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CIUDAD DE MÉXICO.

Los atletas están en la Villa y medios de todo el mundo han llegado ya, pero para muchos en Japón hay poco que celebrar a un día del inicio de los Juegos Olímpicos de Tokio 2020.

No hay aficionados extranjeros animando las calles y los atletas son llevados de la Villa a sus lugares de competición en una burbuja con la intención de mantenerlos a ellos y al público japonés a salvo.

Casi todos los eventos serán a puerta cerrada y se espera que sólo unas 900 personas asistan a la ceremonia de apertura en el Estadio Olímpico de Tokio el viernes, de los que sólo 150 japoneses. Así no es de extrañar que muchos en Japón tengan que esforzarse para ver espíritu olímpico en la cuenta atrás para estos Juegos pospuestos por la pandemia.

Es completamente diferente de los otros Juegos (en 1964) cuando toda la ciudad se llenó de un espíritu festivo", dice Michiko Fukui, de 80 años, mientras pasea por el exclusivo distrito de Ginza este jueves.

La ciudad ha sido adornada con banderas de Tokio 2020 y anuncios, además de las futuristas mascotas de los Juegos Olímpicos y Paralímpicos están en autobuses y edificios, pero no hay mucho más que haga pensar que algunos de los mejores atletas del mundo han llegado a la sede.

El aumento de casos de covid-19 ha supuesto que se anulen todos los eventos públicos para ver los juegos y el estado de emergencia implica que bares y restaurantes deben cerrar a las 20:00 hora local -- cuando empieza la ceremonia de apertura -- y no pueden servir alcohol.

Seira Onuma es uno de los miles de japoneses que participaron en una lotería para ganar entradas antes de que los Juegos se pospusieran, y ahora ya ni siquiera está segura de que vaya a verlos por televisión.

Gané unos tickets para las finales de atletismo en el estadio Olímpico […] Quedé decepcionada por la decisión de que no haya público y ahora también estoy perdiendo el interés", dice esta ama de casa de 29 años a AFP en el área tokiota de Koto, cerca de la Villa olímpica.

'Por fin empiezan'

Satoshi Hori, residente en el vecindario de Koto, incluso se pregunta si sus dos jóvenes hijas recordarán estos Juegos en el futuro, dado el escaso entusiasmo.

Vivo en Koto donde hay muchas sedes, pero no veo ningún entusiasmo entre mis vecinos. […] Espero que mis hijas recuerden en el futuro estos Juegos Olímpicos de Tokio. Es lo todo lo que puedo esperar ", dice este hombre de 39 años, que piensa ver el judo y el béisbol en televisión.

Otros están imbuyéndose de espíritu olímpico, pese a las restricciones, como Yumiko Nishimoto, que vive en Fukushima donde los Juegos empezaron esta semana con el sóftbol.

Se siente que está ocurriendo […] Tienes la sensación de que, por fin, empiezan", dice Nishimoto, que lidera un proyecto comunitario para plantar 20.000 cerezos en esta región afectada por el desastre de 2011.

Los espectadores tampoco podrán acudir a los eventos en esta región, pero estudiantes locales han planeado correr un mini relevo de la llama Olímpica en la noche de la ceremonia de apertura, que Nishimoto confía que "apoyará a los Juegos".

Las encuestas de opinión muestran que el público japonés sigue muy mayoritariamente en contra de la celebración de los Juegos este año, y la mayoría preferiría un aplazamiento o una cancelación.

El residente en Koto Noboru Kashiwagi cree que los Juegos Olímpicos es la última de las preocupaciones de la mayoría de sus vecinos.

A nadie le importan los Juegos […] Si a la gente que vive cerca de las sedes olímpicas no le interesa, me pregunto si la gente de otros lugares tiene algún interés […] Lo siento por los atletas. No es su culpa", dice este hombre de 79 años.

 

cf