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Expresiones

Confrontan cuerpo y tiempo en imágenes con movimiento

El videoartista estadunidense, Bill Viola, exhibe ocho obras representativas en su primera exposición individual en México

Virginia Bautista | 08-05-2022
El agua se vuelve un medio plástico en las videoinstalaciones del artista estadunidense Bill Viola, en cuya obra cohabitan lo visual con lo sonoro y la tecnología de punta con el antiguo art. Fotos: Cortesía INBA
El agua se vuelve un medio plástico en las videoinstalaciones del artista estadunidense Bill Viola, en cuya obra cohabitan lo visual con lo sonoro y la tecnología de punta con el antiguo art. Fotos: Cortesía INBA

CIUDAD DE MÉXICO.

El estadunidense Bill Viola (1951), uno de los artistas vi­vos más relevantes de la esce­na contemporánea, exhibe su primera exposición individual en México en el Ex Teresa Arte Actual, donde se puede apre­ciar hasta el 28 de agosto ocho videoinstalaciones de media­no y gran formato representa­tivas de su trabajo.

Bill Viola. Tiempo suspen­dido, que buscan crear una experiencia inmersiva, visual y sonora, propone también un diálogo con el espacio arqui­tectónico del museo ubicado en el Centro Histórico.

En el trabajo de Viola co­habitan “lo visual con lo so­noro, la tecnología de punta con el antiguo art, la mística cristiana con el pensamien­to oriental, la búsqueda de la dignidad con el sentir más primigenio”, detalla el INBA en un comunicado.

Estamos hablando de al­guien que sin lugar a dudas revolucionó el arte vinculado con la imagen en movimien­to”, comentó Lucina Jiménez, directora del INBA.

Si alguien transformó el sentido del arte a través no sólo del uso de la tecnología, sino de la construcción ar­tística en donde la imagen se constituía como un fenómeno que iba más allá de la repre­sentación, es Viola”, agregó.

Añadió que, según el ar­tista, “empezó a reflexionar en el vínculo filosófico de un arte con los sentidos más profundos de la humanidad, y tiene que ver con esa relación entre la vida y la muerte, con lo sagrado, con las maneras de representar la trasfigura­ción de lo humano”.

La exposición toma como eje conceptual la idea del cuerpo confrontado al tiem­po. “Devenir en que se de­mora el transcurrir de la condición humana y desde el cual el cuerpo se revela como signo y gesto resonante”.

Creada a partir de 1970, la obra de Viola concita la inte­gración de poderosas imáge­nes concebidas mediante la exploración de técnicas au­diovisuales y el uso de nuevas tecnologías, lo cual le ha otor­gado un reconocimiento in­ternacional por la novedad de sus procesos de experimen­tación y su profundidad con­ceptual, se explica.

Durante los años 80 y 90, Viola comenzó a incorporar referencias directas a la histo­ria del arte en sus obras de vi­deo, poniendo en diálogo una visión mística cristiana con pensamientos orientales.

Algunas de las obras de Viola acercan a la vivencia de visiones “sobrenaturales”, en las que cierta experiencia mística se comunica median­te los elementos básicos de la naturaleza: agua, aire, fuego y tierra, que adquieren un ca­rácter simbólico. En especial, el agua se vuelve un medio plástico para transmitir con­ceptos como la disolución, la purificación y el renacimiento.

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