Retrospectiva de El Americano Feo

Restaurar la percepciòn de los Estados Unidos de Norteamèrica en el exterior se ha establecido como asunto prioritario entre los liderazgos de ese naciòn. Despliegan esfuerzos por despejar la idea revolvente de El Americano Feo que John F. Kennedy logrò desterrar. Empero, instituciones acadèmicas y culturales encuentran escepticismo entre las generaciones de hoy.

En 1956, la Revista Life en Español publicò un ensayo fotogràfico sobre la gira por Sudamèrica de Richard M. Nixon, entonces Vice-Presidente de los Estados Unidos. El reportaje destacò la escala de Nixon en Caracas donde al pasar cerca de la gente un individuo le escupiò.

Apartàndose de su escolta, Nixon se aproximò a la pequeña muchedumbre. Se abriò paso entre la valla; iracundo, reclamò cara a cara al autor del insulto quien no alcanzaba a salir de su sorpresa ante la desafiante reacciòn del segundo hombre màs poderoso sobre la Tierra. 

La escena --que en gràficas recorriò el mundo entero-- dejò patentes el valor, coraje y perfil polìtico del todavìa joven vice-presidente norteamericano. Al mismo tiempo, puso dramàticamente de relieve el resentimiento del pueblo venezolano por el sustento a la dictadura del General Marcos Pèrez Jimènez.

Los principios democràticos que abanderaba Estados Unidos aùn no debilitaban las tiranìas castrenses de Gustavo Rojas Pinilla, en Colombia; Leònidas Trujillo, en la Repùblica Dominicana; Francois Papa Doc Duvalier, en Haitì, y Fulgencio Batista, en Cuba.

Inmunes e impunes, gobernaban con idèntica fiereza los siniestros hermanos Luis y Anastasio Tacho Somoza, en Nicaragua entre otros personajes. Cayeron uno a uno, pero la crìtica por su abyecta permanencia en el poder se volcaba sobre la tolerancia estadounidense.

El carisma de John F. Kennedy --Camelot-- y el encanto seductor de la Primera Dama Jacqueline Bouvier Kennedy cautivaron a propios y extraños. Plenos de càlida frescura, sus postulados de buena voluntad entre los pueblos desbordaron manifestaciones de respeto y admiraciòn.

Los mexicanos vibraron de emociòn con el magnetismo avasallador de Jack y Jackie Kennedy cuando arribaron a esta capital en visita de Estado. Multitud de adolescentes, jòvenes y adultos los aclamaron a lo largo de su recorrido desde el aeropuerto hasta la residencia oficial de la embajada estadounidense. Ese sentimiento aflorò en todas sus apariciones en pùblico.

El fenòmeno Kennedy se repitiò en el viaje oficial del mandatario a la Repùblica Federal de Alemania. Cada una de sus palabras pronunciadas frente al desaparecido Muro de Berlìn quedaron escritas en la historia. Con sereno fervor, JFK reafirmò el compromiso de los Estados Unidos con el respeto, libertad y derecho tanto a la paz como al bienestar.

Aunque de manera efìmera, Kennedy disolviò de las mentes la figura de El Americano Feo (The Ugly American) que Marlon Brando encarnò --como militar autoritario e intransigente de alto rango-- en la pelìcula con ese mismo tìtulo. En campaña y en su discurso como Presidente-electo, Barack Obama incorporò a su agenda de gobierno la necesidad de rehabilitar el prestigio de los Estados Unidos y la confianza mundial en su liderazgo.

Academia y cultura

Este propòsito se lleva a cabo desde hace tiempo a travès de proyectos y eventos de tipo acadèmico y cultural. Con la venia y cooperaciòn del Reino la Universidad de Harvard construyò un plantel sobre las arenas de Riad, capital de Arabia Saudita, que parece un espejismo en medio del desierto.

Incrustado de cuerpos de agua –oasis-- y de exòticas palmeras que hacen amables reverencias con el viento, este campus universitario de Harvard semeja un rincòn exclusivo en el paraìso musulmàn màs que una casa de estudios superiores con currìcula puramente occidental.

Sin duda, el plantel es producto de la imaginaciòn inmobiliaria extraterrenal de Wall Street, diseñado para imbuir a fondo la riqueza intelectual y acadèmica norteamericana entre dueños y portadores del màs puro y rancio linaje de jeques, emires y califas àrabes.

