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Nunca le creas a un policía, aunque sea Sting

Carlos Meraz | 11:45
https://cdn2.excelsior.com.mx/media/pictures/2017/06/06/play_logo.jpg Carlos Meraz

Los estigmas que tiene un policía a escala global son tantos que enumerarlos sería una tarea más tediosa que gratificante. Así que digamos sólo los más representativos: deshonesto, alienado, negligente, prepotente y mentiroso. 

La calidad moral e intelectual de un otrora policía como Gordon Matthew Thomas Sumner —mejor conocido bajo el alias de Sting— no se cuestiona. Lo que sí es criticable es que el británico hipoteque su palabra en vano y se invente normas que no va a acatar, es decir, que haga de la falacia una apología hacia ese heroico escuadrón musical del que fuera su cabecillaThe Police.

Los hechos hablan por sí solos... Corría la mañana del otoño neoyorquino de 1999 en pleno centro de Manhattan, específicamente en The Hit Factory —donde John Lennon hiciera su disco póstumo Double Fantasy (1980); The Rolling StonesEmotional Rescue (1980); Bruce Springsteen, Born in the U.S.A. (1984); Paul SimonGraceland (1986) y David Bowie, Outside (1995)—, donde se llevaron a cabo las diligencias para la declaración del masculino de cuerpo presente.

La sede del careo fue negociada por el implicado de oficio músico, debido a que ahí realizaba el remix de Desert rose, tema a promocionar de su séptimo álbum en solitario Brand new day, con un cómplice ocasional: su colega Cheb Mami, un cantante argelino que en 2009 sería declarado culpable de "violencia, secuestro y amenazas" contra su ex novia, por una corte parisina que lo sentenció a cinco años de prisión, pena que cumplió a la mitad, tras salir bajo libertad condicional.

— En 1987 cantabas ‘Englishman in New York’, ¿qué atracción te provoca esta ciudad?

— Está es mi ciudad favorita. Vengo de Londres y si tuviera que elegir otro hogar sería Nueva York, porque tengo muchos amigos aquí; me gusta su energía, porque puedo caminar fácilmente por las calles; tener un buen apartamento y el clima nunca es el mismo, hoy puede llover y mañana ser un día soleado.

Como buen inglés en Nueva York llegó puntual a la cita para ofrecer su testimonio durante 20 minutos ante cada representante de la prensa latina —convocada en los legendarios estudios de grabación que fueran cerrados un sexenio después— , la cual irremediablemente indagó si algún día el susodicho volvería a ser un uniformado junto con sus compañeros: el británico Andrew James Summers y el estadunidense Stewart Armstrong Copeland.

En el ocaso del siglo pasado, Sting —mote con el que fue bautizado en los años 70 por usar un jersey de franjas amarillas y negras, que lo hacía lucir como una abeja y por ende recibió el sobrenombre de aguijón— guarda su placa de rock star porque, como civil, su orientación musical apunta al pop con tintes de jazz, bossa nova y sonidos árabes o africanos con su nueva corporación compuesta por el percusionista francés Manu Katché, el guitarrista argentino Dominic Miller y el saxofonista estadunidense Branford Marsalis.

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Muchos lo acusan de ser el autor material e intelectual de la muerte de The Police, justo cuando la agrupación se encontraba en el pináculo de su carrera discográfica con el álbum que marcó toda una década y a la vez cavó su tumba: Synchronicity de 1983; pero él no se siente culpable de la disolución de la banda y se justifica bajo el siempre eficaz argumento, el cliché de "por diferencias creativas".

— ¿Alguna vez volverá a reunirse The Police? Es factible o te molesta hablar de ello.

— No me molesta en lo absoluto. Estoy muy satisfecho de lo que hicimos en The Police; incluso por mis ex compañeros siento mucho orgullo y cariño. Pero eso fue hace 20 años y ahora todo ha cambiado.

"El hecho de siquiera pensar reunir al grupo es similar a intentar revivir a tu querido perro: lo podrás disecar y ponerlo en la vitrina para que esté contigo y sea parte de los recuerdos, pero no por eso algún día cobrará vida algo que murió hace mucho, mucho tiempo. Eso significa The Police para mí, sólo memoria, una reunión no se dará jamáis (así lo pronuncia en castellano)".

El taxidermista —perdón—, el bajista y cantante mantiene la arrogancia de saberse inteligente, famoso, millonario, apuesto y atlético, esto último, gracias a la práctica del yoga, por el que, según él, además domina una técnica que le permite tener sexo tántrico por largas horas, como si fuera la encarnación del conejito de la batería Duracell que acuñó aquel slogan de "Y duran, y duran...".

Será esto último otro falso testimonio suyo... Lo cierto es que en el interrogatorio faltó usar el polígrafo, pues el imputado a la postre hasta posee el don de revivir a ese perrito disecado que decía era su banda. Y cómo no, si casi una década después, el cuerpo policiaco se juntó para la gira mundial The Police Reunion Tour, con 151 fechas entre 2007-2008, por la que el trío musical facturó la friolera de 362 millones de dólares. 

Veredicto: La nostalgia, acompañada de un cheque con más de seis ceros a la derecha, resucita a más muertos que cualquier apocalipsis zombie. Una atenuante para el sujeto que con esa "mentira piadosa" se embolsó al menos 50 millones solo para él, libres de impuestos y gastos de producción del victorioso reencuentro.

Libre por falta de pruebas: En un alarde de su inocencia, la máquina de hacer dinero e hijos —tiene seis, prueba fehaciente de que semental sí es— queda libre de prensa y cuestionamientos, desea irse a recorrer su ciudad favorita, pero antes de cruzar el umbral de la puerta de The Hit Factory se percata de que en el lobby una mujer arremolinada en el sillón arrulla a su bebé. Se lo pide para cargarlo, hacerle muecas y darle un beso en la mollera. La femenina lo admira y no da crédito que haya tantos mimos para el pequeño y ella no reciba ni un apretón de manos; anhela que el rubio inglés fuera el padre del crío porque, aunque sea un mentiroso profesional, el policía supuestamente jubilado además de una abultada chequera también posee nobles sentimientos y, sobre todo, se sabe libre de culpas... Por ahora.

Moraleja: "Con dinero baila el perro....", sin importar que esté presuntamente muerto y mucho menos ya disecado.

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Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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