2018 cumplió 50 años, el doctor en Letras por la UNAM se siente orgulloso de ser norteño. “Es parte de lo que soy, una manera de habitar el mundo en el que me formé, que tiene que ver con mi familia, la nostalgia, la comida que me parece deliciosa allá, porque es la de mi infancia”.

Acepta que Sinaloa está presente en su creación. “Sobre todo en la primera etapa de mi poesía, en el lenguaje que usé, experimental. Ahora puede estar en la nostalgia, en recuerdos, en mis abuelos y la lluvia, pero no está de manera directa, aunque claro que en la profundidad permanece”.

Un jurado integrado por José Ángel Leyva, A. E. Quintero y Elisa Ramírez Castañeda premió a Sigo escondiéndome detrás de mis ojos”, porque “mediante un lenguaje dinámico logra transmitir la liricidad de lo doméstico y lo familiar”, se apunta en el acta.

El profesor de Literatura en la Facultad de Filosofía y Letras de la UNAM detalla que la propuesta de este poemario “es que pareciera que de alguna manera el ADN nos proporciona un destino, social, económico, familiar, emocional; desarrollo esa idea. En mi caso, hay un destino poético que me alienta a seguir dedicándome a mis pasiones”.

Reconoce que esta propuesta es a la vez una renovación y un inicio. “Considero que mi voz ha madurado, ha tenido un proceso en el que desarrollo una voz auténtica, más allá del juego y de la experimentación. Ahora tengo algunas certezas en cuanto a la poesía que quiero compartir y explorar”.

Agrega que hay diferencias, en cuanto al estilo, con lo que había hecho antes. “También en cuanto a los temas y, sobre todo, en cuanto al trabajo que ahora dedico a escribir y pensar cada uno de mis poemas”.

El autor de Inversa memoria y Rostro cuir define esta primera búsqueda como “experimentación, juventud, rebeldía, necesidades que se han ido decantando en mi trabajo poético”.

Añade que el reto del poeta es ponerse en los zapatos de los otros, pero aclara que de los lectores no exige nada. “Si acaso me atrevería a pedirles que espero que disfruten y se involucren con las emociones que pretendo transmitir. Pienso en lectores y lectoras como un compromiso y una oportunidad de comunicarnos, como una relación textual que debe tenderse entre las dos partes e involucrarlas de manera profunda para que funcione”.

Para confeccionar sus versos, el bardo nunca espera que las musas desciendan. “Para mí, escribir es mucho trabajo y disciplina; dedico unas tres o cuatro horas del día a escribir, generalmente en mi casa, con mucho silencio o música clásica o sin letra. Disfruto escribir, aunque lo veo como un trabajo y una pasión”.

Cañedo trabaja actualmente en un poemario sobre la masculinidad y el deporte de alto rendimiento y competitivo. “Hice atletismo durante muchos años, también como una disciplina y siempre me ha apasionado competir. Entonces exploro esas reacciones y emociones de competir, ganar, perder, sentir la adrenalina y el esfuerzo”.

El Premio Bellas Artes de Poesía Aguascalientes 2019, dotado con 500 mil pesos y la primera edición de la obra, se entregará el próximo 20 de abril, en el marco del programa cultural de la Feria Nacional de San Marcos, en Aguascalientes.

Estoy muy contento y orgulloso de pertenecer a la tradición más importante de poetas en México”, concluye Cañedo al evocar que este galardón ha reconocido a escritores de la talla de Juan Bañuelos, José Emilio Pacheco y Eduardo Lizalde.

 

cva

 

Te recomendamos

Tags

Comparte en Redes Sociales