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Crónica: El alma de Bucareli se va apagando

Los voceadores y repartidores han sido un ejército de valientes dedicados por más de 100 años a difundir la noticia desde la histórica esquina de la información

Jesús Monje Peral | 20-04-2019
Crónica: El alma de Bucareli se va apagando

CIUDAD DE MÉXICO. 

La avenida de Bucareli. Por años ha sido la matriz del periodismo en México.

Desde hace más de 100 años, Bucareli ha sido y sigue siendo el punto de concentración de repartidores de periódicos que todos los días distribuyen a casas y oficinas, así como los legendarios voceadores quienes acuden a este punto para abastecerse de periódicos y revistas y venderlos en sus esquinas y avenidas.

En los alrededores de la Avenida de Bucareli, se han concentrado los principales diarios de mayor circulación en México, encabezados por el periódico Excelsior, El Universal, El Novedades, La Prensa, La Jornada, el Sol de México, entre otros. También en este punto se concentró la mayor parte de expendios de periódico y revistas, que abastecen desde las 2 de la madrugada a miles de voceadores de la Ciudad de México y áreas conurbadas.

Fueron años maravillosos cuando la Avenida de Bucareli, desde Paseo de la Reforma hasta la calle de Morelos, era inundada por estos personajes emblemáticos para el periodismo nacional, ya que han sido parte muy importante para la distribución de la libertad de expresión y mismos que mantenían esa avenida siempre viva, todos los días se escuchaba el grito tradicional ¡extra, extra!, ¡las últimas noticias! Y el correr de los voceadores por querer ser los primeros en repartir y vender las noticias frescas del día.

Desgraciadamente esas calles de Bucareli, Artículo 123, Abraham González, Iturbide y Morelos van callando poco a poco, los voceadores han disminuido, sin embargo, quedan algunos quienes desde las 2 de la madrugada siguen acudiendo a los expendios de esta zona.

La vida de la calle de Bucareli iniciaba a partir de las 2 de la madrugada, en donde comenzaban a llegar los repartidores de Excelsior, quienes abarcaban desde Paseo de la Reforma, hasta la calle de Articulo 123, dejando sólo un carril para el paso de los automovilistas y comenzaban a recibir las secciones en el edificio de Bucareli 17, para intercálalos y armar el diario y hacer sus bultos de periódicos, así como cargar sus bicicletas y motos para después de las 7 de la mañana, comenzar a repartir los diarios a las casas y oficinas todos los días sin descanso.

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No importaba el frio, la lluvia, el viento, ni la noche, los voceadores siempre estaban a tiempo como un ejército de valientes y siempre fieles en tener sus diarios y revistas para comenzar su recorrido por las calles de la Ciudad de México.

Posteriormente a las 11 de la mañana comenzaba el otro turno de voceadores de la tarde que esperaban los periódicos de la tarde como la Extra y las Últimas Noticias de Excelsior, Ovasiones y el Sol de Mediodía, que era competencia de ver quien llegaba primero con los periódicos de la tarde y ser los primeros para venderlos.

La carrera iniciaba con el periódicos de las Ovasiones, quienes recibían los primeros bultos arrancaban a toda velocidad con sus bicicletas desde Marina Nacional, subiendo el puente del Circuito, para seguir por Sullivan, cruzar la avenida de los insurgentes sin detenerse, esquivando los carros, para pasar el Monumento de la Revolución y cruzar por ultimo Paseo de la Reforma con la misma suerte de esquivar los carros hasta llegar a Bucareli donde eran esperados por cientos de voceadores para vender las noticias de último momento. Estas competencias eran extremadamente fascinantes y un espectáculo que veíamos de lunes a sábado.

Por más de 100 años los voceadores han y siguen caminando por las calles voceando y vendiendo la noticia, la gente desconoce que estos nobles trabajadores inician su día muy temprano. “El mejor homenaje que se le pude brindar a los Voceadores, es respetar y reconocer su trabajo que beneficia a todos los mexicanos”, expresó Marco Antonio Reyes Díaz, director de la Unión de Expendedores y Voceadores de los Periódicos de México.

“Los voceadores son el mejor medio difusión del periodismo a nivel nacional, existen 8 mil puntos de venta de periódicos en la Ciudad de México y áreas conurbadas y sería importante que los diarios y revistas se solidarizarán con ellos, porque el voceador nunca se ha rajado y sigue luchando por vender la noticia día a día.

Desde hace más de 12 años, se perdieron muchos beneficios de los Voceador y hoy en día, a pesar de la crisis interna de la Unión de Voceadores, estamos luchando por recuperar las funerarias, la clínica del voceador, el seguro de vida, las despensas, prestaciones, y seguimos trabajando para dar más y mejores beneficios a estos incansables trabajadores”, dijo Reyes Díaz.

Por su parte, Jaime Gálvez Hernández, expendedor de periódicos y revistas de la calle de Articulo 123, expresó que Bucareli y sus calles aledañas, desde hace muchos años ha sido una fuente de trabajo para miles de voceadores y repartidores de periódicos y revistas, desgraciadamente en la actualidad, el internet y la renovación de los medios de comunicación por parte de los intelectuales han terminado con el periodismo de época, se terminaron los buenos encabezados que vendían periódicos, antes la gente te compraba hasta tres ejemplares y hoy sólo compra uno porque todos traen la misma noticia con diferente síntesis, pero siempre el mismo encabezado, lo cual le ha dado muerte al periódico impreso.

“Mi Papá, Sacramento Gálvez Hernández, mejor conocido como “El Champion” tenía un expendio en la esquina de Bucareli y Artículo 123, donde distribuíamos los periódicos de la tarde y desde los 8 años digo trabajo en esta esquina y hoy veo con gran tristeza cómo los voceadores se van acabando y se extraña ese grito que salía desde la calle de Bucareli de cientos de estos personajes voceaban las noticias del día ¡La extra, la extra!! ¡¡Últimas noticias!!

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Hace unos 30 años todavía se vendían más de 70 a 80 ejemplares diarios y hoy no se venden ni 20, de lo cual culpamos a la tecnología y las malas ideas que van terminando con esta noble pofeción”, dijo Gálvez Hernández

Bucareli, fue conocida anteriormente como paseo de Bucareli y Paseo Nuevo, avenida inaugura-da a fines del siglo XVIII, exactamente en 1778, por el entonces virrey de la Nueva España Antonio María de Bucareli y Ursúa, para modernizar y añadir infraestructura urbana a la entonces capital del virreinato, entre cuyo plan destacaba la creación de una avenida dotada de arboledas y fuentes para la recreación de sus habitantes.

El correr de los autos sobre dicha avenida va en un solo sentido, de norte a sur, y la gente que la recorrer desconoce los monumentos y lugares históricos que ahí continúan, comenzando por el edificio de Bucareli No.1 y 18, la sede del periódico Excélsior; en seguida el periódico El Universal; le sigue el Edificio Gaona, de estilo neocolonial; le sigue el monumento más sobresaliente y conocido de la avenida Bucareli esquina con Atenas y Emilio Donde, es el Reloj Chino, regalo del emperador de China a México en ocasión de los festejos del Centenario de la Independencia de México; también está el Conjunto Vizcaya, conocido como Edificio Vizcaya. levantado a comienzos del siglo XX para funcionarios del gobierno de Porfirio Díaz. Pero quedando sin concluir por completo hasta 1924; también se encuentra el Conjunto Mascota, levantado por Miguel Ángel de Quevedo en el año de 1912; y por último el edificio de la Secretaría de Gobernación, estos son los tesoros de época que aún conservan su belleza y están en Bucareli.

 

«pdg»

 

 

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