Pero en Europa el horizontes es distinto. Por el desgaste en la reputaciòn global de la Uniòn Americana, promotores y publirrelacionistas de ese paìs topan con obstàculos para matricular alumnos en la materia de estudios Americanos. Enfrentan escepticismo y dudas entre los educandos. 

Por ejemplo, en el perìodo de inscripciones en la Universidad de Nottingham, de Gran Bretaña, la Inglaterra, la American Society instalò un cubìculo para reclutar estudiantes en la asignatura denominada como “estudio integral e interdisciplinario de los Estados Unidos y su cultura”.

“Decoramos nuestro stand con los elementos màs representativos de America”, señalò Francesca De Feo, vice-presidenta de la American Society y universitaria inglesa que se especializa en la materia, que con alegrìa atiende el cubìculo rodeada de banderines de los Medias de Boston y la imagen de un pavo de Dìa de Gracias (Time Magazine 10/27/2008).

  Oriunda de Hertfordshire, condado rural inglès, De Feo es objeto de ironìas por parte de algunos compañeros. No se explican como dedicarle tiempo valioso a promover una naciòn que eligiò dos veces a George W. Bush como presidente. Pero las puyas no la desaniman. Responde con prontitud, reiterando su “amor por Amèrica. Amèrica es mucho màs que su presidente”.

En su artìculo para Time, fechado en Nottingham, William Lee Adams destaca que en Europa, donde la Bella Amèrica ha perdido lustre ùltimamente, cada dìa es màs raro ver entusiasmo similar al de Francesca.

Decepciòn y desconfianza

Hace notar que segùn el sondeo 2008 del Proyecto de Actitudes Globales Pew el nùmero de britànicos con opiniòn favorable hacia Estados Unidos descendiò de 83% en 2000 a 53% este año. En Francia, las cifras han bajado de 62% a 42% mientras que en Alemania cayeron de 78% a 31%.

Una vez apreciado como paladìn de la libertad y baluarte de Europa contra la Uniòn Soviètica, Estados Unidos ahora es sujeto de critica por su inmovilidad frente al calentamiento global y su aval al capitalismo desbocado que ha propagado el contagio econòmico al resto del mundo. Pero màs dañino para su prestigio ha sido la invasiòn a Irak que muchos europeos califican como aventura fallida y peligrosa desde un principio.

Dado el drama y controversia, Lee Adams, corresponsal de Time en Inglaterra, indica que resulta indispensable darle mayor profundidad e interès que nunca a los estudios sobre los Estados Unidos. Especialmente porque estudiantes universitarios de toda Europa han desviado su foco de atenciòn hacia otras partes lo que refleja un declive en la posiciòn de ese paìs.

Cita a Walter Grûnerwig, catedràtico en estudios sobre Norteamèrica de la Universidad Dortmund de Alemania, donde la cifra de prospectos para los programas de intercambio con Estados Unidos ha disminuìdo a la mitad desde 2004. “Los estudiantes no confìan en nosotros. Tenemos que convencerlos que no somos parte del àrea de propaganda de la Embajada Americana”.

Muchos estudiantes de nuevo ingreso –cuyo acto polìtico inicial fue la protesta contra la guerra en Irak—se han visto envueltos en una voràgine de anti-americanismo que les impide distinguir entre el pueblo estadounidense y su gobierno. Este escepticismo en màs pronunciado en el Reino Unido que en ninguna otra parte. Su “relaciòn especial” con Norteamèrica no ha podido aislar o apartar los estudios sobre Estados Unidos de la opiniòn pùblica.

De acuerdo a UCAS, departamento encargado de manejar solicitudes de ingreso a universidades britànicas, el nùmero de aspirantes a graduarse en esa materìa bajò de 1,806 hace una dècada, a escasamente 181 este año. “Los muchachos nos ven como apologistas de Estados Unidos”, dijo a Time Magazine Ian Bell.

Bell, catedràtico en literatura estadunidense de la Universidad Keele, hizo notar que la matriculaciòn en esa àrea de estudios  ha descendido a la mitad desde que Bush asumiò el poder. “No quieren verse marcado por ese grado”.

Amos Olvera Palomino

            *Analista          amosop@hotmail.com   @PalominoAmos