¿Enfriamiento global. Será el nuevo reto mundial?

Cuando se utiliza el término cambio climático, en muchas ocasiones se piensa que se hace referencia al “Calentamiento Global”, sin embargo, esto no es correcto, ya que al mencionar cambio climático nos referimos a todo cambio significativo en el sistema climático del planeta, que permanece por décadas o más tiempo. 

Si bien es cierto, una de la hipótesis de cambio climático más popular es la del “Calentamiento Global”, que considera que se están incrementando las temperaturas de la superficie de la Tierra, predominantemente por actividades humanas. Se dice que, la mayor influencia humana ha sido la emisión de gases de efecto invernadero como el dióxido de carbono (CO2), metano y óxidos de nitrógeno.

De ahí, que se hayan buscado diversas soluciones al supuesto “Calentamiento Global”, instaurándose en todo el mundo políticas encaminadas a disminuir la emisión de estos gases y promoviendo la utilización de energías renovables, además de llevarse a cabo inversiones millonarias en materia ambiental.

No obstante, desde hace varios años los científicos (físicos-solares) vienen planteando todo lo contario, es decir, el enfriamiento de la superficie de la Tierra, debido a un déficit solar, es decir, una reducción de la energía que llega a la Tierra del Sol.

Desde 1749 en el observatorio de Zurich, Suiza diariamente se han medido las manchas solares o manchas oscuras en la superficie del sol que suelen ir acompañadas de enormes llamaradas de energía magnética provenientes del sol. Ahí se observó que el número de manchas solares o solares la actividad aumentó y disminuyó en ciclos de aproximadamente 11 años. Investigaciones recientes también han identificado ciclos más largos y complejos de alrededor de 200 años y 370-400 años. Los físicos solares han numerado los ciclos de 11 años a partir de 1749, lo que nos da desde mediados de 2020 el inicio del ciclo solar 25.

En efecto, según la NASA de Estados Unidos, el planeta acaba de entrar en un nuevo ciclo solar. Ellos predicen que el ciclo solar actual de 11 años, conocido como Ciclo 25, que comenzó en 2020, será el más débil de los últimos 200 años. Si es así, eso lo ubicaría en la época de lo que se conoce como el Mínimo de Dalton, que se extendió aproximadamente desde 1790 hasta 1830.

Por su parte, un grupo de físicos y matemáticos solares dirigido por la profesora Valentina Zharkova de la Universidad de Northumbria en el Reino Unido, en 2018, desarrolló un modelo complejo basado en el papel observado del campo magnético de fondo solar en la definición de la actividad solar. Podían predecir que el próximo Mínimo Solar que comenzó en el año de2020, se aproximaría al período reciente más extremo de mínimo solar, el llamado Mínimo de Maunder, que pasó de 1645 a 1710. Eso se denominó Gran Mínimo Solar, un período prolongado de actividad solar extremadamente baja, y comenzó hace unos 370 años.

El grupo de Zharkova ha vinculado los mínimos actuales a una caída drástica en el campo magnético interno del sol, una disminución de aproximadamente el 70% en la intensidad del campo magnético de su valor promedio, que surge de variaciones regulares en el comportamiento del plasma muy caliente que alimenta nuestro sol. En otras palabras, podríamos estar en la fase inicial de cambios drásticos en el clima de la Tierra que durarán varias décadas. La investigación de Zharkova predice que este período del Gran Mínimo Solar comenzó en 2020 y espera que dure hasta aproximadamente 2053 .

También en México hay señalamientos al respecto, como por ejemplo el de Víctor Manuel Velasco Herrera, investigador del Instituto de Geofísica (IGf) de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), quien señaló que a partir de 2003 y 2004 hallaron anomalías en la potencia de la energía solar, la cual ha sido negativa. Que dicho fenómeno se extenderá hasta 2050 o 2060.

