Logo de Excélsior                                                        

No binario

Luis Manuel Arellano Delgado | 11:42
https://cdn2.excelsior.com.mx/media/pictures/2016/06/07/ladooscuro_header.jpg Luis Manuel Arellano Delgado

La biología no es destino, tampoco el género asignado. Pero ¿se puede concebir nuestra existencia al margen de la masculinidad y de la feminidad? Muchos jóvenes creen que sí y lo hacen.

Se trata de un desafío político, con movimientos similares en otras partes del mundo, para construir alternativas a la conexión por la que se amarran nuestros cuerpos con alguna de las dos identidades históricas de la sexualidad.

Más que movimiento, las personas no binarias son expresión colectiva de individualidades posmodernas a quienes los colectivos LGBTTTIQ, particularmente de hombres transgénero, les han permitido identificarse entre sí. Si bien tienen empatía con la bisexualidad, su posicionamiento es ajeno al discurso de liberación sexual ya que no es su propósito cuestionar preferencias ni prácticas sexuales.

Al cuestionar la lectura binaria de la vida se proponen liberarse del género, de sus roles, de su apariencia. Parten desde lo que tienen a la mano: cuerpo y lenguaje. Neutralizan el género en las palabras mediante la sustitución de las letras “a” y “o” por la “e” que se proyecta ajena a lo femenino y masculino.

Aunque es complicado orientar una conversación en sentido neutro, la gestión de esta identidad emergente va más allá de cualquier galimatías. No obstante, la consistencia de su discurso descansará en la habilidad que tengan para profundizar ideológicamente, porque construir identidades dista de ser algo sencillo.

Por el momento estos jóvenes fragmentan los componentes binarios y elaboran un amplio abanico de combinaciones o reformulaciones conceptuales no exentas de confusión. Pero lo hacen y tienen la decisión de dar su batalla que al momento les ha reconocido la libertad personal. La pregunta es qué tanto esa libertad no binaria puede ser colectiva.

El pasado 20 de abril se inauguró una pequeña exhibición llamada Antal. Universo No binarix en el Centro Cultural Border, donde se dieron cita decenas de jóvenes. Estuve ahí y me sentí a gusto tratando de hacer empatía, pero sobre todo de comprender, de sentir qué es eso que les hierve por dentro. Desde mi lectura binaria observé que las mujeres son mayoría, pero los elementos en común para ellas y ellos se configuró con el lenguaje neutro así como el arreglo personal mediante maquillaje o peinados con la combinación de prendas de ambos géneros.

El colectiva de creadoras no binarias en esta exposición denunció la dificultad de enfrentar el binarismo, ya que sus identidades son rechazadas, desvalorizadas, negadas, invisibilizadas, atacadas, ridiculizadas y vulneradas tanto en el espacio público como en el privado, lo que afecta sus derechos humanos.

No obstante, el antibinarismo gana espacios. Y uno más se puede apreciar en el patio de fotomurales del Centro de la Imagen. Se trata de la exposición Canibalismos de la Mirada del colectivo La Agencia, que ensaya “formas de representación visual” donde no se ejerzan ni reproduzcan violencias sobre los cuerpos y las identidades, ajenas al consumo. Su trabajo va dirigido “a personas con cuerpxs y experiencias vitales que no se identifiquen con los cánones establecidos, pero también a aquellxs hacedorxs de imágenes que intentan acercarse a estas subjetividades”. En este caso, el equipo de La Agencia sustituye las vocales de género por la “x”.

Estas pequeñas aproximaciones se multiplican en varias regiones de México y del mundo, por lo cual empiezan a convertirse en tema de interés antropológico. No por otra cosa National Geographic elaboró el año pasado una edición especial bajo el título Género. La revolución. En ella, Robin Marantz Henig advierte que “el género es una amalgama de varios elementos: cromosomas (X y Y), anatomía (órganos sexuales internos y genitales externos), hormonas (niveles relativos de testosterona y estrógeno), psicología (identidad de género autodefinida) y cultura (comportamientos de género definidos socialmente).

La crítica global al género inició con el movimiento feminista y luego hizo lo propio el movimiento de la diversidad sexual, particularmente la población trans. Difícil predecir hacia dónde se encaminará la apuesta de los jóvenes no binarios. Pero un gesto de solidaridad nuestra les dará ánimo para sostenerse en esta crítica que la mayoría de la población rechaza formular, porque a todas y todos siempre nos pesa algo del rol que debemos desempeñar.

Referencia:

  • Género. La Revolución, edición especial de National Geographic en español. Editorial Televisa, enero de 2017, México.

@LuisManuelArell

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

Comparte en Redes Sociales