Semejanzas en La Noria y en el Barcelona

En una de las populares tertulias de la radio española discutían sobre cuánto podría tener que ver en el errático rendimiento del Barcelona la crisis institucional en la cual está inmerso hace tiempo el club, que quedó definitivamente al descubierto con la goleada recibida frente al Bayern. A la trágica eliminación europea se sumó el hartazgo de Messi, que manifestó a través del burofax y hace unas semanas en la moción de censura al presidente, Bartoméu, que desencadenó en la renuncia de toda la junta directiva y la llamada anticipada a elecciones.

Actualmente, una comisión gestora de transición se encarga de la gobernanza del club. Calificado a la segunda fase de Champions, cerró ayer la etapa de grupos con una derrota 0-3 frente a la Juve, dejando una paupérrima imagen.

¿Influyen en el campo los desequilibrios en las organizaciones?

El futbol es una actividad donde no hay espacio para las verdades absolutas, pero, indefectiblemente, los conflictos organizacionales, tarde o temprano, repercuten en el campo de juego porque envuelven a las instituciones en el peor estado para los grupos e individuos: la incertidumbre.

¿Cuál es la legitimidad de Ronald Koeman ante el vestidor cuando los directivos que lo eligieron ya no están, los actuales no continuarán y no tiene claro a quién reportar? Todo esto sucede en una temporada donde, supuestamente, terminaba un ciclo y se esperaba acometer un periodo de transición para renovar la plantilla.

Para abordar exitosamente una transformación se necesita un contexto con certezas y estabilidad.

Eran sorpresivos, por lo menos para mí, los resultados de Cruz Azul hasta la fatídica noche del domingo. Si bien es cierto que el equipo mostró más eficacia que volumen de juego a lo largo de todo el torneo, era sorprendente cómo el plantel parecía blindado ante el entorno de conflicto en que está inmersa la institución desde hace unos meses.

La situación no es igual, pero es equiparable en La Noria y el Camp Nou. No es relevante quiénes fueron culpables del último descalabro, lo trascendente es darle estabilidad al club.

En el seno de la cooperativa deberían centrarse en encontrar un presidente identificado con el club que lidere un proyecto deportivo integral de transformación a largo plazo que ofrezca certezas no sólo a la propia organización, sino también a una afición que ha sufrido inmerecidamente mucho los últimos años.

Q.E.P.D. Alejandro Sabella, un hombre que dignificó su profesión.

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