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El enigma de Colón y su descubrimiento perdido

Francisco Masse | 16:30
https://cdn2.excelsior.com.mx/media/pictures/2016/01/07/pop_logo.jpg Francisco Masse

Todos lo aprendimos en la primaria: el 12 de octubre de 1492, Colón llegó a la isla de Guanahaní. Pero, ¿dónde demonios está esa isla?…

A ver, recapitulemos. De memoria sabemos que un navegante genovés de nombre Cristóbal Colón —en realidad se llamaba Cristoforo Colombo, pero es lo de menos— convenció a los Reyes Católicos, Fernando de Aragón e Isabel de Castilla, de financiar una expedición marítima para alcanzar las Indias “por el otro lado” —es decir, en lugar de costear toda África y Asia Menor, como se estilaba en aquellos días—, rodeando el globo terrestre; de modo que, a bordo de la carabela llamada Santa María y acompañado de los hermanos Pinzón —que eran unos mari… neros, como dice la canción—, quienes piloteaban la Niña y la Pinta, se lanzó a la mar desde el Puerto de Palos. Sabemos de la larga travesía, de la desesperación de los marineros, de la amenaza de amotinamiento y, finalmente, de la voz del vigía Rodrigo de Triana gritando el anhelado  “tierra a la vista” el 12 de octubre de 1492.

Y entonces, la estampa: Colón y su tripulación descendiendo de sus carabelas, con un estandarte que porta el símbolo de la cruz, de la cristiandad y del europeísmo, y poniendo pie por primera vez en tierras americanas. El “Nuevo Mundo” que —como dijo alguna vez Carlos Fuentes—, viéndolo bien, es más antiguo que el Viejo Mundo. Las rodillas en tierra. El agradecimiento a Dios. Y entonces, la isla que los locales —deben de haber sido los taínos, si mis conocimientos no me traicionan— llamaban Guanahaní o Guanahani, que supuestamente significa “iguana”, fue rebautizada como San Salvador “en conmemoración a Su Divina Majestad”. Todo tan exaltado y tan heroico y tan grandilocuente que sólo le falta la música triunfante de Vangelis de fondo.

Y a todo esto, repito mi pregunta: ¿dónde demonios está Guanahani?

Gonzalo Fernández de Oviedo publica su Historia general y natural de las Indias, islas y tierra-firme del mar Océano, donde incluye una crónica del descubrimiento y afirma que Guanahani forma parte del archipiélago de los Lucayos. Hernando Colón, en la biografía que escribió de su padre, hace una descripción de la isla y menciona una laguna y una península… 

Pues resulta que los historiadores y los geógrafos no pueden precisar cuál de todos los archipiélagos e islas de las Bahamas fue el escenario del desembarco de la expedición de Colón, aquella mañana de 1492. Esto se debe a que, sencillamente, la bitácora original de Colón está extraviada. Y además, estos hombres no tenían la menor idea de dónde estaban ni tenían referencias cartográficas de ningún tipo, pues para ellos se trataba de terra ignota. Cuando Colón escribió su famosa carta en la que da noticia del descubrimiento a la Corona española, informa que se tomó la libertad de cambiarle el nombre, pero no aporta más datos sobre ella. Luego, al parecer el primer intento cartográfico lo realiza Juan de la Cosa en el año 1500, donde la ubica como una pequeña isla al noreste de Cuba. Treinta y cinco años después, Gonzalo Fernández de Oviedo publica su Historia general y natural de las Indias, islas y tierra-firme del mar Océano, donde incluye una crónica del descubrimiento y afirma que Guanahani forma parte del archipiélago de los Lucayos. Hernando Colón, en la biografía que escribió de su padre, hace una descripción de la isla y menciona una laguna y una península… Y así podemos seguir, armando pistas de aquí y de allá. De las memorias de Colón a los primeros intentos de hacer mapas de la zona, a las descripciones de carácter administrativo, a los cálculos y las deducciones a partir de descripciones de un hombre asoleado y fatigado que llevaba tres meses sin ver más que agua y que, repito, no tenía ni la menor idea de dónde estaba y, lo que es más, juraba por lo más sagrado que había llegado a las Indias. La realidad es que, hasta el momento, no existe una versión universalmente aceptada sobre la ubicación de la mítica isla de Guanahani.

Lo que sí tenemos son “candidatas”; es decir, pequeñas islas que concuerdan con unas y otras descripciones de la isla, y que en determinado momento son propuestas como “posibles Guanahanis” por geógrafos, cartógrafos o navegantes. Por ejemplo, está el Cayo Samaná, los Cayos Franceses o Cayos Plana, la isla de San Salvador —que tiene el nombre adecuado y se ubica al nornoroeste de Cayo Samaná—, la Isla Concepción, Caicos del Este y la isla Mayaguana.

Quizá dentro de algunos años, o quizá décadas, resulte que algún avezado investigador exhume de vaya usted a saber dónde un manuscrito perdido que, luego de someterlo a procesos tecnológicos hoy desconocidos, resulte ser la bitácora perdida de Cristoforo Colombo. Y que, luego de seguir los deficientes mapas de la época, podamos dar con una ubicación precisa en el espacio. Lo interesante sería imaginar que, por ejemplo, resulte que la descripción de Colón nos lleve a un lugar donde no haya sino agua. Es decir, que luego de 500 años, Guanahani haya sido engullida por el mar; o bien, que resulte que sí haya un sitio exacto y que, es más, rascándole con paciencia en la arena, aún exista una huella de la planta de Colón. Pero, si me pregunta a mí, le confieso que sospecho que en esas bitácoras y descripciones hay importantes dosis de insolación, desconocimiento, alucinación… y mercadotecnia.

Pero como siempre digo, eso ya es otro cantar…

 

@fcomasse

 

 

Aclaración: El contenido mostrado es responsabilidad del autor y refleja su punto de vista.

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