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Viruela símica, otra vez los HSH

Luis Manuel Arellano Delgado | 14:56
https://cdn2.excelsior.com.mx/media/pictures/2016/06/07/ladooscuro_header.jpg Luis Manuel Arellano Delgado

 

La reivindicación de la homosexualidad como libre expresión de deseo sexual ha sido consigna política desde los años setenta. Sin embargo, con la globalización de la lucha gay ese deseo topó con pared.

 

En México la aparición del sida replanteó la perspectiva del Movimiento de Liberación Homosexual porque se le incrustó una infección viral y mortal. En esos años setenta, de forma paralela a la movilización comunitaria desplegada contra el control que de la homosexualidad realizaban la psiquiatría, el catolicismo y el amarillismo periodístico, de forma silenciosa irrumpió el Virus de Inmunodeficiencia Humana al interior de los espacios de convivencia, encuentro y ligue gay.

 

Esto es importante anotarlo porque la infección que dio paso a los primeros casos de sida diagnosticados a partir de 1983 se transmitió precisamente durante esos años setenta, que también lo fueron de lucha y reivindicación. Una paradoja. Se pugnaba por salir del clóset al tiempo que el VIH invadía -insisto, silenciosamente- las alcobas del homoerotismo.

 

Hoy, los brotes de la viruela símica amenazan nuevamente con sumar otra infección a las alcobas de placer masculino mientras avanza la agenda de derechos para los colectivos LGBTTTIQ+. Y digo otra infección porque además del VIH existen más ITS (virus, bacterias, hongos y ectoparásitos) que acechan de forma específica la intimidad de los hombres que tienen sexo con hombres.

 

¿Es la viruela símica una infección de transmisión sexual? No obstante la abundante información ofrecida en algunos estudios, los expertos sanitarios, los epidemiólogos y las autoridades del Sector Salud se resisten a reconocerlo. Incluso se han presentado debates respecto a cuándo se considera que hay una relación sexual; y como no se ha confirmado clínicamente que haya carga viral activa de viruela símica en el semen entonces se descarta que la transmisión sea sexual. ¿Debe incluir una relación sexual el coito? Por supuesto que no, pero parece que seguimos en ese debate.

La Norma Oficial Mexicana para prevención y control de ITS, vigente desde 2003, no explica qué puede entenderse por una relación sexual, pero establece medidas importantes de contención que no han tenido impacto en las estrategias nacionales de promoción de la salud sexual.

 

Donde se reconoce que las ITS no requieren de coito para transmitirse, que basta el contacto con la piel, con membranas mucosas como las úlceras en la boca, pene, ano o vagina y juguetes sexuales contaminados, es una guía elaborada en 2011 por la Fundación Mexicana para la Salud, que tampoco ha tenido efecto en materia de salud sexual.

 

Más allá de si se trata de una ITS o no, es indiscutible que, hasta el momento, la viruela símica ha sido diagnosticada mayoritariamente en hombres que tienen sexo con hombres en la mayoría de los países que no son endémicos de esta infección. ¿Y por qué está afectando a los  HSH y gays en diversas ciudades del mundo? La respuesta tiene que ser precisa: porque ese virus ingresó a las redes de convivencia homosexual facilitando su transmisión por contacto íntimo.

 

Asumir institucionalmente que el virus símico se transmite por relaciones sexuales permitiría a los HSH y gays crear estrategias comunitarias de reducción de riesgos incluso en los homosexuales que no practican coito anal. La evidencia clínica no mienta cuando muchas lesiones se presentan en el pene, en el pubis, en los testículos, en el ano y en la boca. Reconocer esta forma emergente de transmisión de ese virus de ninguna forma significa negar otras vías de su diseminación.

 

La lentitud en la respuesta preventiva mexicana va a tener repercusiones sanitarias importantes y serán un eslabón más del descuido que las ITS han tenido históricamente. Si algo no hay en este país es salud sexual ni reproductiva. ¿Y por qué habría de haberla cuando las autoridades sanitarias rehúsan prevenir, diagnosticar, notificar y atender las infecciones de transmisión sexual? Porque la alerta no tendría que ser nueva a partir de los brotes de virus símico. En México se ha fallado de forma sistémica y estructural al momento de enfrentar las consecuencias de las ITS.

 

Por ejemplo ¿cómo es posible pretender acabar con el cáncer cervicouterino si no se promueve de forma abierta y clara la prevención sexual del Virus de Papiloma Humano? ¿Por qué la Sífilis, cuyo registro sanitario está documentado en el siglo XIX, todavía es una epidemia? Es una paradoja que se silencien las ITS en un país donde la sexualidad se ejerce de forma cotidiana (en muchas ocasiones hasta con violencia) y se expresa culturalmente de variadas y contrastantes formas.

 

Reconocer que la viruela símica ingresó a las redes de convivencia de gay y de HSH de ninguna manera es discriminación ni mucho menos estigmatización. Es un dato epidemiológico duro, irrebatible. Asumirlo permitirá cortar la cadena de transmisión.

 

 

 

Referencias

 

  • Norma Oficial Mexicana NOM-039-SSA2-2014 para la prevención y control de las infecciones de transmisión sexual. Ed. Secretaría de Salud/CENSIDA, 2017, México.
  • Guía de prevención, diagnóstico y tratamiento de las ITS, dirigida a personal de servicios de salud. Ed. Fundación Mexicana para la Salud, 2011, México.

 

@LuisManuelArell

 

 

 

 

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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