Mujeres: la deuda de este gobierno

“Esta noche les comparto que encontramos a mi tía sin vida y no saben la tristeza e impotencia que hoy inunda mi ser... #YaAparecio ya no #TeBuscamosAna te encontramos como nunca imaginamos hacerlo... Ojalá de menos la justicia esté de nuestro lado esta vez!!!” Se lee en la cuenta de Twitter @kasheii.

En otra cuenta se leía: “Localizan muerta a una de las tres mujeres desaparecidas en Tamaulipas. Velma Vázquez, había sido reportada como desaparecida el 30 de noviembre luego de que aproximadamente a las 13:00 horas salió de su domicilio con rumbo a la zona centro.”

Abro mi cuenta de Facebook y me topo con la noticia que de “Familiares y amigos despidieron a Cintya Gabriela Moreno Hernández, la joven de 25 años que tras abordar un taxi el sábado en San Antonio La Isla fue reportada como desaparecida y hallada sin vida ayer, en la alcaldía Iztacalco.”

Más abajo leo “Secuestran, violan y abandonan desnuda a mujer que caminaba por calzada de Tlalpan. Los hechos se registraron a plena luz del día cuando se dirigía hacía la estación del Metro Ermita de la línea 2, y un hombre se acercó a intimidarla con un arma de fuego.”

Otra nota: “Localizan sin vida a jovencita desaparecida; la ahorcaron. Karla Liliana de 16 años fue ahorcada; tenía desaparecida una semana, informaron las autoridades de la Fiscalía Especializada de la Mujer.
De manera oficial se indicó que la victima de apellidos Valdez Olague fue localizada el 14 de noviembre en calles de la colonia División del Norte.”

Desafortunadamente estas mujeres, como las otras 10 que a diario asesinan en nuestro país, no corrieron con la misma suerte que la famosa Karen Espíndola, cuyo nombre se volvió viral esta semana, pues su hermano denunciaba en su cuenta de Twitter que había desaparecido al tomar un taxi en la Ciudad de México. 

El caso atrajo la atención hasta de Claudia Sheinbaum, la Jefa de Gobierno. Un día después se supo que la joven había estado en un bar y había vuelto a casa en medio de un caos donde todo México la buscábamos con preocupación.

La historia de Karen, planeada o no, atrajo la atención de miles de personas, su caso salió en todos los noticieros. En las redes sociales la gente salió a lincharla, a burlarse de ella, a denostarla, a llamarla mentirosa y hasta puta. Se volvía tendencia, como si a muchos les diera coraje que su cuerpo no apareciera violado, asesinado y tirado en un terreno baldío, en un taxi, o en alguna carretera de nuestro país.

¿Qué está pasando en México? No recuerdo haber leído tantas historias de mujeres asesinadas, vejadas, acuchilladas, desfiguradas, quemadas. Tantos feminicidios, cuya cima se alcanzó con el caso del asesinato de la regiomontana Abril Pérez Sagaón.

De ahí la rabia de tantas por marchar, por pintar y destrozar nuestros monumentos históricos, por romper ventanas, por intentar quemar comercios, por llamar la atención y por gritarle al mundo y al gobierno un ¡Ya Basta #NiUnaMás!. 

Es verdad, la furia no nos va a devolver a esas mujeres que perdieron la vida. Pero ahí están nuestras voces. Movimientos como #MeToo, la del baile de “Un violador en tu camino”, se han vuelto tendencia mundial.

Mientras tanto, el gobierno actual parece estar perdido en sus políticas públicas con las mujeres. Y las noticias no parecen ser muy alentadoras para el sector femenino en 2020, pues de los 83 programas que existen con enfoque de género, 26 sufrirán recortes.

Apenas hace una semana, el presidente de la República presentaba su programa de protección para las mujeres. “Habrá cero tolerancia hacia las agresiones contra la mujer”, señalaba la Secretaria de Gobernación, Olga Sánchez Cordero.

Mientras, en el Congreso más de 97 iniciativas para proteger a las mujeres, entre las que se encuentra el tipificar como delito grave el feminicidio y lograr una igualdad salarial, duermen el sueño de los justos. Mejor algunos gobiernos, como el de la Ciudad de México, declaran la alerta de género. Un tema que hoy se vuelve una de las mayores deudas de este gobierno: las mujeres.