Además, indicó que el déficit solar no es un fenómeno nuevo ya que entre 1400 y 1800 también hubo una baja de energía solar que causó que las culturas europeas salieran a todos los continentes en búsqueda de energía y alimentos. En el Valle de México, describió Víctor Manuel Velasco, la reducción de energía solar congeló en 1454 el Lago de Texcoco, por lo que nuestros antepasados desarrollaron sistemas como las chinampas para combatir el exceso de agua y sembrar policultivos.

Se dice, que durante el Mínimo de Maunder, las erupciones volcánicas que enviaron toneladas de ceniza a la atmósfera crearon densas nubes grises que bloquearon aún más la radiación solar. La actividad volcánica y las fases mínimas solares están bien correlacionadas, y se cree que provienen de la penetración intensificada de los rayos cósmicos en la atmósfera de la Tierra que provocan erupciones mayores .

Durante el Mínimo de Maunder, conocido en el hemisferio norte como la "Pequeña Edad de Hielo", las temperaturas en gran parte del hemisferio norte se desplomaron. Según Zharkova, esto probablemente ocurrió porque la irradiancia solar total se redujo en gran medida, lo que provocó inviernos severos.

Un Gran Mínimo Solar mucho más suave, llamado Mínimo de Dalton, desde aproximadamente 1790 hasta 1830, aunque menos extremo que el período Maunder, condujo a una serie de enormes erupciones volcánicas entre 1812-1815 que culminaron en la erupción récord en Indonesia del Monte Tambora, la erupción volcánica más grande del mundo durante tiempos históricos. A su vez, creó tanta densidad de nubes a partir de cenizas que 1816 fue conocido  en Europa como El año sin verano.

Las bajas temperaturas vieron nevar en Nueva York en el verano de 1816. Los cultivos en América del Norte y Europa fracasaron en lo que se ha llamado, "la última gran crisis de subsistencia en el mundo occidental". En China en 1816 hubo una hambruna masiva. Las inundaciones destruyeron cultivos. La temporada de los monzones se interrumpió, lo que provocó inundaciones abrumadoras en el valle del Yangtze. En India, el retraso del monzón de verano provocó lluvias torrenciales tardías que agravaron la propagación del cólera desde una región cercana al Ganges en Bengala hasta Moscú.

Las erupciones volcánicas están en un repunte reciente desde la erupción de dos enormes volcanes en noviembre de 2020 en Indonesia en Lewotolo y Semeru, cuando comenzó el Gran Mínimo Solar actual, vinculado a la caída relacionada con el sol en la magnetosfera y la afluencia más fuerte de radiación cósmica solar, penetrando en el magma rico en sílice de los volcanes .

Es importante señalar, que por lo que respecta a la temperatura, lo que es crucial no es la energía que sale del Sol, sino cuánta energía está bloqueada por las nubes y cuánto llega a la superficie de la Tierra, y cuánto se refleja de nuevo en el espacio por el hielo y la nieve. Una mayor penetración de rayos cósmicos de la atmósfera durante el mínimo solar se suma a la nucleación de nubes al igual que las erupciones volcánicas.

Dicen los científicos, que en un Gran Mínimo Solar, los rayos cósmicos desencadenan inundaciones repentinas más grandes, tormentas de granizo y – debido a la perturbación de la corriente en chorro y la mezcla de capas atmosféricas – eventos locales de precipitación de larga duración. Debido a los cambios en las corrientes de chorro y los patrones de viento cambiantes, se esperan olas de calor singulares y más incendios forestales. En resumen, podemos esperar eventos climáticos e inestables durante la próxima década o tres décadas si los físicos solares como Zharkova tienen razón.

En razón de lo anterior, podríamos hacernos las siguientes preguntas:

¿Las nevadas históricas que se han vivido presentando en Estados Unidos, España, Rusia y el norte de México han sido provocadas por el “Calentamiento Global” o por una reducción de la energía que llega a la Tierra del Sol?

¿Será el enfriamiento global el nuevo reto mundial?

Amos Olvera Palomino

*Analista  amosop@hotmail.com  @PalominoAmos

Colaboración de: Alejandro Olvera Jiménez