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Emociones cotidianas en el cerebro: los gestos

Eduardo Calixto | 21:25
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La cara es la pantalla de la manifestación de las emociones. A través de los gestos pueden evaluarse características de la personalidad de quien nos hace el gesto, no obstante que, en muchos casos, son interpretaciones del proceso, suelen existir señales de emociones en el rostro, cuya evaluación puede ser universal en muchas culturas.

Indicamos nuestros pensamientos, intenciones y sentimientos con gestos y lenguaje corporal. La mitad de nuestra comunicación interpersonal en promedio es no verbal, cuando decimos que los gestos dicen más que mil palabras es porque existe una discrepancia entre la lógica de lo que vemos y lo que interpretamos.

 

Los ojos y su lenguaje

Lo hacemos con la amígdala cerebral, giro del cíngulo y corteza prefrontal. 

El cerebro interpreta el movimiento de los ojos, la mirada y la disminución de la apertura de los parpados de la que nos da información. Lo hacemos con la amígdala cerebral, giro del cíngulo y corteza prefrontal. Un neonato no ve el rostro, ve los ojos, gradualmente aparece la cara de su interlocutor en la vida del bebé, después y para siempre, este proceso dará interpretaciones de la conducta de nuestros interlocutores; será lo más común de nuestros días.

 

 

Los ojos transmiten información: detona principalmente atención e interés. Más cuando las personas están muy cerca, la información de los ojos es fundamental.

Ante una sorpresa, abrimos los parpados enseñando más el globo ocular, las pupilas se dilatan: es una señal de atención. Esto lo aprendimos a partir del tercer mes de vida; lo hacemos para que entre más luz a los ojos, procurando entender mejor la realidad.

La adrenalina y dopamina incrementan el metabolismo cerebral en menos de tres segundos, favoreciendo la activación de algunos nervios craneales, con lo que los ojos se sostienen en una posición, siguen con la mirada a las personas, primero por imitación y luego por atención; de esta manera los músculos frontales se desvían hacia arriba en sorpresa, miedo o  en contraste en el enojo; la contracción envía hacia abajo la piel.

Estos procesos de los ojos tienen mucho de imitación; los niños lo copian y reproducen desde las primeras etapas de la infancia. Es un hecho que hay más emoción, más elevación de los parpados, más expresividad en la conducta y esta dura más.

Levantar las cejas varias veces es una señal amable de ausencia de tensión,  ausencia de miedo.  Una sonrisa que arruga la piel junto a los ojos es la que más libera dopamina en nuestro cerebro, y suele ser la más sincera.

 

Lo que dice el cuerpo

Al hablar, la gran mayoría de los movimientos de nuestro cuerpo conforman un proceso inconsciente. Muchos de ellos son expresión de nuestra evolución como mamíferos; gran parte de los de la mano, al hablar pausadamente, son suaves, pequeños, esto sugiere atención, énfasis de aprendizaje. En contraste, cuando hacemos movimientos bruscos, como levantar rápidamente los brazos, cerrar el puño, señalar con un dedo, son  señales que aprendimos con miedo. Tensamos los músculos, el tronco se inclina hacia delante, significan la búsqueda de incrementar nuestro volumen corporal; es una señal de ataque.

El miedo tiene una expresión corporal: movimientos suaves y actitud retraída, buscando huir.

Nuestro cerebro interpreta los movimientos de manos, boca y corporales con la corteza temporal y el giro del cíngulo. Es decir, es un proceso que deja memoria, pero que activa las zonas emotivas de nuestro cerebro, en forma interesante, el cerebro primero interpreta y después analiza la emoción de quien está frente a nosotros.

Ladear la cabeza es un proceso de incrementar la atención. Esto disminuye la tensión y permite enfatizar la curiosidad. Si hay sonrisa, ambos cerebros liberan dopamina y es el inicio de una seducción en nuestro cerebro, este proceso incrementa la liberación de oxitocina, lo cual favorece la empatía y el apego de las personas.

Durante el enamoramiento, primero solemos poner atención en los ojos y gradualmente vamos poniendo más atención en el lenguaje corporal. Cuando el lenguaje corporal no corresponde con la expresión facial, inmediatamente nuestro cerebro pone más atención en los movimientos del cuerpo.

En una discusión es común ver un signo de agresividad y poder: levantar la cara y proyectar la barbilla hacia el frente.

 

El gesto

Es necesario enfatizar que muchas de las interpretaciones de los gestos de otras personas dependen de nuestro estado de ánimo. No somos conscientes de lo que vemos, por lo que el control consciente de la emoción es el gesto: movimientos de la cara que asocian emociones positivas o negativas. Los gestos traducen emociones, rechazo, pensamientos o aceptación.

Es común que el cerebro interpreta con lo que sabe y en el contexto social en que se hace un gesto. Los gestos se utilizan para tres propósitos:

  1. describir un hecho
  2. transmitir sentimientos y
  3. enfatizar una información.  

A diferencia de las reglas de un idioma, que varían de uno a otro, los gestos tienen una gramática universal.

Un estudio reveló lo siguiente: a algunas personas que se le pidió que contaran una historia común. Los que hablan español, suelen iniciar con sujeto seguido de verbo y predicado. Los que hablan turco o ruso inician con el predicado, luego sujeto y finalmente el verbo. Sin embargo, cuando se les pidió que a través de gestos dieran la información, todos llevaron un orden: sujeto, predicado y al final el verbo. 

Existen pocos gestos universales como la declaración de inocencia, al extender los brazos con manos abiertas. O gesto de susto al bajar la mirada y llevarse las manos a la cara, comúnmente tapándose la boca. O la de enojo, cuando se sostiene la mirada y se señala con el dedo.

Levantar las manos y sonreír es una señal universal de júbilo y victoria; y finalmente, juntar las yemas de los dedos sugiere precisión, congruencia y concentración, y comúnmente se utiliza para centrar la atención.

El cerebro interpreta las emociones como un proceso de actividad biológica, pero con una constante retroalimentación psicológica y social en forma muy importante.

No podemos interpretar lo que no conocemos, la cultura nos ayuda mucho a negociar socialmente con los gestos.  Lo importante es que la próxima vez, dediquemos un segundo a reflexionar cuánto nos dijeron las palabras y cuánto los gestos y el lenguaje corporal de quien nos brindó información.

 

@ecalixto

 

 

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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